Enseña a tus hijos a transformar los problemas en oportunidades

Virgilio Postigo
10 min readDec 8, 2023
Tom Sawyer pintando la valla de su tía Polly (fuente Wikimedia Commons)

Este artículo tiene como objetivo aportar recursos educativos que puedas usar para enseñar a tus hijos a transformar los problemas en oportunidades. Es importante que los niños aprendan que se pueden enfrentar con una mentalidad positiva a los problemas que les surjan en la vida, e intentar darles la vuelta para transformarlos en una oportunidad para crecer y obtener algún beneficio para ellos y para la sociedad.

Espero que te sea de interés para trabajarlo con tus hijos, primero que lean el cuento que se incluye titulado “¿Me dejas pintar tu valla?”, y después trabajad el resto de las actividades. Puedes compartir el artículo con las personas de tu entorno que pienses que puedan estar interesadas.

Este artículo es uno de los capítulos del libro titulado “Educa en valores a tus hijos y conviérteles en Superhéroes” que es un manual para asegurar el bienestar y la felicidad de nuestros hijos mediante el fomento y desarrollo de sus valores fundamentales. En el período del 18 al 22 de diciembre pondré para descarga gratuita la versión Kindle de este libro por si quieres empezar a utilizarlo en estas vacaciones de Navidad con tus hijos.

1) Lectura del cuento “¿Me dejas pintar tu valla?”

Era una mañana soleada de un sábado de principios de verano, Tom Sawyer había sido castigado por su tía Polly por haberse portado mal en el colegio la semana anterior. Estaba de pie con una brocha grande y sintiéndose muy triste por tener que pintar toda la valla que rodeaba la casa de su tía. Ella había salido ese día a visitar a su hermana, le había dicho que volvería a la hora de cenar, y que esperaba que a su vuelta toda la valla estuviera pintada, o si no, que se atuviera a las consecuencias. Tras un rato pintando se dio cuenta que la tarea era muy pesada y que le llevaría todo el día.

Al rato salió Jim a recoger agua, Jim era un chico que ayudaba a su tía Polly a hacer tareas en la casa.

— Oye, Jim: yo iré a traer el agua si tú pintas una parte de la valla — le ofreció Tom.

Jim sacudió la cabeza y contestó:

— No puedo Tom. Tu tía Polly me ha dicho que tengo que traer el agua y no entretenerme con nadie. Además, me prohibió que te ayudara a pintar la valla.

Entonces Tom le dijo que, si le ayudaba, le daría su peonza. Jim se ofreció entonces, a pintar una parte de la cerca, pero no aceptó cambiar sus trabajos porque temía que la tía Polly también le castigara a él si alguien le contara que habían visto a Tom ir a por agua en vez de a él. Después de cumplir el trato, Jim se marchó corriendo a por el agua.

Tom empezó a pensar en todas las actividades divertidas que estaría realizando aquel sábado si no fuera por ese castigo. A lo lejos vio a Ben Rogers que se acercaba comiendo una manzana, Tom empezó a temer que se riera de él al verle hacer aquel trabajo. Entonces, en aquel momento desesperado, Tom sintió una inspiración. Cogió la brocha, puso la mejor de sus sonrisas, y se puso a silbar mientras pintaba la valla.

Ben llegó imitando el ruido de un barco del Misisipí para llamar la atención de Tom ¡Tilín, tilín, tilín!, pero Tom, que seguía silbando, no le hizo caso.

— ¿Hola Tom, algún problema? — le preguntó el niño.

Al seguir sin obtener respuesta, Ben se acercó más. Tom estaba interesado en la manzana de Ben, sin embargo, siguió fingiendo que estaba muy concentrado en su tarea.

— Es un castigo de la tía Polly, ¿no? — le dijo riendo Ben.

— ¡Ah!, ¿eres tú, Ben? No te había visto. No, no es un castigo, le he preguntado a la tía Polly si me dejaba pintar la valla y me ha dicho que sí.

Aquella respuesta dejó bastante extrañado a Ben, tras recobrarse de su sorpresa siguió hablando:

— Oye, me voy a nadar. ¿No te gustaría venir? Pero, claro, te gustará más trabajar.

Tom se le quedó mirando un instante y dijo:

— ¿A qué llamas tú trabajo?

— ¡Qué! ¿No es eso trabajo?

Tom siguió pintando y le contestó, distraídamente:

— Bueno; puede ser que lo sea y puede que no. Lo único que sé es que me lo estoy pasando bien.

— ¡Vamos! ¿Me vas a hacer creer que te gusta estar pintando esa valla?

— ¿Gustar? Pues claro que me gusta. ¿Acaso te dejan a ti pintar una valla todos los días?

Ben dejó entonces de mordisquear la manzana. Tom, seguía moviendo la brocha hacia arriba y abajo concentrado en su tarea, se retiró dos pasos para ver el efecto y añadió un toque allí y otro allá. Mientras tanto, Ben no perdía de vista un solo movimiento, y empezó a sentirse cada vez más y más interesado en aquella valla. Al fin dijo:

— Oye, Tom: déjame pintar un poco.

Tom reflexionó. Estaba a punto de acceder; pero cambió de idea.

— No, no; eso no puede ser, Ben. Mi tía Polly es muy exigente con la pintura de esta valla porque está aquí, en mitad de la calle, a la vista de todos. Puede ser que no haya un chico entre mil, ni aun entre dos mil que pueda hacer bien esta tarea.

— Por favor, Tom, déjame pintar un poco y te regalaré mi manzana.

— Está bien, te haré el favor, pero píntala con mucho cuidado ¡Eh!

Tom le entregó la brocha, mostrando desgana, pero sintiendo entusiasmo en su corazón. estaba feliz de haber logrado que Ben quisiera ayudarle y además le diera aquella fruta. Ahora Tom estaba debajo de un árbol comiéndose la manzana de Ben y pensando en cómo conseguir más ayuda.

Hubo muchos niños que pasaron después, empezaron por burlarse de Ben, como él había hecho antes con Tom, pero al final todos suplicaron que les dejaran pintar un poco. Cuando Ben había terminado su parte, Tom había ya vendido el turno siguiente a Billy Fisher por una cometa en buen estado, después Johnny Miller compró su turno por una pelota. La fila de niños que querían pintar la valla seguía creciendo, alguno de los del final de la cola se empezaron a quejar que cuando les llegara su turno a lo mejor ya no quedaría nada por pintar. Tom les dijo que no se preocuparan, si ocurría eso les dejaría dar una segunda mano de pintura.

Al final del día la cerca entera había sido pintada y repasada tres veces. Era la valla mejor pintada del barrio, cuando la viera la tía Polly le felicitaría a Tom y le perdonaría todas sus travesuras. Tom se acordó como había empezado la mañana lamentando su castigo, y como había terminado la tarde con una pila de juguetes nuevos a sus pies.

Además, Tom había descubierto, sin darse cuenta, uno de los principios fundamentales de la naturaleza humana: que para que alguien, hombre o muchacho, desee alguna cosa, sólo es necesario que sienta que es difícil de conseguir.

2) Actividades que pueden hacer los niños con este cuento

2.1) Responder las siguientes preguntas relacionadas con el cuento

  • ¿Por qué le castigan a Tom Sawyer a pintar la valla de la casa de su tía Polly?
  • ¿Por qué Jim no acepta cambiar con Tom su trabajo de traer agua por el de pintar la valla?
  • ¿Qué razones le da Tom a Ben Rogers al principio para no dejarle pintar una parte de la valla?
  • ¿Qué le ofrece Ben a Tom para que le deje hacerlo?
  • ¿Qué beneficios obtiene Tom por dejarle a otros niños pintar la valla?
  • ¿Qué principio de la conducta humana aprende Tom en esta historia?

2.2) Después de haber respondido las preguntas anteriores, hacer un resumen del cuento, o bien saltar al siguiente punto para revisar las enseñanzas del cuento.

2.3) A continuación revisar con los niños la enseñanza que han aprendido del texto:

  • Por ejemplo, preguntándoles: ¿Qué enseñanza has aprendido de este cuento?
  • También pidiéndoles que os expliquen si han encontrado alguna situación similar a la del cuento y como la han afrontado
  • Revisar con ellos el resumen de las enseñanzas con la ayuda de las explicaciones de la sección 3 de este artículo.
  • Finalmente, proponerles aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria tal como se indica en la sección 4 de este artículo. En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para enseñar a los niños a ver los problemas como oportunidades con las que crecer y obtener beneficios, para ellos mismos o para la sociedad.

3) Enseñanzas y valores que se pueden aprender en este cuento

Este cuento puede ser utilizado para enseñarles a los niños que se pueden enfrentar con una mentalidad positiva a los problemas que les surjan en la vida e intentar darles la vuelta para transformarlos en una oportunidad para crecer y obtener algún beneficio para ellos mismos o para la sociedad. Al principio de la historia Tom Sawyer está triste porque le han castigado todo el día a pintar la valla de la casa de su tía Polly, y además tiene que terminar este trabajo antes de hora de cenar. En vez de lamentarse por su situación, Tom utiliza su imaginación para convertir ese problema en una oportunidad de beneficio; consigue que otros niños pinten la valla por él, y además hace que le paguen en juguetes por dejarles hacer ese trabajo.

Al igual que hizo Tom Sawyer en esta historia, se trata de utilizar nuestra mente para enfrentar la adversidad, o mejor, para darle la vuelta y transformar los problemas en oportunidades para crecer y obtener beneficios. Hay que enseñar a los niños que acepten los problemas que surjan en su vida, los analicen sin pasión, y utilicen su imaginación para generar oportunidades de mejora y crecimiento a partir de esos obstáculos.

La mayoría de las cosas malas que nos pasan a los adultos, como ser despedidos, quedarnos sin dinero, ser rechazados o tener una enfermedad pueden ser una oportunidad para entrenar esa mentalidad positiva. Puedes aprovechar el ser despedido para buscar un trabajo mejor que se adecúe más a tus intereses, la falta de dinero para eliminar las cosas no imprescindibles de tu vida, el rechazo para darte cuenta de que estabas con una persona que no te convenía o una enfermedad para darte cuenta de que hay que disfrutar más de todo lo que puedes seguir haciendo. De la misma forma se puede entrenar esa mentalidad positiva en los niños para enfrentarse de la mejor forma posible a los problemas de su ámbito.

4) Ejemplo práctico: Enseñar a los niños a transformar los problemas en oportunidades

En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para enseñar a los niños a ver los problemas como oportunidades con las que crecer y obtener beneficios, para ellos mismos o para la sociedad. Este es un entrenamiento que costará mucho esfuerzo al principio, pero según se vaya trabajando en él se irá reduciendo su dificultad. Los pasos para realizar este proceso serían:

  • 1) Identificar un problema existente y describirlo
  • 2) Aceptar el problema. Hay que enseñar a los niños a no huir de los problemas, sino aceptar su existencia como primer paso para resolverlos.
  • 3) Analizarlo de forma desapasionada ¿por qué se ha producido el problema? ¿qué se nos ocurre para resolverlo?
  • 4) Utilizar la imaginación para resolver el problema e intentar darle la vuelta y transformarlo en una oportunidad de crecimiento y de obtención de un beneficio.
  • 5) Una vez que tengamos nuestro plan, realizarlo. En muchas ocasiones el problema no será sólo nuestro, pero si aceptamos la responsabilidad de resolverlo nos estaremos ayudando a nosotros mismos y a los demás.

Algunos ejemplos con los que puedes trabajar con los niños para transformar problemas en oportunidades de crecimiento y mejora son:

  • Resolver conflictos personales: Si dos niños tienen un problema, pueden transformarlo en una oportunidad para aprender a resolver conflictos de manera pacífica y efectiva. Incluso dos niños enfrentados pueden intentar resolver su enfrentamiento y generar una relación positiva que los lleve incluso a ser amigos.
  • Aprender de los errores: Los niños pueden aprender a transformar los errores en oportunidades para mejorar y crecer en lugar de verlos como un fracaso.
  • Ser creativos: Los niños pueden transformar un trabajo que tengan que hacer en una oportunidad para ser creativos y encontrar soluciones no convencionales.
  • Fortalecer habilidades: Los niños pueden transformar una carencia en alguna habilidad en una oportunidad para trabajar en ello y fortalecer habilidades, como, por ejemplo: la resolución de problemas, la toma de decisiones y la colaboración con otros.
  • Realizar proyectos de emprendimiento: Los niños pueden aprender a identificar un problema en su entorno y transformarlo en una oportunidad para crear una solución innovadora que pueda llegar a una mejora de la sociedad o la creación de un negocio. Algunos ejemplos de la sociedad para inspirarles pueden ser: investigación en energías renovables para paliar los problemas medioambientales y de escasez de energía, investigación en medicina para solucionar las enfermedades de las personas, reciclaje para gestionar los residuos ayudando al medio ambiente, uso de la tecnología para la educación a distancia y el teletrabajo resolviendo problemas de distancia y tiempo, investigación en agricultura sostenible, etc.

5) Origen del cuento “¿Me dejas pintar tu valla?”

Este cuento es una adaptación del capítulo II de las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain. Ese libro relata las aventuras de la infancia de Tom Sawyer, un niño que crece en el período anterior a la Guerra de Secesión en «St. Petersburg», una población ficticia, de la costa del río Misisipi inspirada en el pueblo de Hannibal, donde creció el autor.

Es uno de los capítulos del libro “Educa en valores a tus hijos y conviérteles en Superhéroes” que es un manual para asegurar el bienestar y la felicidad de nuestros hijos mediante el fomento y desarrollo de sus valores fundamentales.

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© Virgilio Postigo Cubo. 2023.

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Virgilio Postigo

Telecommunications Engineer based in Madrid, Spain. Interested in technology, writing, education, psychology, health, environment, and improvement of society.