“El Flautista de Hamelín y el gran rescate”

Virgilio Postigo
26 min readNov 9, 2023

Cuento para promover hábitos saludables en los niños y adolescentes

Imagen de “El flautista de Hamelín”(fuente Wikimedia Commons)

1) Introducción

Esta historia ha sido creada por Virgilio Postigo Cubo para inspirar en los niños y adolescentes el cultivar hábitos saludables, como pueden ser: seguir una dieta saludable, la práctica del ejercicio físico, dormir lo suficiente y cultivar relaciones sanas. Se utilizan personajes de cuentos tradicionales como “El flautista de Hamelín”, “Hansel y Gretel”, “Blancanieves y los siete enanitos” o “La Bella Durmiente” a los que se les cambia de funciones y contexto para adecuarse al objetivo del cuento. Puede utilizar este artículo con los niños de la manera siguiente:

  • 1) Primero que lean el cuento y que respondan una serie de preguntas relacionadas con el mismo, repasar las respuestas con ellos.
  • 2) Después de haber respondido las preguntas anteriores, te propongo como actividad opcional hacer un resumen del cuento, o bien ir directamente a revisar las enseñanzas de éste.
  • 3) Por último, contrastar con los niños las enseñanzas que han aprendido del texto. Se sugiere realizarles unas preguntas y explicarles después un resumen de las enseñanzas. También se propone aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria de los niños. En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para cultivar en los niños hábitos saludables, como pueden ser: seguir una dieta saludable, la práctica del ejercicio físico, dormir lo suficiente y cultivar relaciones sanas.

2) Lectura del cuento “El Flautista de Hamelín y el gran rescate”

Había una vez un tranquilo pueblo llamado Hamelín, donde la felicidad y la alegría solían inundar las calles, los adultos y los niños eran sanos y felices, y todos trabajaban y se divertían juntos. Los adultos colaboraban en las tareas de la granja y el campo, y los niños colaboraban en las tareas del colegio, ayudándose los unos a los otros. Pero un día todo cambió, cuando una bruja llamada Selena se instaló en las afueras del pueblo. Cuando los aldeanos organizaron la fiesta de la cosecha y no la invitaron, la bruja se sintió ofendida y juró venganza, entonces decidió usar su magia negra contra ellos y acabar con la felicidad de aquel pueblo.

El hechizo recorrió todo el pueblo e hizo que los aldeanos se volvieran ariscos y siempre estuvieran molestos con sus vecinos para que ya no disfrutaran de trabajar y divertirse juntos. Pero eso no era todo, pues, mientras dormían, unos duendes realizaban todas las tareas del pueblo, incluyendo cocinar, limpiar y cuidar las granjas y los campos. Los adultos no tenían que hacer ya nada, y dejaron de llevar una vida activa y de disfrutar de los pequeños trabajos diarios. Para empeorar las cosas, las comidas que les preparaban los duendes eran sabrosas, pero poco nutritivas y dejaban a los habitantes sin energía. Además, Selena para mantener ociosos a los habitantes repartió unos espejos mágicos donde podían ver imágenes y jugar a unos juegos que les mantenían ocupados hasta que caían rendidos ya tarde en la noche. Hasta consiguió crear mal ambiente en los colegios, al encantar a los profesores para que hicieran a los niños competir entre sí para obtener las notas más altas, en vez de colaborar y ayudarse entre sí como hacían antes. La bruja malvada finalmente consiguió su propósito, y las risas y alegrías desaparecieron de Hamelín, que se convirtió en un lugar triste y huraño.

Un día, un forastero llegó a Hamelín. Era un hombre alto y delgado con cabello negro, y se ganaba la vida divirtiendo a los habitantes de los pueblos por los que pasaba con los sonidos alegres de su flauta. Al llegar se extrañó que aquel pueblo era diferente a todos los demás, los habitantes no hacían caso de su música y los niños no bailaban con sus melodías, ya que no levantaban la vista de unos misteriosos espejitos. Entonces, decidió quedarse a dormir allí para descubrir que es lo que pasaba, y no tardó en averiguarlo, cuando todos los habitantes quedaron en sueño profundo vio por la ventana como una bruja dirigía un ejército de duendes que hacían todas las tareas del pueblo cuando sus habitantes estaban dormidos, vio la comida basura que cocinaban y como preparaban los espejitos para mantener ocupados a los aldeanos. En aquel momento decidió hacer algo para ayudar a aquel pueblo a librarse de aquel hechizo.

A la mañana siguiente, antes del amanecer, una extraña melodía se escuchó por todo el pueblo de Hamelín, al escucharla todos los niños se levantaron y empezaron a seguirla. La música los llevó a través de un hermoso bosque. Los árboles altos los rodeaban, y el canto de los pájaros llenaba el aire. La música cesó en un prado, allí los niños se despertaron y vieron delante de ellos al flautista que los había llevado hasta allí, notaron que las piernas les pesaban por todo lo que habían andado, ya que no estaban acostumbrados a hacer ejercicio. Enseguida todos empezaron a llorar y gritar que les devolvieran a sus casas con sus padres, su comida y sus espejitos mágicos.

— ¡Basta! ¡Dejad de llorar! Sólo os devolveré a vuestras casas si pasáis cuatro pruebas, aquellos que no las pasen se quedarán para siempre a vivir en el bosque.

Tras un rato de seguir llorando, los niños aceptaron pasar las pruebas que decía al flautista, ya que veían que era la única forma de volver a sus casas. Entonces, el flautista llevó a los niños hasta una casa hermosa en medio del bosque, lo primero que extrañó a los niños es que la casa tenía una puerta normal y una puerta más pequeña, llamaron a la puerta pequeña y ésta se abrió.

— ¡¿Quién viene a molestar?! — dijo en voz alta un enanito que abrió la puerta.

— No tengáis miedo — dijo el flautista al ver asustarse a los niños — Os presento a Gruñón, siempre está malhumorado, pero no se lo tengáis en cuenta, en el fondo tiene buen corazón. Esta es la casa de Blancanieves y los siete enanitos, ahora conoceréis a todos, menos a Blancanieves que está de viaje.

— ¿Estos son los niños que tienen que superar nuestro circuito de obstáculos? Pero si son muy enclenques ¡Ja Ja Ja! — se rio Gruñón.

Salieron los siete enanitos, vestidos todos ellos con ropas deportivas, como si fueran profesores de educación física y llevaron a los niños hasta un frondoso claro donde habían preparado un circuito de obstáculos que les servía para entrenarse.

Formaron a los niños en la línea de salida y les dijeron que tendrían que hacer el circuito completo si querían superar aquella prueba. La carrera comenzó, y los niños se lanzaron a superar los obstáculos con un poco de nervios por la dificultad del desafío. Había neumáticos que requerían saltos precisos, sogas altas para trepar, estrechos túneles donde sentirse como exploradores intrépidos y vallas que parecían insuperables. A medida que avanzaban, algunos niños tropezaron y cayeron, otros se cansaron rápidamente y se sintieron tentados a rendirse. Pero los enanitos los animaron a seguir adelante, a levantarse cuando tropezaban y a ayudarse mutuamente. Feliz los animaba mediante la alegría y la diversión en el ejercicio, Gruñón les decía que si no se levantaban recibirían un puntapié de sus botas, y Sabio les convencía de que si se esforzaban los suficiente podrían superar aquellos obstáculos. También ayudó el largo paseo que los niños ya habían dado por el bosque, sentían las piernas más fuertes que cuando habían salido de Hamelín. Los niños fueron cruzando la línea de meta uno tras otro, se les veía exhaustos pero orgullosos de haber superado esos obstáculos tan difíciles. Sólo faltaba un niño por superar la meta, pero se quedó atascado al meter un pie entre unos tablones, Mudito fue en su ayuda y le señaló con gestos como podría liberar el pie, el niño consiguió liberarse gracias a esas instrucciones y consiguió terminar la carrera.

Los enanitos, con una sonrisa en el rostro, elogiaron a los niños por su determinación y esfuerzo. Los niños se sintieron llenos de energía y se dieron cuenta que habían vivido un día repleto de aventuras, ejercicio y diversión, donde los obstáculos habían sido oportunidades para superarse y disfrutar de una aventura sana y activa.

— Bueno, ahora a descansar que mañana nos espera la segunda prueba — dijo el flautista y el cansancio hizo que todos cayeran dormidos en las camas que les habían preparado los enanitos.

Al día siguiente, el flautista y los niños se internaron por un camino en el bosque, siguiendo unos carteles que decían “hacia la casita de chocolate” — ¡Que rico! — pensaron los niños, ya que adoraban los dulces y las golosinas. Los niños iban a buen ritmo, se notaba el entrenamiento que habían estado realizando, así que enseguida llegaron hasta “la casita de chocolate”. Uno de los niños no pudo contenerse, arrancó un ladrillo de la casa y le dio un bocado.

— ¡Pero si esto no es chocolate! ¡Este ladrillo está hecho de zanahoria! — gritó el niño extrañado.

— ¡Exacto, de deliciosa zanahoria! — dijo la bruja Abigail que salió de la casa.

— ¡No os asustéis! — dijo, al ver como los niños se escondían detrás del flautista — hay brujas buenas y hay brujas malas, como en el resto de las profesiones, yo soy de las buenas.

Entonces les explicó que aquella casa, en lugar de chocolates y caramelos, estaba hecha de deliciosas y coloridas verduras, legumbres y frutas. Los carteles decían “hacia la casita de chocolate” para atraer a los niños con el fin de poder ofrecerles una comida sana cuando llegaran.

— ¡No te creo! — dijo uno de los niños, hemos oído que intentaste comerte unos niños llamados Hansel y Gretel.

— No os creáis todo lo que oigáis — dijo la bruja buena — antes de juzgar a las personas comprobad los hechos ¿Decís que he intentado comerme a mis ayudantes Hansel y Gretel? — entonces, llamó a los dos niños que estaban dentro de la casa.

Los niños, al ver a Hansel y Gretel salir sonriendo de la casa, se calmaron y se acercaron a ellos a preguntarles en qué consistía su trabajo en aquella casa de verduras, les estuvieron explicando que se dedicaban a preparar comidas saludables para todas las personas que se acercaran a visitar la casa.

— ¡Dejaos de charlas y vayamos a vuestra siguiente prueba! ¡Tenéis que preparar vuestra propia comida! — dijo el flautista.

Los niños llegaron hasta la cocina, y al principio no supieron que hacer, ya que en Hamelín todas las comidas las preparaban unos duendes por las noches y ni ellos ni sus padres estaban acostumbrados a cocinar. Hansel y Gretel les empezaron a enseñar, de forma divertida, como manejar los diferentes instrumentos de cocina y los niños empezaron a experimentar con todos ellos. Uno de los niños preguntó si le podían traer un refresco, ya que el camino había sido largo y tenía sed.

— ¡Que refresco, ni refrescos! — dijo la bruja Abigail — ¡En esta casa no se toman refrescos ya que están llenos de azúcar y sustancias químicas poco saludables! De ese grifo sale agua fresca del manantial ¡A beber todos de él!

Los niños bebieron del grifo y el agua del manantial les supo a gloria. Tras calmar su sed, les explicaron el plato que tenían que preparar: unas lentejas mágicas.

— A mí no me gustan las lentejas — dijo uno de los niños.

— Puede que no te gusten las lentejas de tu casa, pero éstas sí que te van a gustar ¡Porque son unas lentejas mágicas! — dijo la bruja Abigail.

Los niños se pusieron manos a la obra y siguieron las instrucciones que les fueron dictando Hansel y Gretel, cortaron zanahorias, pimientos, tomates y cebollas, las trituraron con agua y un poco de aceite de oliva y en ese caldo cocieron las lentejas. Mientras se cocinaban las lentejas se pusieron a preparar el postre.

— A mí me gustaría preparar una tarta de chocolate con crema — dijo uno de los niños.

— No, mejor una tarta de hojaldre de mantequilla — dijo otro.

— ¡Que tarta, ni que tartas! — dijo la bruja Abigail — ¡En esta casa no se toman de postre esas tartas que decís, ya que están llenas de azúcar, harinas refinadas y grasas poco saludables ¡Vamos a preparar en su lugar una ensalada de frutas mágica!

— A mí no me gustan las frutas — dijo un niño.

— Puede que no te gusten las frutas de tu casa, pero éstas sí que te van a gustar ¡Porque estarán en una ensalada de frutas mágica! — dijo la bruja buena.

Empezaron a preparar las ensaladas de frutas, todas llenas de colores, cada niño fue poniendo en su ensalada las frutas que más les apetecía: manzana, plátano, fresas, frutos del bosque, peras, o mango. Aquellas ensaladas eran unas auténticas obras de arte.

— ¿Puedo echar un poco de yogurt a mi ensalada de frutas? — preguntó uno de los niños

— Si, claro — respondió Hansel — el yogurt es un alimento saludable

— ¿Y además un poco de azúcar? — preguntó el mismo niño

— No mejor que no — dijo Gretel — el azúcar que ya llevan dentro de su interior las frutas es el que debes de tomar, el azúcar tomado en cucharadas no es muy saludable

— ¿Puedo echar un poco de almendra molida a mi ensalada de frutas? — preguntó otro de los niños

— Si, claro — respondió Gretel — los frutos secos en cantidades moderadas son muy saludables.

Cuando ya estuvieron listas las lentejas mágicas, Hansel y Gretel las sirvieron en la mesa.

— ¡Qué ricas que están! — dijeron los primeros niños que las probaron. Aquel comentario sirvió para que el resto de los niños se pusieran a comerlas con gusto.

— Ya os dije que estas lentejas os iban a gustar ¡Porque son unas lentejas mágicas! — dijo Abigail.

Llegó el momento del postre y ocurrió lo mismo.

— ¡Qué buenas que están! — dijeron los primeros niños que probaron las frutas, al resto de los niños también les supieron a rechupete.

— Ya os dije que esta ensalada de frutas os iba a gustar ¡Porque es una ensalada de frutas mágicas! — dijo la bruja buena.

Así fue como los niños aprendieron la diferencia entre los alimentos saludables y los que no lo son, y que los alimentos saludables se pueden preparar con una “receta mágica” que los haga realmente sabrosos. Después de aquella deliciosa comida, los niños se sintieron llenos de energía y se dieron cuenta de que la casa de verduras era mucho más mágica y especial que cualquier casa de chocolate.

— ¡Prueba superada! — dijo el flautista — Vamos a bajar la comida con un paseo y aprovechamos para dirigirnos hacia la tercera prueba.

«¿Cuál sería la siguiente prueba?» Se preguntaron los niños mientras paseaban admirando las bellezas del bosque y escuchando el canto de los pájaros. Y tras un rato andando llegaron delante de la puerta de un hermoso castillo.

— ¿De quién es este castillo? — preguntó uno de los niños.

— Es el castillo de la Bella Durmiente — respondió el flautista — entremos.

En la entrada les recibió la Bella Durmiente

— Debéis estar cansados — les dijo — poneos estos pijamas y relajaos viendo mi rebaño de ovejas, recibirá un premio mágico el primero que me diga cuantas ovejas tengo.

Las ovejas fueron pasando una tras otra y los niños fueron contándolas para ver quien se llevaba el premio, pero como las ovejas no se acababan nunca los niños fueron cayendo dormidos uno tras otro. Esta misma escena ocurrió a la misma hora un día tras otro, hasta que un día los niños cayeron dormidos a la hora en la que solían pasar las ovejas sin necesidad de que la Bella Durmiente las llamara. Al día siguiente el flautista les dijo:

— ¡Enhorabuena! ¡Habéis superado esta prueba!

— ¿Qué prueba hemos superado? — preguntó uno de los niños.

— Pues iros a la cama a la hora que os corresponde y dormir las horas que necesitáis — respondió el flautista.

Entonces, los niños se acordaron de que en Hamelín siempre iban tarde a la cama, tras unas cenas pesadas y tras haber estado jugando con sus espejitos mágicos, y que al día siguiente siempre estaban cansados a la hora de ir al colegio. En aquel momento, se dieron cuenta de la importancia de descansar bien para estar saludables y tener energías para el nuevo día. Todos se despidieron de la Bella Durmiente, le dieron las gracias por haberles enseñado a dormir bien y se dirigieron hacia su nueva misión. Tras unas horas caminando, llegaron hasta una posada y el flautista les dijo:

— ¡Vamos a parar para comer!

Pidieron un guiso de carne y verduras para todos, cuando les trajeron los platos olieron la comida y pensaron en lo sabrosa que estaría, pero cuando les trajeron las cucharas, éstas les resultaron extrañas porque eran el doble de largas que sus brazos, además los camareros se las ataron a los brazos porque les dijeron que si no, no conseguirían manejarlas. Los niños intentaron alcanzar con ellas la comida, se alejaron de los platos hasta introducir las cucharas en ellos, pero después de coger la comida no conseguían metérsela en sus bocas porque el extremo de las cucharas estaba demasiado lejos. Estuvieron un buen rato intentando todo tipo de posturas para llegar hasta la comida sin resultados, la comida caía al suelo y tenían que volver a introducir las cucharas en los platos. Los niños ya estaban desesperados, nada de lo que hacían tenía resultado, de repente, uno de ellos dijo:

— ¡Esperad! ¡Probad a alimentar con vuestras cucharas al niño que tenéis enfrente!

Y así hicieron todos, cada uno empezó a tomar con sus cucharas el alimento de un plato y a darle de comer al niño que tenían enfrente, al final consiguieron alimentarse los unos a los otros colaborando entre todos. Les había costado dar con la solución porque desde que el hechizo de la bruja invadió el pueblo de Hamelín las personas habían dejado de colaborar y ayudarse, y se dedicaban a competir unas con otras, los vecinos entre sí, y los niños en la escuela.

— ¡Enhorabuena! — dijo el flautista —. Habéis superado esta última prueba de colaboración, ya podéis regresar a vuestro pueblo.

Entonces, empezó a tocar la flauta y los niños entraron en trance siguiendo a aquella música, atravesaron el bosque y cada uno de ellos se despertó en su casa ya de noche cerrada. Al mirar por la ventana los niños vieron a la bruja dirigiendo a sus duendes, entonces los niños agarraron todo lo que tenían a mano: escobas, palos y herramientas del campo, y empezaron a golpear con ellos a los duendes y a la bruja hasta que aquellos malvados estuvieron bien lejos de Hamelín. Con la marcha de la bruja se fue disipando la niebla que mantenía hechizado el pueblo, y el Sol les sonrió a todos la mañana siguiente. Entonces, los niños contaron a sus padres todas las aventuras que habían vivido y como habían aprendido la importancia de practicar ejercicio, de llevar una dieta sana, de dormir las horas necesarias, y de ayudarse los unos a los otros en los estudios y en los trabajos del pueblo.

Hamelín, volvió a ser un pueblo próspero, la felicidad y la alegría regresaron a sus calles, y los adultos y los niños fueron de nuevo sanos y felices, trabajando y divirtiéndose juntos.

3) Actividades que pueden hacer los niños con este cuento

3.1) Responder las siguientes preguntas relacionadas con el cuento

  • ¿Qué tipo de pueblo era Hamelín antes de que Selena lanzara su hechizo?
  • Por qué Selena, la bruja, decidió vengarse de los habitantes de Hamelín?
  • ¿Qué efectos tuvo el hechizo de Selena en los habitantes de Hamelín?
  • ¿Qué hacían los duendes mientras los habitantes de Hamelín dormían?
  • ¿Qué efecto tuvieron las comidas preparadas por los duendes en los habitantes de Hamelín?
  • ¿Qué papel desempeñaban los espejos mágicos en la vida de los habitantes de Hamelín?
  • ¿Cómo cambió la dinámica en las escuelas después del hechizo de Selena?
  • ¿Quién fue el forastero que llegó a Hamelín y qué habilidad especial tenía?
  • ¿Cómo se sintió el forastero al llegar a Hamelín y ver la actitud de los habitantes?
  • ¿Qué lección aprendieron los niños en el circuito de obstáculos de los siete enanitos?
  • ¿Qué lección aprendieron los niños en la casa de las verduras de Abigail?
  • ¿Qué enseñanza obtuvieron al visitar la Bella Durmiente?
  • ¿Por qué los niños tuvieron dificultades para comer en la posada?
  • ¿Cómo resolvieron finalmente el problema de la comida en la posada?
  • ¿Qué lección sobre la colaboración aprendieron los niños?
  • ¿Cómo lograron finalmente liberar a Hamelín del hechizo de Selena y restaurar la felicidad en el pueblo?

3.2) Después de haber respondido las preguntas anteriores, hacer un resumen del cuento, o bien saltar al siguiente punto para revisar las enseñanzas del cuento.

3.3) A continuación revisar con los niños la enseñanza que han aprendido del texto:

  • Por ejemplo, preguntándoles: ¿Qué enseñanza has aprendido de este cuento?
  • También pidiéndoles que os expliquen si han encontrado alguna situación similar a la del cuento y como la han afrontado
  • Revisar con ellos el resumen de las enseñanzas con la ayuda de las explicaciones de la sección 4 de este artículo.
  • Finalmente, proponerles aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria tal como se indica en la sección 5 de este artículo. En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para cultivar en los niños hábitos saludables, como pueden ser: seguir una dieta saludable, la práctica del ejercicio físico, dormir lo suficiente y cultivar relaciones sanas.

4) Enseñanzas y valores que se pueden aprender en este cuento

El cuento “El Flautista de Hamelín y el gran rescate” ofrece varias enseñanzas importantes para los niños:

  • Los aspectos negativos de la venganza: El cuento muestra que la venganza puede causar mucho daño y llevar a situaciones negativas. Selena, la bruja, decidió vengarse de los habitantes de Hamelín, lo que llevó al hechizo que causó la pérdida de la felicidad en el pueblo. Los niños pueden aprender que la venganza no es una solución positiva a los problemas.
  • El poder de la música: El flautista logra despertar a los niños del hechizo a través de su música. Esto muestra cómo la música y el arte pueden tener un impacto positivo en la vida de las personas y unir a la comunidad.
  • La importancia de la actividad física: Los niños en el cuento deben superar una prueba de obstáculos, lo que les hace darse cuenta de la importancia del ejercicio y la actividad física en sus vidas. Aprenden que el ejercicio puede ser divertido y beneficioso para su salud.
  • La importancia de una dieta saludable: La casa de verduras de Abigail y su comida saludable muestra a los niños la importancia de elegir alimentos nutritivos en lugar de opciones poco saludables. También aprenden que utilizando una “receta mágica”, que no es más que emplear la imaginación y los ingredientes adecuados, pueden hacer que la comida saludable también resulte deliciosa.
  • La necesidad de un buen descanso: La prueba de la Bella Durmiente destaca la importancia de dormir lo suficiente para mantenerse saludables y llenos de energía.
  • La importancia de la colaboración y ayuda mutua: La última prueba muestra que trabajar juntos y ayudarse mutuamente puede superar obstáculos y resolver problemas. Los niños aprenden que la colaboración es valiosa y que hay que cultivar relaciones sanas.
  • Evitar la competencia destructiva: El cuento ilustra cómo la competencia destructiva, como la que la bruja Selena introduce en las escuelas, puede ser perjudicial. Los niños deben aprender que es mejor colaborar que competir de manera negativa.
  • Resolución de problemas y valentía: Los niños muestran valentía al pasar las pruebas del flautista y después al enfrentarse a la bruja y los duendes para liberar a Hamelín. Aprenden que enfrentar los problemas y luchar por lo que es correcto puede llevar a soluciones positivas.

En general, el cuento enseña a los niños la importancia de valores como la empatía, la colaboración, y la elección de un estilo de vida saludable. También destaca que las acciones de una persona ya sean positivas (las acciones del flautista de Hamelín) o negativas (las acciones de la bruja Selena), pueden tener un impacto significativo en una comunidad.

5) Ejemplo práctico: cultivar en los niños hábitos saludables

En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para cultivar en los niños hábitos saludables, como pueden ser: seguir una dieta saludable, la práctica del ejercicio físico, dormir lo suficiente y cultivar relaciones sanas. Todos estos hábitos influirán positivamente en la salud y en la felicidad de los niños.

5.1) Promover una dieta saludable en los niños

Promover una dieta saludable en los niños es crucial por varias razones. En primer lugar, durante la infancia, los hábitos alimenticios se están formando, y adoptar una dieta equilibrada desde temprano puede establecer patrones positivos que perduren toda la vida. Una dieta saludable proporciona los nutrientes esenciales que los niños necesitan para un crecimiento y desarrollo adecuados. Además, una buena alimentación contribuye a mantener un peso saludable, reduciendo el riesgo de problemas de salud a largo plazo, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Fomentar hábitos alimenticios saludables también puede ayudar a prevenir problemas de salud mental. Existen conexiones entre la nutrición y el bienestar emocional, y una dieta equilibrada puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo y la salud mental de los niños.

Aquí tienes algunos consejos para ayudar a los niños a seguir una dieta saludable:

  • Educa a los niños en nutrición: Enséñales la importancia de una alimentación balanceada y los beneficios de diferentes grupos de alimentos, como frutas, verduras, legumbres, granos enteros, proteínas magras y productos lácteos. Utiliza recursos de internet de organismos acreditados para esta formación (UNICEF, etc.).
  • Enséñales a diferenciar entre alimentos saludables y no saludables: Al igual que los niños aprendieron a distinguir en el cuento entre los alimentos saludables (legumbres, verduras, frutas, frutos secos, yogurt natural, etc.) y los no saludables (azúcar, mantequilla, harinas refinadas, etc.).
  • Lleva a los niños a la compra contigo y enséñales a comprar alimentos saludables y desechar los no saludables: Enséñales a llenar la cesta de la compra con alimentos saludables (legumbres, verduras, frutas, frutos secos, yogurt natural, cereales integrales, pescado, carne magra, etc.) y a no comprar alimentos no saludables (bollería industrial, snacks industriales, refrescos, productos precocinados, azúcar añadido, pan refinado, etc.). Si no introduces alimentos no saludables en casa no tendrás que luchar contra la tentación de no tomarlos, ya que no los tendrás a mano.
  • Pon a los niños a cocinar contigo recetas saludables y a la vez sabrosas: Al igual que en la prueba de cocinar lentejas mágicas y ensaladas de frutas mágica del cuento, permite que los niños participen en la preparación de las comidas y enséñales a preparar alimentos saludables y a que a la vez sean sabrosos. Esto no solo les enseña sobre alimentos saludables, sino que también fomenta habilidades culinarias y la apreciación de la comida casera frente a los productos precocinados que suelen llevar elementos que los hacen no saludables (conservantes, aditivos, excesos de sal, azúcares, grasas no saludables). El cocinar platos les aportará un sentido de logro y les ayudará a comprender mejor de dónde provienen los alimentos y cómo se preparan platos saludables.
  • Haz las comidas divertidas: Crea platos coloridos y atractivos visualmente. Utiliza cortadores de formas para las frutas y verduras, o crea presentaciones creativas en el plato. La diversión en la presentación puede aumentar su interés por probar nuevos alimentos.
  • Establece un horario regular para las comidas en familia: Comer juntos en familia puede ayudar a fomentar hábitos alimentarios saludables en los niños. Establecer un horario regular para las comidas puede ayudar a asegurarse de que los niños estén comiendo regularmente, de manera saludable y no se salten comidas importantes. Evita que en esas comidas esté la tele encendida o que los niños accedan a dispositivos tecnológicos, es un momento para comer bien, con calma y compartir conversaciones en familia.
  • Limita el acceso a alimentos poco saludables: Controla la disponibilidad de alimentos no saludables en casa. Mantén refrigerios saludables fácilmente accesibles y guarda los alimentos menos saludables fuera de la vista.
  • Haz meriendas saludables: Proporciona opciones de meriendas saludables, como frutas, yogur, nueces o palitos de verduras. Evita los snacks altos en azúcares y grasas no saludables.
  • Beber agua: Fomenta el consumo de agua en lugar de bebidas azucaradas. Mantén botellas de agua accesibles y anímales a beber agua regularmente.
  • No utilizar la comida como recompensa o castigo: Evita asociar la comida con premios o castigos. Esto ayuda a que los niños no desarrollen una relación emocional negativa con la comida.
  • Sé un ejemplo para ellos: Los niños aprenden observando, así que asegúrate de que tus propios hábitos alimenticios sean saludables. Come una variedad de alimentos nutritivos, muestra entusiasmo por probar cosas nuevas y limita los alimentos procesados y azucarados.

Recuerda que la clave está en crear un entorno que promueva opciones saludables y hacer que la alimentación saludable sea algo natural y positivo. Involucrar a los niños en el proceso de planificación y preparación de comidas puede ayudar a fomentar hábitos alimentarios saludables. Puedes pedirles que te ayuden a elegir recetas saludables, ir contigo al supermercado o ayudarte a preparar la cena.

5.2) Promover el ejercicio físico en los niños

Promover el ejercicio físico en los niños es crucial para su desarrollo integral. No solo contribuye al crecimiento muscular y óseo, sino que también ayuda a mantener un peso saludable, fortalece el sistema cardiovascular, mejora la coordinación y habilidades motoras, establece hábitos saludables a largo plazo y promueve el bienestar mental. Además, el ejercicio fomenta la socialización, el trabajo en equipo y eleva la autoestima, brindándoles las herramientas necesarias para una vida activa, saludable y feliz.

Aquí tienes algunos consejos para ayudar a los niños a practicar ejercicio físico:

  • Hazlo divertido: Transforma el ejercicio en juegos y actividades divertidas. La diversión motiva y hace que los niños asocien el movimiento con momentos agradables.
  • Involucra a la familia: Organiza actividades físicas que involucren a toda la familia, como paseos en bicicleta, caminatas o juegos al aire libre. La participación de los padres refuerza la importancia del ejercicio.
  • Explora diferentes actividades: Ofrece una variedad de opciones para que los niños descubran lo que les gusta. Pueden probar deportes, juegos al aire libre, baile, artes marciales, entre otros.
  • Crea desafíos: Establece metas alcanzables y crea desafíos amigables. Pueden ser competiciones familiares o personales que estimulen el espíritu competitivo de manera positiva.
  • Establece rutinas: Incorpora el ejercicio en la rutina diaria, ya sea antes o después de la escuela. La consistencia ayuda a formar hábitos saludables.
  • Fomenta el juego al aire libre: Los parques y áreas verdes ofrecen un espacio ideal para que los niños se diviertan y se ejerciten. Juegos como la cuerda, la pelota o la rayuela son excelentes opciones.
  • Fomenta el trabajo en equipo: La colaboración entre los niños al superar obstáculos como en el cuento es un gran ejemplo. Organiza actividades físicas que promuevan el trabajo en equipo y la camaradería.
  • Sé un modelo para seguir: Los niños imitan el comportamiento de los adultos. Si ven que disfrutas del ejercicio, es más probable que lo vean como algo positivo.
  • Celebración de logros: Al igual que el flautista del cuento elogia a los niños por los logros conseguidos, reconoce y celebra los logros físicos de los niños, ya sean pequeños o grandes. Esto refuerza la idea de que el esfuerzo y la determinación son dignos de reconocimiento y hará que se sientan orgullosos.
  • Promueve el transporte activo: Si es posible, fomenta que los niños caminen o anden en bicicleta en lugar de ser transportados en coche. Es una forma efectiva de incorporar actividad física en la vida diaria.
  • Recuerda adaptar las actividades según la edad y preferencias individuales de los niños: Mudito ayudó al niño atascado, mostrando la importancia de adaptar el ejercicio a las capacidades individuales. Ajusta las actividades para que sean desafiantes pero alcanzables.

¡Con estos consejos, espero que los niños encuentren la práctica de ejercicio físico tan emocionante como la carrera de obstáculos en el bosque a que les invitan los enanitos de Blancanieves!

5.3) Promover un descanso adecuado en los niños

Un descanso adecuado en los niños es esencial para su desarrollo físico y mental. Durante el sueño, el cuerpo se regenera, fortalece el sistema inmunológico y consolida la información aprendida. Además, contribuye a un mejor rendimiento escolar, mejora el estado de ánimo y reduce el riesgo de problemas de salud a largo plazo. El seguir un hábito de sueño correcto, irse a la cama temprano y dormir lo suficiente, es fundamental para un crecimiento y desarrollo saludables en los niños. Por el contrario, dormir mal puede generar problemas de salud e influir en la concentración, en la atención y en el estado de ánimo de una persona.

Aquí tienes algunos consejos para ayudar a los niños a establecer hábitos de sueño adecuados:

  • Establece rutinas de sueño: Crea una rutina consistente para la hora de dormir, irse a la cama a una hora temprano la misma todos los días, y un tiempo suficiente antes de esa hora evita el uso de elementos que exciten a los niños como, por ejemplo, la interacción con teléfonos móviles u otros aparatos tecnológicos. Esto ayuda a que el cuerpo y la mente se preparen para descansar. En el cuento la Bella Durmiente crea la rutina de que los niños vayan a la cama a una hora dada, y para ayudarles a dormirse les hace contar ovejas hasta que los niños caen dormidos. Esa rutina al repetirse una y otra vez hace que los niños finalmente se vayan a la cama y se duerman a esa hora sin necesidad de tener que contar ovejas.
  • Crea un ambiente propicio: Asegúrate de que el lugar donde duermen sea cómodo, oscuro y tranquilo. La temperatura de la habitación también juega un papel importante.
  • Limita la tecnología: Evita el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir. La luz azul puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.
  • Fomenta la relajación: Incorpora actividades tranquilas antes de la hora de dormir, como leer un cuento o escuchar música suave. Esto ayuda a calmar la mente.
  • Limita las siestas: Si bien las siestas son beneficiosas, asegúrate de que no sean demasiado largas ni muy cerca de la hora de dormir.
  • Promueve la actividad física: El ejercicio regular contribuye a un mejor sueño. Asegúrate de que los niños tengan oportunidades para jugar y moverse durante el día.
  • Controla la dieta: Evita alimentos y bebidas con cafeína cerca de la hora de dormir. Opta por meriendas ligeras y nutritivas. Haz que los niños cenen temprano, por ejemplo, a las siete y media, para que, a la hora de irse a la cama, por ejemplo, a las nueve y media, ya tengan hecha su digestión.
  • Establece límites de tiempo para las actividades: Limita las actividades energéticas antes de acostarse, como juegos vigorosos, para ayudar a que los niños se relajen.
  • Comunica la importancia del sueño: Explícales a los niños por qué el descanso es crucial para su salud y bienestar. Ayúdales a comprender la conexión entre un buen sueño y un día exitoso.
  • Sé un buen ejemplo: Modela buenos hábitos de sueño. Si los niños ven que valoras el descanso, es más probable que lo integren en su propia rutina.

¡Con estos consejos, espero que los niños encuentren la práctica del descanso tan placentera y divertida como las actividades que organiza la Bella Durmiente en el cuento!

5.4) Promover relaciones saludables en los niños

Es esencial fomentar relaciones saludables en niños y adolescentes con su entorno, incluyendo familia, amigos y compañeros de estudios. Estas conexiones van más allá de lo superficial; promueven valores fundamentales como el respeto, la colaboración y el apoyo mutuo en momentos difíciles. Al cultivar estos lazos, se les brinda a los jóvenes las bases para desarrollar habilidades sociales y emocionales clave. Aprenden a comprender la importancia del respeto y la empatía, fortaleciendo su capacidad para enfrentar desafíos y construir relaciones sólidas a lo largo de sus vidas. Estas interacciones no solo moldean su bienestar emocional, sino que también influyen en la formación de su identidad y autoestima, contribuyendo a un crecimiento saludable y equilibrado.

Aquí tienes algunos consejos para ayudar a los niños y adolescentes a establecer relaciones saludables con las personas de su entorno:

  • Sé un ejemplo de relaciones saludables: Demuestra el respeto, la empatía y la colaboración en tus propias interacciones con los demás para ser un ejemplo para tus hijos.
  • Fomenta la comunicación abierta: Anímalos a expresar sus pensamientos y emociones. Escucha activamente y valida sus experiencias para fortalecer la confianza.
  • Enseña habilidades de resolución de conflictos: Ayúdalos a aprender a manejar los desacuerdos de manera constructiva, promoviendo la búsqueda de soluciones en lugar de culpas.
  • Promueve la empatía: Incentiva la comprensión hacia los sentimientos de los demás. Pregúntales cómo se sentirían en determinadas situaciones para cultivar la empatía.
  • Apoya la diversidad: Enseña el valor de la diversidad y la inclusión. Anima a la apertura hacia diferentes personas, perspectivas y experiencias.
  • Establece límites saludables: Ayúdalos a comprender la importancia de los límites respetuosos, a respetar y hacerse respetar, a ser asertivos frente a otras personas que les molesten. Esto les proporciona seguridad y estructura en sus relaciones.
  • Incentiva las actividades sociales: Promueve la participación de tus hijos en actividades grupales, en la escuela, deportes o clubes. Estas experiencias fortalecen las habilidades sociales.
  • Proporciona apoyo en momentos difíciles: Ofrece apoyo emocional cuando sea necesario y di que estás disponible para ello. Ayuda a los niños a comprender que está bien pedir ayuda y compartir sus preocupaciones.
  • Enseña el valor de la colaboración: Destaca la importancia de trabajar junto a otras personas para lograr objetivos comunes. Esto fomenta un sentido de comunidad y cooperación.
  • Celebra los logros: Reconoce y celebra los logros individuales y grupales. Esto refuerza la positividad en las relaciones y construye una base sólida de confianza.

Al incorporar estos consejos en la crianza y la educación, se puede contribuir significativamente al desarrollo de relaciones saludables y duraderas en los niños y adolescentes.

¡Con estos consejos, espero que los niños aprendan a tener relaciones tan saludables como los habitantes del pueblo de Hamelín donde los adultos y los niños colaboran y se ayudan en los trabajos y en los estudios!

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© Virgilio Postigo Cubo. 2023.

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Si quieres seguir profundizando en el estudio de hábitos saludables para ti y tu familia, te dejo un enlace para la descarga gratuita de un libro que he escrito que se llama «Mens sana in corpore sano. Una guía para el cuidado de tu salud».

También puedes acceder a material didáctico gratuito para niños de mi libro de ficción “Nico, el pequeño detective” en el siguiente enlace. Nico es un niño que para ayudar a los demás se hace detective, y buscando casos que resolver se embarca en todo tipo de aventuras.

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Virgilio Postigo

Telecommunications Engineer based in Madrid, Spain. Interested in technology, writing, education, psychology, health, environment, and improvement of society.