¿La filosofía no es útil para nuestras vidas? Los filósofos estoicos no estarían de acuerdo

Virgilio Postigo
36 min readApr 20, 2022

He leído que el Gobierno de España aprobó el martes 29 de marzo de 2022 los cambios del currículo escolar de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), y que en dichas modificaciones NO se incluyó una asignatura obligatoria de Filosofía, como reclamaba el profesorado que imparte esta materia, para que los alumnos que no lleguen a estudiar bachillerato puedan al menos estudiar filosofía en la ESO. No estoy de acuerdo con esa decisión, considero que es necesario el estudio de la filosofía, porque filosofar es vivir consciente, reflexiva y responsablemente. El aprender a pensar de forma reflexiva y crítica es un gran antídoto contra el fanatismo, el dogmatismo, la credulidad, la superstición y la superficialidad. Desarrolla todo tipo de anticuerpos mentales: la capacidad crítica, la independencia, la visión de conjunto o la valentía para resolver nuestros problemas individuales o de la sociedad en su conjunto.

No sé si esta decisión estará relacionada con que últimamente se viene diciendo que la filosofía no es una asignatura práctica para nuestras vidas como puedan serlo las asignaturas de ciencias. Yo opino todo lo contrario, que el estudio de la filosofía tiene una aplicación directa en nuestras vidas, y por eso defiendo que se vuelva a considerar el incluir de forma obligatoria la asignatura de filosofía en la ESO. Esto NO es un apoyo incondicional a los profesores de filosofía, es un apoyo condicionado a que se realice una enseñanza correcta de dicha asignatura, es decir que se persigan y consigan los objetivos de dicha asignatura que es transmitir a los alumnos los principios para adquirir un pensamiento reflexivo y crítico y las herramientas necesarias para gestionar los aspectos importantes de la vida. Para demostrar el carácter práctico de la filosofía me apoyaré en los filósofos estoicos, que es la rama de la filosofía más práctica que conozco. Empezaré por contar una introducción a los principios de los filosofía estoica y después explicaré como aplicar dichas enseñanzas a la gestión práctica de los siguientes aspectos importantes de nuestras vidas:

  • Cómo ser Feliz
  • Cómo gestionar las emociones negativas
  • Cómo enfrentarse a las dificultades de la vida
  • Cómo definir nuestros objetivos y dar los pasos para realizarlos
  • Cómo actuar en la sociedad y en el mundo

Introducción a la filosofía estoica

Imagen de Epícteto (Wikimedia Commons)

El estoicismo fue fundado en Atenas por Zenón de Citio a principios del siglo III a.C., y posteriormente fue continuado por otros filósofos ilustres como Epícteto, Séneca y Marco Aurelio. Su doctrina filosófica estaba basada en mantener una mente tranquila y racional, pensando en el presente, sin miedo a la adversidad, ni a la muerte. Su objetivo era alcanzar la felicidad y la sabiduría sin considerar los bienes materiales. El estoicismo ha influido a los largo de los siglos en numerosas corrientes de pensamiento posteriores, desde los primeros padres de la Iglesia cristiana, hasta Descartes y Kant. En los últimos años ha habido un resurgimiento de un estoicismo moderno para adecuar sus principios y acciones al mundo presente, y la psicología también ha adoptado sus principios en las Terapias Cognitivo Conductuales (TCC) que se han mostrado muy útiles en ​el tratamiento de algunas formas de depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, los tics, el abuso de sustancias y los trastornos alimentarios. Algunos de los principios más importantes del estoicismo son:

El ejercicio de la virtud es el único requisito para llevar una buena vida

«¿No sabes que un buen hombre no hace nada por las apariencias, sino por hacer lo correcto?». Epícteto.

Para los estoicos, el éxito, la felicidad y la virtud son en realidad tres nombres para la misma cosa. Proclamaron que la buena vida se puede alcanzar siendo indiferente a las comodidades materiales y la fortuna externa, y llevando una vida guiada por los principios de la razón y la virtud. Para ellos la virtud es el mayor bien porque es la única cosa que tiene valor en todas las circunstancias y que nos ayuda a usar adecuadamente cosas como la salud, la riqueza y la educación. Para ellos, llevar una buena vida equivale a ejercitar las cuatro virtudes cardinales:

  • Sabiduría: La sabiduría es la virtud que, mediante la adquisición y el uso del conocimiento, le permite al ser humano tomar decisiones justas y perfectamente equilibradas a partir del discernimiento entre la verdad y la falsedad, y entre lo bueno y lo malo. Cultivan la sabiduría aquellos que sienten amor por el conocimiento, se enfrentan a la realidad con una mente abierta sin prejuicios, aprenden de lo que les sucede, tienen un pensamiento creativo, se preguntan el porqué de las cosas, les gusta comunicarse con los demás, se ven a sí mismos desde una cierta distancia y poseen una visión general del mundo.
  • Templanza: La templanza es la virtud que nos hace restringir y moderar la atracción de placeres y bienes mundanos y otros tipos de excesos. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. Los ejemplos incluyen el perdón, la humildad, la prudencia y el autocontrol.
  • Justicia: La justicia es la virtud que nació de la necesidad de mantener una vida sana y con armonía entre los miembros de una sociedad. Es el conjunto de pautas y criterios que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de estos. Los ejemplos incluyen la ecuanimidad, el liderazgo y el trabajo comunitario.
  • Coraje: Es la virtud que implica el ejercicio de la voluntad para alcanzar las metas ante una oposición externa e interna. Las personas valerosas son aquellas que no se arredran ante las amenazas, los retos, el dolor o las dificultades para alcanzar sus objetivos. El coraje nos sirve para enfrentarnos a miedos como el del sufrimiento o el del cambio haciéndonos sobreponernos a los elementos emocionales de estos temores; se suele asociar a la valentía, la perseverancia y la integridad.

Para profundizar más en el ejercicio de las virtudes en tu vida diaria puedes leer el siguiente artículo que he escrito: La Inteligencia Emocional no es suficiente: desarrolla tu Inteligencia de Valores (IdV)

No podemos controlar todo lo que pasa a nuestro alrededor, pero sí podemos controlar nuestra respuesta a lo que ocurre

«Algunas cosas están bajo nuestro control y otras no. Las cosas bajo nuestro control son opinión, persecución, deseo, aversión y, en una palabra, lo que sea que sean nuestras propias acciones. Las cosas que no están bajo nuestro control son el cuerpo, la propiedad, la reputación, el mando y, en una palabra, lo que no son nuestras acciones». Epícteto.

Los estoicos sostienen que la felicidad y la libertad comienzan con la clara comprensión de un principio: algunas cosas están bajo nuestro control y otras no (aunque podemos influir sobre ellas). Opinan que debemos dedicar nuestros esfuerzos a lo que podemos controlar: nuestros pensamientos y nuestras acciones y tratar todo lo demás con ecuanimidad.

El objetivo de todo ello, es llegar a un estado mental tranquilo y racional que nos permita adoptar las mejores decisiones y acciones en cada momento; los estoicos griegos usaban las palabras apatheia y ataraxia para definir ese estado. Este estado se conseguirá mediante la disminución de la intensidad de pasiones y deseos que puedan alterar el equilibrio mental y corporal, y mediante el entrenamiento de nuestras fortalezas frente a la adversidad.

Ama a la humanidad y a la naturaleza

«Aquello que no es bueno para la colmena, no puede ser bueno para las abejas». Marco Aurelio

Los estoicos opinan que todas las personas son manifestaciones del único espíritu universal y deben vivir en amor fraternal y ayudarse mutuamente. También opinan que el universo es un todo armonioso y causalmente relacionado (es decir, todo está relacionado por una serie de causas), que se rige por un principio activo, el Logos cósmico y universal del que el hombre también participa. De acuerdo con estas ideas todos los seres deberían estar hermanados, no tiene por ejemplo sentido que unos pueblos entren en guerra con otros ya que son hermanos. También opinan que deberíamos vivir en armonía con todo lo que nos rodea y por tanto no tienen sentido acciones que los seres humanos hacemos como por ejemplo contaminar el planeta en el que vivimos rompiendo esta armonía. La filosofía estoica anima a seguir a la naturaleza y a emplear las virtudes cardinales para producir mejoras en la sociedad humana de la que formamos parte, pensando más en las necesidades colectivas que en nuestras necesidades individuales.

La filosofía estoica está basada en la acción

«No gastes más tiempo argumentando acerca de lo que debe ser un buen hombre. Sé uno». Marco Aurelio.

Al contrario de lo que popularmente se piensa, los estoicos no tienen una actitud pasiva frente a los acontecimientos de la vida, sino que el ejercicio de las virtudes implica necesariamente el actuar para mejorar las cosas. Los estoicos decían que el trabajo más importante de un estudiante de filosofía es el acto de convertir las palabras en obras. Convertir las lecciones en acciones en el mundo real.

Nuestra vida es corta y por tanto, debemos aprovecharla bien

«Todas las cosas que están por venir se encuentran sepultadas en la incertidumbre, comienza a vivir desde este mismo momento». Séneca.

Los estoicos recomiendan que recordemos diariamente nuestra propia mortalidad (Memento Mori) y que vivamos cada día como si fuera el último día de nuestra vida para que prioricemos el dedicarnos a nuestros proyectos importantes y no pospongamos los mismos.

Cómo ser Feliz

La belleza de la Felicidad (fuente Wikimedia Commons)

Los estoicos opinaban que la felicidad siempre proviene de nuestro interior, nunca del exterior, y que no debemos condicionarla a que nos pasen cosas buenas o malas procedentes de nuestro exterior. Algunas acciones que puedes realizar desde el punto de vista estoico para tener una vida mejor, o para ser más feliz, podrían ser las siguientes:

Cultiva la serenidad

«Puede llamarse feliz el que no desea ni teme nada beneficiándose del uso de la razón». Séneca.

En esta sociedad donde todos vamos con prisas a todas partes, perseguimos cosas materiales sin un valor real, actuamos de forma reactiva frente a los acontecimientos y el estrés es uno de los malestares más corrientes, el cultivar la serenidad nos dará herramientas para adoptar una posición desde la que mejorar nuestras vidas. La práctica de la serenidad supone dejar de perseguir cosas vanas como la riqueza o la fama y dejar de sentir temor por otras cosas, como por ejemplo, el miedo al fracaso, que nos imposibilita perseguir nuestros objetivos o el miedo al dolor, que puede ser muchas veces peor que el propio dolor. Hay que ver los acontecimientos desde el presente y utilizando la razón, y no reaccionar de forma reactiva a ellos, sino actuar de forma reflexiva y modelando nuestras acciones según las virtudes que defendían los estoicos. He puesto este consejo en primer lugar porque personalmente opino que si cuando las personas dicen que están trabajando para ser más felices dijeran que están trabajando para ser más serenos, ya habrían dado un paso muy importante en esa búsqueda de la felicidad, ya que la “serenidad” es algo más estable y profundo que el término “felicidad” que es un termino que la sociedad nos intenta vender de una forma muy superficial como asociado a la riqueza o al éxito, es decir a factores externos a nosotros que los estoicos opinarían que son incorrectos ya que la felicidad debe venir siempre desde el interior y nunca desde el exterior.

Acepta la naturaleza de las cosas

«Todo aquello que necesariamente nos toca padecer por la Constitución natural del universo, ha de ser aceptado con buena disposición». Séneca.

Séneca, de acuerdo con la doctrina estoica, arguye en su tratado De la felicidad que la naturaleza es razón (en griego logos) y que la persona deberá emplear su facultad de razonar para vivir en concordia con la naturaleza y de este modo alcanzar la felicidad. Séneca opina que es necesario que nos sirvamos de la naturaleza como guía: la razón la observará y consultará con ella, vivir felizmente con o con arreglo a la naturaleza es por tanto una misma cosa. Aceptar la naturaleza de las cosas no significa adoptar una actitud pasiva frente a los acontecimientos, sino aceptarlos como punto de partida, sean buenos o malos, y una vez aceptados decidir que cosas hay que dejar como están y que cosas deberíamos trabajar por cambiar.

Una de las cosas que especialmente recomiendan es aceptar nuestra propia mortalidad, no veían a la muerte como algo negativo sino que como forma parte de la propia naturaleza hay que aceptarlo, e incluso se recordaban frecuentemente que podían morir (Memento Mori) para utilizar este recordatorio para conseguir cosas positivas como por ejemplo priorizar el dedicarnos a las cosas importantes y no posponer las mismas ya que nos podemos morir en cualquier momento, para dedicar tiempo a nuestros seres queridos y para reducir nuestro ego. Cuentan que había una costumbre, que cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, tras él un siervo se encargaba de recordarle su mortalidad, con el fin de impedir que incurriese en la soberbia y pretendiese, a la manera de un dios omnipotente, usar su poder ignorando las limitaciones impuestas por la ley y la costumbre.

Concéntrate sólo en lo que puedas controlar

«Sólo hay un camino hacia la felicidad y es dejar de preocuparse por las cosas que están más allá del poder de nuestra voluntad». Epícteto.

La base del estoicismo es la idea de que no controlamos el mundo que nos rodea, pero sí la forma en que respondemos a él. Por tanto, debemos enfocarnos en lo que sí podemos controlar: nuestras actitudes; nuestras emociones; nuestros deseos; nuestras opiniones sobre lo que nos ha pasado.
El primer ingrediente para la felicidad sería el poder de controlar siempre tu respuesta a los acontecimientos, sean cuales sean tus circunstancias.

Piensa menos en ti mismo

«Has nacido para cultivar pensamientos y acciones que se traduzcan en el bien común». Marco Aurelio

Si quieres ser feliz, piensa menos en ti mismo. Piensa en los demás. Piensa en el bien que puedes hacer. Piensa en tu conexión con los demás. Invierte en las relaciones. Anima a otras personas y te sentirás mejor.

Convéncete que tienes todo lo que necesitas

«¿Qué necesita del exterior el que ha reunido dentro de sí mismo todos sus bienes». Marco Aurelio

Creemos que necesitamos mucho para ser felices. Necesitamos montones de dinero. Necesitamos poder. Necesitamos fama. Todo esto no es cierto, Marco Aurelio decía que se necesita muy poco para tener una vida feliz. Debes convencerte que ya tienes todo lo que necesitas para ser feliz. Ya eres rico. Ya tienes un poder increíble: el poder de determinar tus propias necesidades y deseos, la capacidad de decir que no necesitas más. Séneca dice que feliz es el que tiene un criterio recto, el que se contenta con lo que tiene tenga lo que tenga, y el que prefiere sus propias cosas a las que le puedan venir de fuera

Cómo gestionar las emociones negativas

Representación de la Ira y otras emociones negativas (fuente Wikimedia Commons)

Las emociones son estados físicos que sentimos como reacción a un pensamiento o a una situación. El estoicismo se ocupa de la domesticación de las emociones, no de su eliminación que es algo que no debe intentar hacerse, las emociones son parte de nuestro ser y son parte de nuestra evolución biológica, por lo tanto hay que aceptarlas y sentirlas tal como son, no tratar de ocultarlas o ignorarlas. Merece la pena esforzarnos en gestionar nuestras emociones adecuadamente ya que nuestras acciones deben ser generadas a partir del empleo de las virtudes y no a partir de nuestras emociones en bruto sin gestionar. El estoicismo divide a las emociones de los seres humanos, que los estoicos llamaban pasiones, en tres categorías: buenas, indiferentes y malas. Y propone que nos centremos en estas últimas, en las malas, aprendiendo a manejarlas, porque son las que nos perjudican. Emociones negativas como la ira o la envidia ocurren de forma automática en nosotros sin que seamos muchas veces conscientes de ellas y pueden contaminar nuestra conducta y hacernos mucho daño, a nosotros mismos y a los demás.

La mayor parte de la lucha por vivir una buena vida, según enseñaban los estoicos, consiste en ser plenamente conscientes de nuestros actos y nuestras percepciones, en lugar de vivir reaccionando segundo a segundo con el piloto automático. La palabra que los estoicos utilizaban para este estado de la mente era apatheia; es el estado en el que tú tienes el control y no tus emociones. El conseguir este estado de la mente se puede entrenar cada día, porque cada día presenta muchas oportunidades para dejar que nuestras emociones se desborden y provoquen un comportamiento impulsivo e irracional. Si podemos permanecer firmes, si podemos acorralar y controlar nuestras emociones, pase lo que pase o fluctúen los acontecimientos externos, no hay obstáculo que pueda deshacernos, no hay triunfo que pueda desbordarnos. En esta sección indicaremos como gestionar alguna de estas emociones negativas desde un punto de vista estoico.

Para la gestión de la ira: retrasa tu respuesta

«Las consecuencias de la ira suelen ser más dañinas que las circunstancias que despertaron esa ira en nosotros». Marco Aurelio.

La ira es una de las emociones negativas que los estoicos más se preocuparon en gestionar por las consecuencias terribles que puede generar. Si, por ejemplo, vas conduciendo por la autopista, y alguien te adelanta por la derecha a toda velocidad, es normal que sientas una sensación aguda, primero de sorpresa, y después de ira. O cuando alguien nos insulta y nos desprecia sentimos esa misma sensación de ira. O cuando un empleado no ha realizado un trabajo según nuestras indicaciones sentimos esa misma sensación de ira. Una característica de las emociones negativas, es que te impulsan a la acción, o mejor dicho, a la reacción, a hacer algo como respuesta. En los tres ejemplos anteriores, puede que sientas el impulso casi automático de conducir más rápido persiguiendo a ese conductor , o de devolver el insulto, o de mostrar nuestro enfado al empleado, provocando como consecuencia el tener un accidente, o la pérdida de una relación, o el empeoramiento del ambiente en nuestro equipo de trabajo. Tras ver las consecuencias negativas de las reacciones que tuvimos bajo el dominio de la ira seguramente nos arrepentiríamos de nuestras acciones y desearíamos volver hacia atrás en el tiempo para enmendarlas.

En el caso de la ira, como en la mayoría de las emociones negativas, lo que los estoicos nos aconsejan para gestionarla es que antes de responder a la acción que nos causó dicha ira tomemos un respiro y retrasemos nuestra respuesta. Séneca dijo que “la demora es el mayor remedio para la ira”, esa es la verdad. La próxima vez que estés furioso gestiona esa emoción a través de la virtud de la Templanza, antes de reaccionar respira profundamente cinco veces y comprueba si puedes llegar al mismo nivel de furia con el que empezaste. Es casi seguro que no podrás, porque la demora es también la mejor manera de dejar que tu mente se aclare. Sitúate en el medio entre tu furia y el hecho de hacer algo de lo que te arrepientes, hasta que la furia empiece a remitir. El enfado es un exagerador, ve lo peor de una situación y la puede empeorar con su reacción exagerada, la demora te ayudará a asegurarte de que eso no ocurra. Así que busca una forma de alejarte de tu ira, y convierta esa forma en un hábito. Respira profundamente cinco veces. Cuenta hasta diez. O, como un tutor aconsejó una vez al emperador romano Augusto, recita el abecedario para ti mismo. Lo que sea necesario. Una vez que hayas aprendido a dominar tu ira, sabrás cuándo es importante responder a una provocación y cuándo puedes dejarla pasar.
De nuevo, nadie está diciendo que no puedas responder nunca. Las personas que te han hecho daño probablemente deban ser tratadas, incluso si eso sólo significa hacerles saber que las estás apartando de tu vida. Pero no es necesario que lo hagas ahora mismo. Espera un momento. Deja que prevalezca la cabeza fría.

Para la gestión del miedo: diferencia entre miedos físicos y miedos psicológicos o sociales, éstos últimos lucha por superarlos

«Si estás angustiado por algo externo, el malestar no es debido a la cosa misma, sino a tu valoración de ella, y eso es algo que puedes modificar en cualquier momento». Marco Aurelio.

El miedo es una de las emociones más poderosas que nuestras mentes pueden crear y puede obstaculizar tu capacidad de pensar y de actuar. A nivel más básico el miedo es bueno ya tu cuerpo te alerta cuando estás en peligro. A veces desafortunadamente nuestras mentes confunden el peligro físico (como ser perseguido por un león) con los peligros sociales (como dar un discurso en público). Un filósofo estoico te diría que analizases el tipo de peligro que causa tu miedo:

Si es un peligro físico este miedo es bueno y debes hacerle caso. Si te persigue un león huye a donde no pueda atraparte.

Si es un peligro de índole psicológico o social debes utilizar la virtud del Coraje para intentar superarlo. Algunos ejemplos de miedos que deberías intentar superar son:

  • El miedo al que dirán si eso te impide realizar algo. Ya sabes que los estoicos te dirían que lo que piensen otros de ti no es tan importante sino que lo importante es como gestiones dentro de ti esas percepciones, concéntrate en lo que puedes controlar como son tus pensamientos y acciones.
  • El miedo al fracaso si eso te impide acometer un proyecto importante para ti. Me resulta sorprendente la gran cantidad de personas que no inician un proyecto, o se rinden en un momento del camino, por el miedo de que piensen los demás que han fracasado o porque piensen ellos de si mismos que no son suficientemente buenos para acometer el proyecto. Si tienes ese miedo lucha por superarlo, y atrévete a realizar ese proyecto importante para ti. Es famosa la frase de Thomas Edison cuando le preguntaron que por qué había fracasado en construir una bombilla que funcionara tras múltiples intentos, él contestó: “Yo no he fallado, acabo de encontrar diez mil maneras de que no funcionarán”, al final acabó por construir una bombilla que funcionara gracias a su perseverancia.
  • El miedo al dolor si eso te impide disfrutar de la vida. Incluyo este miedo en esta lista de miedos a superar porque aunque suele haber detrás de este miedo una causa física como una enfermedad o la pérdida de un ser querido he observado que en muchas ocasiones el miedo psicológico al dolor llega a causar en las personas malestares peores que los del propio dolor físico en si mismo. Un estoico te diría que aceptes el dolor y las limitaciones que te ocasione el mismo como algo perteneciente a tu vida e intentes gestionarlo de la mejor forma posible a través de las virtudes, por ejemplo seguir disfrutando de las cosas que te ofrece la vida y seguir realizando proyectos importantes para ti dentro de las limitaciones que tengas. Buda dijo “el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional” , el sufrimiento excesivo sería para los filósofos estoicos una mala gestión en nuestra mente de ese dolor.

Para luchar contra los miedos psicológicos o sociales puedes seguir los siguientes pasos:

  1. Selecciona el miedo que quieres superar y toma la decisión de superarlo (Voy a superar mi miedo de hacer presentaciones en público, sé que puedo hacerlo porque es algo que está dentro de mi cabeza y por tanto dentro del ámbito de mi control)
  2. Observa tu miedo y reconoce las emociones que te provoca (Cuando hago una presentación en público me tiemblan las piernas, sudo, siento que se van a reír de mí, siento que lo voy a hacer mal, siento que no soy lo bastante bueno)
  3. Reflexiona sobe las emociones que provocan este miedo y redirígelas hacia tu propio bien (Creo que mis creencias son erróneas: que nadie se va a reír de mí, que me va a quedar bien la presentación si dedico el tiempo suficiente para prepararla)
  4. Entrena para superar ese miedo (Voy a realizar esta presentación para mi sólo varias veces, luego haré la presentación para alguien cercano, en todo el proceso voy a observar como se manifiesta mi miedo de hablar en público y voy a ir controlándolo poco a poco y voy a mejorar también la presentación)
  5. ¿Ya has entrenado lo suficiente? afróntalo (Voy a realizar mañana en mi empresa la presentación de este proyecto importante)

El miedo siempre estará presente para decirte lo que no puedes hacer, depende de ti enfrentar tus miedos y decirte a ti mismo que si puedes.

Para la gestión del estrés y la ansiedad: Vive el presente

«Lo que aconsejo es que no seas infeliz antes de la crisis; ya que puede ser que los peligros ante los que palideces nunca te alcanzarán; ciertamente aún no han llegado». Séneca.

Te estresas. Quieres llegar pronto. Quieres que todo salga bien. No quieres que ocurra nada malo: a tus seres queridos, a ti, a nadie. Séneca plantea lo que algunas corrientes de la psicología certificaron después: la ansiedad es ese sentimiento de esperar lo peor, sin que ello haya ocurrido. En otras palabras, se trata de un percepción subjetiva que nos lleva a esperar el mal. A vivir en función de algo malo, que todavía no ha sucedido. Séneca propone que deberíamos vivir simplemente en lugar de estar todo el tiempo preparándonos para vivir. Dejar ser las cosas. Dejar fluir los acontecimientos. Estar en el presente y no vivir en función de lo que pase después. De esta forma, si centramos nuestra atención en el presente, dejaremos de adelantarnos a un futuro que todavía no ha llegado. Un futuro que pintamos tan negro que en tantas y tantas ocasiones nos ha paralizado.

Cómo enfrentarse a las dificultades de la vida

A veces la vida se asemeja a una carrera de obstáculos, Marco Aurelio te diría que puedes transformar los obstáculos en el camino (fuente Wikimedia Commons)

El fundador del estoicismo Zenón lo perdió todo en un naufragio. Séneca tuvo problemas de salud, fue exiliado y tuvo que trabajar durante años en la corte de Nerón, un hombre inestable con afición a la sangre. Epícteto sobrevivió a treinta años de esclavitud. Si había un atributo que definía a los estoicos y su mentalidad era la resiliencia. Los obstáculos, las dificultades, la incertidumbre, el dolor, el fracaso, son partes inevitables de la vida, según los estoicos. Pero el sufrimiento no es inevitable, puedes mantenerte tranquilo y desafiante frente a todo lo que el destino te depare, sea bueno o malo. A continuación indicaremos algunas estrategias estoicas para fortalecer la resiliencia.

Dale la vuelta a los obstáculos

«El impedimento a la acción avanza la acción. Lo que se interpone en el camino se convierte en el camino». Marco Aurelio

Marco Aurelio, que fue el hombre más poderoso del mundo en su época se encontró con dificultades en su vida como cualquier otra persona, tuvo plagas y guerras en su imperio, inundaciones, bancarrotas y problemas familiares. Los estoicos te proponen un cambio de perspectiva frente a esos problemas, se trata de utilizar nuestra mente para trascender la adversidad, o mejor, para darle la vuelta, aprovechar esos problemas como oportunidades para crecer mediante el ejercicio de las virtudes. A finales de su reinado, Marco Aurelio recibió la noticia de que su general de mayor confianza, Casio Avidio, se había rebelado y declarado emperador. En lugar de enfadarse por la traición, Marco anunció a sus tropas que marcharía para sofocar la rebelión, y luego, una vez desarmada la amenaza, perdonó personalmente a Casio. Como dijo a sus hombres, “resolverían bien este asunto y demostrarían a toda la humanidad que hay una forma correcta de tratar incluso las guerras civiles”. Para Marco, una gran traición se convirtió en una oportunidad para crecer en virtud y mostrar al mundo un ejemplo de perdón.

Lo que te propone el estoicismo es que aceptes los problemas que surjan en tu vida, los analices sin pasión y utilices el ejercicio de las virtudes para generar oportunidades de mejora y crecimiento a partir de esos obstáculos. Ningún problema que surja te puede impedir actuar con sabiduría, justicia, templanza o coraje. La mayoría de las cosas malas que nos pasan, como ser despedidos, quedarnos sin dinero, ser rechazados o tener una enfermedad pueden ser una oportunidad para mostrar esas virtudes. Puedes aprovechar el ser despedido para buscar un trabajo mejor que se adecúe más a tus intereses, la falta de dinero para eliminar las cosas no imprescindibles de tu vida, el rechazo para darte cuenta que estabas con una persona que no te convenía o una enfermedad para disfrutar más de todo lo que puedes seguir haciendo. Nada en el estoicismo exige que aguantes los abusos de la vida como una especie de animal apaleado. Nadie te pide que te limites a aguantar lo que la vida te lanza, que no sientas nada. Al contrario, espera de ti algo mucho más grande y mejor que eso. El estoicismo te pide que veas más allá de esta impresión inicial o de este pequeño momento. Que lo transformes. Que encuentres lo bueno, la utilidad, en cada situación. Que te apoyes en ella. Que le des la vuelta al obstáculo.

Cambia la narrativa de tu historia

«La enfermedad es un impedimento para el cuerpo, pero no para la voluntad, a menos que la voluntad quiera ser impedida. La cojera es un impedimento para la pierna, pero no para la voluntad. Si te dices esto cada vez, descubrirás que el impedimento es para otra cosa pero no para ti mismo». Epícteto.

Esta frase de Epícteto se refiere a que no son las cosas las que nos molestan, sino lo que pensamos de ellas lo que nos hace todo el daño, que nuestra percepción de lo que es un obstáculo o una desventaja o una prueba es más poderosa que la realidad objetiva. Un hombre esclavizó a Epícteto al principio de su vida y lo dejó permanentemente lisiado, pero esto no afectó a Epícteto porque él se negó a ver ese impedimento físico como algo que lo condicionaba él era como persona. Se negó a decirse a sí mismo que estaba de alguna manera roto o condicionado como resultado de esta lesión. En cambio, se puede ver en sus enseñanzas que, una y otra vez, eligió contarse a sí mismo una historia más grande y mejor: Que había aprendido lo poderoso que era realmente, que ninguna persona podía detenerlo o dañarlo, aunque lo intentara. Tú también puedes elegir la historia que quieres contarte sobre ti mismo. Sí, tienes problemas, pero tú no eres el problema. Tienes defectos, pero no eres defectuoso. Puedes hacer una tontería pero eso no significa que seas tonto. Tú decide lo que significan las cosas para ti. Tú decides qué es un obstáculo y qué no lo es.

Ama el destino

«No busques que las cosas ocurran como tú quieres; más bien, desea que lo que ocurre ocurra como ocurre: entonces serás feliz». Epícteto

Los estoicos acuñaron la expresión Amor fati o amor al destino para describir una actitud en la que uno acepta todo lo que sucede en la vida, incluido el sufrimiento y la pérdida, como bueno o, al menos, necesario. Los estoicos construyeron gran parte de su filosofía sobre esta actitud de aceptar con templanza las cosas que suceden sin amargarse por ellas y utilizar las virtudes para sacar lo mejor de ellas en vez de perder el tiempo deseando que hubieran sido de otra manera. Puedes ser el empresario que convierte un problema en una fuente de dinero. Puedes ser la persona que toma sus propias experiencias y las convierte en sabiduría de la que se puede aprender y transmitir a los demás. Puedes ser el artista que convierte el dolor, la frustración, la humillación e incluso la destrucción en belleza. Puedes abrazar lo que sucede, aunque sea exactamente lo contrario de lo que te propusiste. Porque lo que sucede sigue presentando sus propias oportunidades para tu carácter y tu poder de respuesta. Ama lo que sucede y utilízalo para mejorar, para buscar oportunidades.

Persiste y resiste

«Nuestras acciones pueden ser impedidas… pero no puede haber ningún impedimento para nuestras intenciones o nuestras disposiciones. Porque podemos acomodarnos y adaptarnos. La mente se adapta y convierte a sus propios fines el obstáculo a nuestro actuar». Marco Aurelio.

Los estoicos nos indican que persistir en el ejercicio de las virtudes y resistir a todo aquello que nos aleja de las virtudes nos ayudarán a vivir una vida de paz y bondad. Persistimos en nuestros esfuerzos, persistimos en tratar de ser un buen ejemplo para los demás, persistimos en nuestra formación, persistimos a pesar de los obstáculos que se nos presentan. a la tentación, a la desesperación, a la corrupción o la degradación. Resistimos a ceder, resistimos a la tentación, resistimos a la desesperación y resistimos a la degradación. Los estoicos nos recomendaban entrenar ese espíritu de resistencia, por ejemplo huyendo de las comodidades. Yo suelo hacer duchas de contraste con agua fría y caliente porque he leído que es bueno para mejorar la circulación de la sangre, para mejorar el sistema inmunitario y para reducir el estrés, pero me quedé sorprendido cuando leí a Ryan Holiday decir que él también lo hacía, pero no principalmente por motivos de salud sino por obligar al cuerpo a soportar una incomodidad como es recibir agua fría, un entrenamiento estoico para mejorar nuestra capacidad de resistencia.

Piensa en que puede suceder lo peor y prepárate para ello

«Lo que no se espera es más aplastante en su efecto, y lo inesperado aumenta el peso de un desastre. Esta es una razón para asegurar que nada nos tome por sorpresa. Debemos proyectar nuestros pensamientos por delante en cada momento y tener en mente todas las eventualidades posibles en lugar de sólo el curso habitual de los acontecimientos… Ensaya en tu mente: exilio, tortura, guerra, naufragio. Todos los términos de nuestra suerte humana deben estar ante nuestros ojos». Séneca.

Estamos acostumbrados a utilizar técnicas de visualización positiva para interiorizar que podemos lograr un objetivo, por ejemplo los atletas se imaginan que van a llegar los primeros de una carrera durante sus entrenamientos y esto les hace ganar confianza en que pueden conseguirlo. Los estoicos nos recomiendan que utilicemos también técnicas de visualización negativa , es decir que imaginemos las cosas que pueden salir mal o que nos pueden arrebatar y nos preparemos para ello. El estoico no ve este acto de visualización negativa como algo pesimista, sino simplemente como un rasgo de su optimismo seguro de sí mismo: estoy preparado para afrontar cualquier cosa que ocurra y también estoy dispuesto a hacer el trabajo necesario para responder a las eventualidades que intenten arruinar mis objetivos. Una posible forma de aplicar esta técnica sería:

  1. Desarrolla una lista con todos los asuntos en el futuro que te dan miedo que vayan a salir mal. (Ej. despido en el trabajo, muerte, enfermedad, que te deje tu pareja, …). Por ejemplo, esta actividad puede salir mal y es crítica para mi proyecto.
  2. Después pregúntate a ti mismo: ¿Qué es lo peor que podría pasar si…? Y coloca después tu miedo. Por ejemplo, si falla esta actividad se va a retrasar el proyecto 6 meses.
  3. Una vez que sepas qué es lo peor que podría sucederte, se consiguen dos efectos. El primero, la mayoría de veces la ansiedad se reduce porqué visto racionalmente nada es demasiado grave. Y el segundo, tu cerebro se pone a pensar en posibles soluciones. Por ejemplo, voy a pensar en un Plan B por si falla esta actividad.
  4. Ponte a pensar proactivamente en soluciones a los desenlaces. ¡Anótalas en un papel!. Para miedos o problemas leves, con una posible solución será suficiente. Sin embargo, es posible que si el problema es más grave necesites elaborar un plan para superar el problema. Por ejemplo, ya he diseñado un Plan B que reducirá el retraso sólo 1 mes, lo dejo preparado para ejecutar si esta actividad del proyecto sale mal.

Cómo definir tus objetivos y dar los pasos necesarios para conseguirlos

Persona persiguiendo sus objetivos (Fuente Wikimedia Commons)

En el contexto del Universo, el que se haya producido la vida es un milagro. Dentro del milagro de la vida, el hecho de tu existencia es un pequeño milagro. Tú eres alguien diferente a los demás, un ser individual con sus propios sueños y sentimientos, una persona valiosa por si misma. Sería una pena que desperdiciases el regalo de la vida que te ha sido otorgado simplemente dejándote llevar por ella sin ningún objetivo. La mejor forma de aprovechar este regalo es definir los objetivos que den sentido a tu existencia y dar los pasos necesarios para conseguirlos. Si quieres dirigir tu vida hacia la consecución de tus sueños tienes que pasar a la acción .Veamos como los estoicos te pueden ayudar a definir tus objetivos y dar los pasos necesarios para conseguirlos.

Define tus propios objetivos en la vida

«No hay viento favorable para el que no sabe donde va». Séneca.

Los filosofos estoicos reconocen que en general vivimos no según nos dicta la razón sino por imitación de lo que hacen los demás. Nos animan a que definamos nuestros propios fines y objetivos ya que sin objetivos no aprovecharás todas tus potencialidades, ni disfrutarás completamente de la vida, ni realizarás nada importante. Marco Aurelio indica que aún las más pequeñas acciones deberían tender a un fin propuesto que debería estar alineado con la razón, con la utilidad pública y con las leyes de la naturaleza. También indica que tus objetivos no deberían estar guiados por la ambición o por lo que es agradable. Con estos postulados te toca a ti definir tus propios objetivos, puede ser realizar unos estudios, participar en algún trabajo colectivo, mejorar en ciertos aspectos de tu trabajo, etc. Yo hace algún tiempo trabajé por los objetivos de mejorar mi salud y practicar un deporte saludable como es la marcha nórdica que seguro que les gustaría practicar a los filósofos estoicos ya que aparte de mejorar tu salud física puede ayudar a la mejora de tus procesos mentales. Ahora me he puesto como objetivo escribir un libro de ficción del género de fantasía en el que estoy trabajando. ¿Tienes miedo de que tus objetivos sean demasiado importantes o difíciles? No tengas miedo, sólo dedícate a realizarlos. Séneca decía que «No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero realmente son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas».

Identifica cuales son tus actividades importantes y realízalas, identifica tus actividades no importantes y deja de hacerlas

«Es esencial que recuerdes que la atención que le des a cualquier acción debe ser proporcional a su valor.» Marco Aurelio.

¿Ya has definido tus objetivos? Ahora prioriza tu tiempo a su realización y ahorra tiempo dejando de hacer actividades poco importantes. La vida es demasiado corta para perder tiempo realizando cosas de poco valor, el primer mandamiento para ser productivos sería dedicar nuestro tiempo a las cosas que consideramos importantes y dejar de hacer otras cosas sin valor. Identifica cuales son las actividades importantes para ti y realízalas. Por ejemplo, ahora es importante para mí escribir un libro de ficción así que he reservado un número de horas a la semana para realizar esta. Identifica tus actividades no importantes y deja de hacerlas o redúcelas. Por ejemplo, he reducido el tiempo que empleo en ver la televisión o navegar por redes sociales o Internet para leer informaciones no importantes y ese tiempo que he ahorrado lo dedico a actividades más importantes como la de escribir un libro. Es increíble el tiempo que malgastamos diariamente que podríamos emplear en cosas importantes, no te das cuenta de ello hasta que no identificas esas actividades no importantes y dejas de hacerlas. Séneca decía que no es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho. Marco Aurelio decía que la mayoría de lo que hacemos y decimos no es esencial. Pregúntate en cada momento, ¿es esto necesario?. Cuando no haces una cosa importante porque te dices a ti mismo la excusa de que “No tengo tiempo” reflexiona sobre si eso es realmente cierto, o podrías ahorrar tiempo de cosas no importantes y dedicar al menos un tiempo diario, aunque no sea mucho, a las cosas importantes, en la mayoría de los casos verás que tu excusa no es válida.

Crea hábitos que te ayuden a cumplir tus objetivos y hábitos que te ayuden a dejar de hacer cosas poco importantes

«Todo hábito y capacidad se confirma y crece en sus acciones correspondientes, el caminar por el caminar, y el correr por el correr… por lo tanto, si quieres hacer algo, hazlo un hábito». Epícteto

Los estoicos eran grandes partidarios de los hábitos y las rutinas. En un mundo en el que muchas cosas están fuera de nuestro control, comprometernos con una rutina que sí controlamos es una forma de establecer y recordar nuestro propio poder. Sin un horario disciplinado, la procrastinación se instala inevitablemente ¿Qué debo hacer primero? ¿Qué debo hacer después? ¿Debo apresurarme a abordar este problema o apresurarme a apagar este fuego?.

Una vez que has identificado las actividades importantes que quieras hacer, genera un hábito para facilitar su realización. Para establecer el hábito necesitarás programar un espacio, un tiempo y unos elementos facilitadores para ello. Por ejemplo, voy a dedicar todos los días una hora y media a la escritura de mi libro a las 21:30, en esta habitación y en esta mesa que tendré ordenada para empezar a trabajar. Por ejemplo, para mejorar mi salud he adoptado el hábito de sólo adquirir comida saludable en el supermercado y el hábito de practicar regularmente un deporte saludable como es la marcha nórdica. Una vez que has identificado las actividades NO importantes que quieres eliminar, genera un hábito para dificultar su realización. Por ejemplo, voy a quitarle las pilas al mando de la televisión y las voy a guardar en un cajón para no tener la tentación de encenderla o voy a dejar el móvil en otra habitación para hacer mi actividad importante sin interrupciones.

Consigue una ganancia al día, la suma de las ganancias diarias te hará conseguir tus objetivos

«El bienestar se realiza con pequeños pasos, pero en realidad no es una cosa pequeña». Zenón

El estoico griego Antípatro comparó la búsqueda de la virtud con el entrenamiento del tiro con arco. Todos los días se practica, se fortalece el brazo y se entrena el ojo para enfocar el blanco. Luego disparas tu tiro. En un buen día, das en la diana. En un mal día, una ráfaga de viento puede desviar la flecha del objetivo. Pero vuelves a entrenar al día siguiente, y al siguiente, y aunque siempre habrá ráfagas de viento y otros factores que escapan a tu control, día a día tus probabilidades de dar en el blanco aumentan.
Un aumento por día. Eso es todo. Esta es la clave de la productividad: recordar que el trabajo incremental, constante, humilde y persistente es el camino hacia la mejora. Tu negocio, tu libro, tu carrera, tu cuerpo, los construyes con pequeñas cosas, día tras día. Por ejemplo, en la escritura de mi libro me he puesto un objetivo mínimo de escribir dos hojas al día, eso hará que en 100 días ya tenga 200 hojas escritas del libro.

Concéntrate en tus Acciones, no en los resultados de las mismas

«La principal tarea en la vida es simplemente ésta: identificar y separar los asuntos para poder decirme claramente cuáles son los externos que no están bajo mi control, y cuáles tienen que ver con las elecciones que realmente controlo. ¿Dónde busco entonces el bien y el mal? No en lo externo incontrolable, sino en mi interior, en las elecciones que son míasa». Epícteto

Los estoicos hablan de concentrarse en nuestros pensamientos y acciones y desprenderse de los resultados y las consecuencias de los mismos. “No dejes que tu imaginación sea aplastada por la vida en su conjunto”. Crisipo de Solos, conocido como “el segundo fundador del estoicismo”, se entrenó como corredor de larga distancia antes de dedicarse a la filosofía, y una de sus metáforas sobre la búsqueda del éxito la extrajo de esa experiencia: “El que corre una carrera debe esforzarse y luchar al máximo para salir vencedor; pero es totalmente erróneo que haga tropezar a su competidor, o que lo haga a un lado”. En una carrera, como en la vida, es totalmente justo luchar por ganar con todas tus fuerzas, pero en última instancia, estás compitiendo contra ti mismo, no contra tus competidores. Perder una carrera que has corrido lo mejor que has podido es una victoria mucho más genuina que ganar una carrera haciendo tropezar a tu oponente. Cuanto menos apegados estemos a los resultados, mejor. Cuando el cumplimiento de nuestras propias normas -cuando hacemos lo correcto- es lo que nos llena de orgullo y autoestima, cuando el esfuerzo es suficiente, nos liberamos. Deja que esa sea tu mentalidad. Céntrate sólo en lo que tienes delante. Sin tensiones, sin luchas, sin preocupaciones. Sólo un simple movimiento tras otro con un solo objetivo: tu mejor esfuerzo.

Medita sobre tu mortalidad, te ayudará a cumplir tus objetivos

«Haz todo como si fuera lo último que haces en tu vida». Marco Aurelio.

Los estoicos nos decían que recordemos que somos mortales y que podemos dejar la vida en cualquier momento con el fin de que prioricemos las cosas importantes y que las realicemos ahora, ya que si las posponemos a un momento en el futuro a lo mejor ese momento ya no existe y habremos dejado de hacer cosas importantes. Diariamente escucho a personas decir que una actividad importante para ellos ya la harán el fin de semana, o en vacaciones o cuando se jubilen; están posponiendo algo importante que sería mejor que se dedicaran a ello ahora mismo, aunque fuera dedicar un poco de tiempo cada día. El ser conscientes de nuestra mortalidad (Memento Mori) nos ayudará a no procrastinar en la realización de nuestros objetivos. “Podrías dejar la vida ahora mismo”, recuerda, “deja que eso determine lo que haces, dices y piensas”. Las palabras de Marco Aurelio no pretendían crear pánico, sino prioridad, humildad, urgencia en la realización de nuestros objetivos. Aunque sería maravilloso que no existiera la muerte, podemos utilizarla como herramienta. Podemos utilizarla como un estímulo para avanzar. Podemos usarla para ayudarnos a priorizar lo que es verdaderamente importante. Podemos utilizarla para aprovechar el día de hoy.

Cómo actuar en la sociedad y en el mundo

Todos vivimos en el mismo planeta (fuente Wikimedia Commons)

«El hombre sabio se involucrará en los asuntos públicos a menos que algo se lo impida». Zenón de Citio.

Los estoicos se diferenciaban de otras escuelas filosóficas de la antigüedad en que estaban a favor de actuar en la sociedad y en el mundo para mejorar las cosas mediante el empleo de las cuatro virtudes cardinales. Los estoicos veían su responsabilidad en términos de círculos concéntricos cada vez mayores: desde la preservación del yo hasta el cuidado de la familia, de la familia extendida, de los conciudadanos, de los compatriotas y, finalmente, de toda la raza humana. Los estoicos decían que el trabajo más importante de un estudiante de filosofía es el acto de convertir las palabras en obras. Convertir las lecciones en acciones en el mundo real. Vamos a ver en esta sección algunos consejos estoicos de como actuar hoy en día en la sociedad.

Haz cosas buenas para las personas que te rodean, para la sociedad y para el mundo en general

«El bien de una persona sabia es el altruismo. Para lo que hemos nacido. Eso no es nada nuevo. ¿Recuerdas?». Marco Aurelio.

Una y otra vez, los estoicos hablan de comunidad, asociación, compañerismo, vecindad y de nuestra relación con un todo mayor. Incluso tenían una palabra para esto: sympatheia (“conexión con el cosmos”). Así que tu trabajo hoy, e idealmente cada día es salir a tu comunidad y hacer algo bueno.
Puede ser algo pequeño o grande. Puede ser costoso o barato, puede ser tu tiempo o tu trabajo o cualquier otra cosa de valor… para otras personas. Ofrécete a hacerle unas compras a tu vecino anciano. Colabora con alguna causa benéfica como, por ejemplo, los bancos de alimentos para personas necesitadas. Realiza acciones para cuidar el medio ambiente como, por ejemplo, evitar desplazamientos en coche particular. Ve a ver a alguien que pueda estar solo. Ofrécete para ayudar a un compañero de trabajo en su cometido. Puede ser haciendo un poco aquí, un poco allá. Piensa en cómo puedes mejorar el día de otras personas y del mundo en general. Es tu trabajo pensar en esto. Es tu trabajo tratar de aligerar la carga de los demás, ser útil y ser una fuerza positiva en el mundo.

No juzgues a otras personas

«Sé tolerante con los demás y estricto contigo mismo». Marco Aurelio.

El estoicismo no es una filosofía social que se supone que debes proyectar en el mundo y aplicar a los demás. Es una filosofía personal que está diseñada para dirigir tu propio comportamiento. Un estoico está abierto a la idea de que a veces las personas se van a comportar de forma idiota o poco fiable o cualquier otra cosa… lo que sea. Por un lado los estoicos opinan que dejemos que otras personas sean como sean aunque se comporten de forma poco sabia, es algo que no está bajo nuestro control. Pero por otro lado, los estoicos opinan que debes realizar acciones para mejorar la sociedad, así que creo que es tu responsabilidad ver si puedes ayudar a esa persona a mejorar su comportamiento sin hacerlo de forma intrusiva u obligándole a ello, por ejemplo, si se comporta mal respóndele con un buen comportamiento para que esta persona reflexione sobre sus actos en base a tu ejemplo. Los estoicos opinan que igual que deberías ser caritativo con los demás, deberías ser disciplinado contigo mismo y con tus reacciones. Si alguien hace el ridículo, déjalo, o ayúdalo a mejorar si fuera posible. Si tú actúas de forma ridícula, detecta el problema, detenlo y trabaja para evitar que ocurra en el futuro. Lo que tú hagas está bajo tu control. Es asunto tuyo. Sé estricto al respecto. Personalmente, creo que juzgar a una persona puede romper las barreras de comunicación entre ella y tú, y por tanto hacer más difícil que se pueda resolver el problema que tengáis entre ella y tú. La Madre Teresa de Calcuta también dijo: Si juzgas a las personas, no tendrás tiempo para amarlas.

Respecto a la elección de las emociones con el que relacionarnos con otras personas elige el asa benéfica

«Toda cosa tiene dos asas, una que sirve para llevarla y otra que no. Si tu hermano comete faltas, no lo agarres de la primera, del hecho que cometa faltas (pues este esa es la que no sirve para llevarlo); agárralo mejor de la segunda, del hecho de que es tu hermano, porque ha sido criado contigo: así lo tomarás por la que sirve para llevarlo». Epícteto.

Epícteto dijo que cada situación tiene dos asas: una que soportará el peso y otra que probablemente no lo hará. Nosotros elegimos, decía, a qué asa agarrarnos. Elegimos si tratamos de ver lo mejor de la gente o lo peor. Elegimos si buscamos la ira o la comprensión. Un hombre en un gran camión te corta el paso en el tráfico. ¿Qué vas a pensar? ¿Qué es un imbécil al que hay que pitar y gritar? ¿O que probablemente es una persona honorable que no te ha visto?. Una mujer se cruza delante de ti en el supermercado. ¿Es una amenaza para la sociedad que rompe las reglas? ¿O es una buena persona que no te ha visto y que tiene prisa por recoger a su hija del colegio?. Tu padre hace tiempo que no te llama. ¿Es porque no te quiere, o simplemente está respetando tu espacio, pensando que prefieres que no te llame?
Cada día está lleno de estas situaciones. Nos presenta dos opciones, dos asideros. Depende de nosotros decidir cuál vamos a utilizar. Podemos ir por ahí pensando que todo el mundo es un monstruo y que va a por nosotros. O podemos tratar de pensar en el escenario menos obvio, pero mucho más probable: que están pasando por sus propios problemas al igual que nosotros. Que cometen errores, igual que nosotros. Y que todos nos llevaríamos mejor (y estaríamos menos molestos) si eligiéramos la postura caritativa -la postura del perdón- en la medida de lo posible.

Resumen

En este artículo he propuesto que se vuelva a considerar el incluir de forma obligatoria la asignatura de filosofía en la ESO dentro del sistema educativo español por sus grandes beneficios de desarrollar nuestro pensamiento reflexivo y crítico y por sus aplicaciones prácticas en la gestión de nuestra vida diaria. También he explicado como aplicar las enseñanzas de los filósofos estoicos a la gestión de los siguientes aspectos importantes de nuestra vida:

  • Cómo ser Feliz
  • Cómo gestionar las emociones negativas
  • Cómo enfrentarse a las dificultades de la vida
  • Cómo definir nuestros objetivos y dar los pasos para realizarlos
  • Cómo actuar en la sociedad y en el mundo

La filosofía se puede introducir también a los niños en edades más tempranas tal como defienden desde la corriente de Filosofía para niños. Relacionado con un libro para niños que escribí (Nico el pequeño detective) he creado una serie de temas de discusión para niños por si quieres usarlos como recurso educativo con ellos.

¿Demasiada filosofía no? ¿Te apetece ver ahora un poco de fútbol para relajarte? Por cortesía de Monty Python te dejo un partido de fútbol entre filósofos, yo siempre apoyaré al equipo de los filósofos griegos.

Te adjunto el enlace para la versión en inglés de este artículo.

Lecturas que puedes realizar

Este artículo es tan sólo una introducción a los principios de la filosofía estoica y su aplicación en la vida diaria. Si quieres profundizar en la filosofía estoica puedes leer los siguientes libros:

  • Las Meditaciones de Marco Aurelio. Es mi libro favorito de no ficción, si no lo has leído te envidio porque tendrás la posibilidad de descubrirlo.
  • Las Cartas a Lucilio de Séneca.
  • Los Discursos de Epícteto.

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© Virgilio Postigo Cubo. Abril de 2022.

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Si necesitas recursos educativos para educar en valores a los niños he creado al Blog Cuentos para educar donde presentaré cuentos clásicos adaptados a los niños para ofrecerles una historia divertida y con enseñanzas fáciles de entender. Cada uno de ellos puede utilizarse como material educativo para ayudar a los niños a desarrollar valores y lecciones importantes para la gestión de sus vidas.

También puedes acceder a material didáctico gratuito para niños de mi libro “Nico, el pequeño detective” en el siguiente enlace. Nico es un niño que para ayudar a los demás se hace detective, y buscando casos que resolver se embarca en todo tipo de aventuras.

Enlace de los libros que he publicado en Amazon
https://www.amazon.es/Virgilio-Postigo-Cubo/e/B08LBXHMVG

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Virgilio Postigo

Telecommunications Engineer based in Madrid, Spain. Interested in technology, writing, education, psychology, health, environment, and improvement of society.