Los dos agricultores y el bambú japonés

Virgilio Postigo
9 min readFeb 9, 2023

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Plantas de bambú en el jardín botánico de Coímbra (fuente Wikimedia Commons)

1) Introducción

Este escrito forma parte de una serie de artículos denominados Cuentos para educar donde presentaré cuentos clásicos adaptados a los niños para ofrecerles una historia divertida y con enseñanzas fáciles de entender. Cada uno de ellos puede utilizarse como material educativo para ayudar a los niños a desarrollar valores y lecciones importantes para la gestión de sus vidas. Puedes utilizarlos con los niños de la manera siguiente:

  • 1) Primero que lean el cuento que se incluye y que respondan una serie de preguntas relacionadas con el mismo, repasar las respuestas con ellos.
  • 2) A continuación, que hagan un resumen del cuento con sus propias palabras y sin tener el texto delante, revisar el resumen con ellos.
  • 3) Por último, contrastar con los niños las enseñanzas que han aprendido del texto. Se sugiere realizarles unas preguntas y explicarles después un resumen de las enseñanzas. También se propone aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria de los niños. En el caso de este cuento, la aplicación propuesta es un reto académico que sería la mejora de su comprensión lectora de textos.

Otro posible uso de estos artículos sería utilizarlos para el fomento a la lectura, y también para el trabajo de la comprensión lectora de los textos, que es un aspecto que la mayoría de los niños tienen que mejorar.

2) Lectura del cuento “Los dos agricultores y el bambú japonés”

Érase una vez dos agricultores que, camino al mercado de su pueblo, se pararon en el puesto de un viejo vendedor de semillas sorprendidos por unas semillas que nunca habían visto antes.

— Mercader, ¿De qué planta son estas semillas? — le preguntó uno de ellos.

— Son semillas de bambú. Vienen de Japón y son unas semillas muy especiales. — contestó el mercader.

— ¿Y por qué son tan especiales? — le preguntó uno de los agricultores.

— Es difícil de explicar. Si se las llevan y las plantan verán por qué. Sólo necesitan agua y abono. — les respondió.

Los dos agricultores sintieron curiosidad por esas semillas ¿Cuál sería el secreto que escondían? ¿En qué se convertirían? Así que decidieron comprar algunas semillas de bambú.

Una vez en sus tierras, los agricultores plantaron las semillas y siguiendo las indicaciones del mercader, empezaron a regarlas y a abonarlas con mimo.

Pero pasaron los días, las semanas y los meses, las semillas no germinaban mientras que el resto de los cultivos seguían creciendo y dando frutos; entonces uno de los agricultores muy enfadado de estar trabajando sin resultados, le dijo al otro:

— Aquel viejo mercader nos engañó con las semillas. ¡De estas semillas jamás saldrá nada!

Y entonces, preso de la rabia, decidió dejar de regarlas y abonarlas.

Sin embargo, el otro campesino decidió seguir cuidándolas, no le costaba mucho hacerlo cada día, mientras hacía los trabajos diarios del campo, y todavía tenía esperanzas que de aquellas semillas brotara una planta.

Cada día que su amigo le veía atendiendo a esas semillas se burlaba de él.

— ¿Cómo está el bambú? ¿Ha crecido mucho hoy?

Él no se lo tomaba a mal, sabía que era una pequeña broma, como las que se gastaban cada día, y seguía cuidando de sus plantas.

Siguieron pasaron los meses sin resultados. Y también los años: uno, dos tres y así hasta siete años.

Y entonces, al séptimo año, cuando el agricultor ya casi había perdido la esperanza en aquellas semillas, se sorprendió al ver que las plantas de bambú ya habían asomado sus tallos. Loco de contento fue a comunicárselo a su amigo, quien al ver aquellas plantas tan pequeñas dijo:

— Si los ha llevado siete años crecer este poco ¿Cuántos años más tendrán que pasar para ser una planta adulta?

El agricultor no se desanimó por estas palabras, y siguió regando y abonando sus plantas. Y entonces sucedió la magia, en solo seis semanas, el bambú creció, creció y creció… hasta alcanzar los treinta metros.

— ¡Milagro! ! ¡Milagro! — le dijo su amigo al ver como habían crecido las plantas. Y entonces le felicitó por todos los años de trabajo dedicados hasta haber conseguido que el bambú creciera hasta esa altura.

Los bambúes se hicieron famosos en el lugar, todos los vecinos se acercaron a verlos, y también empezó a venir gente de otros pueblos. En una de aquellas visitas acudió un botánico de la gran ciudad, y cuando se les presentó, nuestros amigos aprovecharon para preguntarle:

¿Cómo era posible que el bambú hubiese tardado siete años en germinar y en sólo seis semanas hubiese alcanzado ese gran tamaño?

Todo el mundo que les rodeaba guardó silencio esperando la respuesta de aquel hombre.

— No ha tardado siete años en germinar, durante esos años ha estado creciendo — dijo el botánico.

— ¿Cómo que creciendo? Si nosotros no hemos visto nada en estos años, sólo le hemos visto crecer las seis últimas semanas — dijo un vecino del pueblo.

— Durante los siete primeros años el bambú ha estado creciendo por debajo de la tierra, ha estado creando un sistema de raíces necesarias para sostener a la planta en el crecimiento tan rápido que habéis visto en las últimas semanas — explicó el botánico.

Entonces todos comprendieron que el bambú había estado creciendo durante siete años y seis semanas, pero sólo se había visto el resultado las últimas seis semanas.

Todo el mundo felicitó al agricultor que no se había desanimado en aquellos años sin obtener resultados, y había seguido con paciencia regando y abonando el bambú hasta conseguir que creciera. Entonces se convirtió en el agricultor más respetado del pueblo, todo el mundo buscaba su compañía para escuchar sus sabios consejos.

3) Actividades que pueden hacer los niños con este cuento

3.1) Responder las siguientes preguntas relacionadas con el cuento

  • ¿De qué país proceden las semillas de bambú de este cuento?
  • ¿Por qué compran las semillas los agricultores protagonistas de esta historia?
  • ¿Qué necesitan las plantas de bambú para su cuidado según el mercader que se las vendió?
  • ¿Por qué uno de los agricultores deja de cuidar las plantas de bambú
  • ¿Por qué el otro agricultor decide seguir cuidando de las plantas
  • ¿Cuánto tarda la planta de bambú en crecer hasta 30 metros? ¿de ese tiempo cuanto corresponde al crecimiento de las raíces y cuento tiempo al crecimiento del tallo y hojas?

3.2) Después de haber respondido las preguntas anteriores, hacer un resumen del cuento

3.3) A continuación revisar con los niños la enseñanza que han aprendido del texto:

  • Por ejemplo, preguntándoles: ¿Qué enseñanza has aprendido de este cuento?
  • También pidiéndoles que os expliquen si han encontrado alguna situación similar a la del cuento y como la han afrontado
  • Revisar con ellos el resumen de las enseñanzas con la ayuda de las explicaciones de la sección 4 de este artículo.
  • Finalmente, proponerles aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria tal como se indica en la sección 4 de este artículo. En el caso de este cuento, la aplicación propuesta es un reto académico que sería la mejora de su comprensión lectora de textos.

4) Enseñanzas y valores que se pueden aprender en este cuento

Este cuento puede servir para enseñar a los niños que, en general, las cosas que merece la pena conseguir en la vida (dominar alguna materia, el llegar a ser bueno en una práctica deportiva, el llegar a ser bueno en una práctica artística, etc.) necesitan de un largo proceso de desarrollo que requiere de mucha paciencia, esfuerzo y dedicación. Este esfuerzo a corto plazo no suele dar resultados, lo cual puede desanimar a los niños, pero si se sigue perseverando y trabajando lo suficiente llegará el día que ese esfuerzo dará sus frutos y tendrá un rápido crecimiento sostenido sobre las bases fuertes del trabajo realizado, como le ocurrió al bambú de esta historia. Los niños suelen ser impacientes y querer resultados a corto plazo, pero si se les explicar que el obtener un resultado requerirá de un proceso, y se les explica cómo será el proceso en cada caso, estarán más dispuestos a esforzarse el tiempo necesario hasta ver el milagro de obtener los resultados.

Este cuento también enseña que el resultado, la solución o la recompensa que buscamos puede llegar cuando menos nos lo esperamos, y nos recuerda que no hay que darnos por vencidos a la primera de cambio, hay que seguir perseverando hasta conseguir nuestros objetivos. El agricultor del cuento sigue cuidando de la planta, aunque no vea resultados a corto plazo porque está dispuesto a trabajar por su objetivo de ver crecer al bambú.

Si los niños se encuentran en un momento en el que parece que no pasa nada o en el que se sienten estancados, antes de que se desesperen anímalos, diles que no desistan y que recuerden el cuento del bambú japonés. Lo más seguro es que, como él, estarán echando raíces y madurando el proceso necesario para luego poder sostener los resultados buenos que les lleguen, que seguido que les llegarán.

5) Ejemplo práctico: mejorar la comprensión lectora de textos

En el caso de este cuento, la aplicación propuesta es un reto académico que sería la mejora de su comprensión lectora de textos. Muchos niños tienen dificultades en este aspecto que tiene una importancia muy grande en su rendimiento académico en general. Parece algo relacionado sólo con la asignatura de lengua, pero no es cierto, ya que, al leer, por ejemplo, un enunciado de un problema de matemáticas si no se comprende bien se hará mal el problema por muchas matemáticas que se sepan.

Los tres pasos que te propongo para afrontar este desafío serían:

Primero: trabajar la autoestima y la seguridad personal de los niños. Alabar sus capacidades y decirles que pueden mejorar su comprensión lectora si se lo proponen y trabajan lo suficiente.

Segundo: contarles cómo va a ser el proceso, que la mejora no se conseguirá de la noche a la mañana, sino que les llevará varias semanas en las que;

  • Cada día les proporcionareis un texto para leer,
  • Después de leerlo tendrán que contestar varias preguntas sobre el mismo para verificar que han captado los aspectos clave, y
  • Por último, tendrán que hacer un resumen del texto en sus propias palabras para verificar que lo han entendido y son capaces de explicarlo.
  • Una vez hecho este trabajo decidles que vosotros lo revisaréis, apuntaréis los fallos a mejorar y se los explicareis. Decidles que no hay que estar tristes por los fallos, todo lo contrario, son una oportunidad de detectar que se debe mejorar para no repetir el fallo la próxima vez. En este proceso hacedle preguntas abiertas sobre lo que el niño ha leído para ayudarlo a desarrollar su capacidad para inferir y deducir información. Enseñadle también al niño cómo buscar pistas en el texto, cómo hacer predicciones y cómo resumir lo que ha leído.

Tercero: ya sólo queda que comencéis este proceso con ellos que durará varias semanas, podéis comprar libros de comprensión lectora adecuados a su edad o curso o buscar recursos por internet para ello. De hecho, este artículo que estás leyendo sería un ejemplo de recurso a utilizar para mejorar la comprensión lectora, hay un cuento para leer, se hacen unas preguntas sobre el mismo y se invita a hacer un resumen del cuento con las propias palabras del niño.

El método propuesto entiendo que es suficiente, además podrás reforzarlo adicionalmente con otras estrategias, como fomentar su interés por la lectura proporcionando al niño una variedad de libros y materiales de lectura para que pueda explorar temas de su interés. Continuad practicando y reforzando las habilidades de lectura a medida que el niño crece. A medida que el niño desarrolla su comprensión lectora, aumentar la dificultad del material de lectura y desafiar al niño a continuar aprendiendo.

6) Origen de este cuento

Este cuento es una versión del cuento “El bambú japonés” que es de origen desconocido, pero se cree que proviene de la tradición oral japonesa. En general, el cuento del bambú japonés es visto como una metáfora para la virtud de la paciencia y la perseverancia, y se utiliza para enseñar a las personas sobre la importancia de ser perseverante y de no rendirse ante la adversidad.

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© Virgilio Postigo Cubo. 2023.

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Written by Virgilio Postigo

Telecommunications Engineer based in Madrid, Spain. Interested in technology, writing, education, psychology, health, environment, and improvement of society.

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