Educa a tus hijos para que actúen con responsabilidad

17 min readDec 8, 2023

Este artículo tiene como objetivo aportar recursos educativos que puedas usar para enseñar a tus hijos que deben actuar con responsabilidad en las diferentes etapas de sus vidas. Es importante que los niños aprendan a ser responsables y contribuyan de manera positiva a su comunidad y su entorno. Espero que te sea de interés para trabajarlo con tus hijos, primero que lean el cuento que se incluye titulado “La historia de Llivan”, y después trabajad el resto de las actividades.

Este artículo es uno de los capítulos del libro titulado“Educa en valores a tus hijos y conviérteles en Superhéroes” que es un manual para asegurar el bienestar y la felicidad de nuestros hijos mediante el fomento y desarrollo de sus valores fundamentales. En el período del 18 al 22 de diciembre pondré para descarga gratuita la versión Kindle de este libro por si quieres empezar a utilizarlo en estas vacaciones de Navidad con tus hijos.

Grupo de niños actuando con responsabilidad al repartirse los trabajos de cuidar de un jardín

1) Lectura del cuento “La historia de Llivan”

En un país llamado Colombia, en una zona cerca de la cordillera de los Andes, había una aldea de indios Nasa. La vida en el poblado discurría con prosperidad y armonía, no les faltaban maíz, fríjoles, papas, moras o lulos que comer, y siempre se ayudaban los unos a los otros en el cultivo de las tierras o en la construcción de las casas.

Pero un día todo cambió, algunos jóvenes del pueblo bebieron más chicha de la cuenta y empezaron a opinar que los ancianos del pueblo no servían para nada y eran una carga para el pueblo.

— Ya no pueden trabajar, y ya no aportan nada a nuestra comunidad — dijo uno.

— Deberíamos expulsarlos y así dejarían de comerse los alimentos que tanto nos cuestan producir — opinó otro.

Envalentonados por la bebida, el grupo de jóvenes fue casa por casa con sus armas en la mano a decirle a cada anciano que deberían abandonar el pueblo a la mañana siguiente, y ay de aquel que no lo hiciera.

Al salir el Sol, los ancianos con lágrimas en sus ojos salieron de sus casas y se dispusieron a abandonar el pueblo donde siempre habían vivido. Nadie se había atrevido a enfrentarse a esos jóvenes por miedo a las armas que llevaban. Los ancianos, tristes y desconsolados, no tenían a donde ir, pero empezaron a alejarse del pueblo, tal como les habían ordenado, con lo poco que pudieron llevar cada uno encima. Entonces, un joven alto y delgado llamado Llivan, sintió como su corazón se rompía al verlos partir y se rebeló contra los malvados:

— ¡¿Estáis locos?!… ¡No podemos hacer esta barbaridad con los ancianos del pueblo! Les debemos todo lo que somos y todo lo que poseemos. Siempre han estado ahí para guiarnos y apoyarnos. Ahora somos nosotros quienes debemos cuidarlos con amor y respeto.

Las palabras de Llivan sólo provocaron risas entre los jóvenes que estaban cometiendo aquella tropelía:

— Si tanto quieres a esos ancianos inútiles vete con ellos — dijo uno a modo de broma.

Viendo que era el único joven que se oponía a aquella injusticia, y que el resto del poblado no se atrevía a abrir la boca por miedo, Llivan tomo una decisión y salió corriendo tras el grupo de ancianos.

— ¡Llivan eres un traidor! — le gritó uno de los cabecillas que habían expulsado a los ancianos — ¡No se te ocurra volver al poblado o acabarás mal!

Sin prestar atención a esas palabras, Llivan siguió corriendo, dejando atrás, con gran tristeza, el poblado que le vio crecer y a todas las personas que quería. No tardó en alcanzar a los ancianos, éstos le aceptaron con alegría, a pesar de la situación tan grave que estaban viviendo. Llivan les dijo que no se preocuparan, que conocía un hermoso valle, cerca de un río, donde podrían construir un nuevo hogar. Estas palabras dieron ánimos a los viejos corazones y tras tres días de duro caminar por las montañas consiguieron llegar hasta aquel valle.

Durante los siguientes meses, Llivan y los ancianos trabajaron sin descanso para construir casas para todos y para cultivar las tierras. Llivan se convirtió en el encargado de realizar los trabajos más pesados de la construcción de las casas y el cultivo de las tierras. Sin embargo, cada uno de los ancianos colaboró en todo lo que pudo, contribuyendo con su experiencia y sus manos. Llivan agradeció enormemente la sabiduría de los ancianos, quienes compartieron sus conocimientos sobre cada uno de los trabajos que había que realizar. Sus consejos y su experiencia resultaron de gran valor y ayudaron a Llivan y a la comunidad a superar los obstáculos que se les presentaron. Finalmente, después de mucho esfuerzo y dedicación, las casas estuvieron terminadas y las cosechas recolectadas a tiempo, para sobrevivir al invierno que ya había empezado.

Pasaron unos años y Llivan se había convertido en un adulto sano y fuerte. Había aprendido de los ancianos todo lo que necesitaba saber sobre la vida, sobre las personas, sobre la naturaleza y sobre los diferentes oficios. Sin embargo, a pesar de la felicidad que sentía, había una cosa que anhelaba: formar su propia familia. Un día, Llivan reunió a los ancianos y les habló desde el corazón:

— Queridos amigos, ustedes son mi familia y mi hogar, pero también deseo tener mi propia familia. Me encantaría conocer a una mujer especial y casarme, pero aquí no hay ninguna. Me gustaría pedirles permiso para ir al pueblo de los jóvenes y buscar a mi futura esposa.

Los ancianos le escucharon con cariño y respeto, y le dieron su bendición:

— Claro que sí, Llivan. Sabemos que eres feliz aquí con nosotros, pero también entendemos que deseas formar tu propia familia. Ve y busca esa persona especial, pero por favor, ten cuidado y regresa pronto.

Llivan sintió un enorme agradecimiento hacia los ancianos y les dio un fuerte abrazo antes de partir hacia su antigua aldea. Estaba emocionado por la aventura que le esperaba y por la posibilidad de encontrar a alguien con quien compartir su vida y su amor. Su deseo era tan fuerte que el camino de vuelta lo recorrió en tan sólo día y medio, llegó de noche, vio su antiguo pueblo desde una colina y descendió hasta él.

Había estado alejado de su aldea durante muchos años, pero nunca olvidó el amor que sentía por su hogar. Así que cuando finalmente regresó, esperaba encontrar la misma belleza y alegría que había dejado atrás. Pero, en cambio, al llegar encontró un escenario de desolación y ruina. Las calles que solían estar limpias y bien cuidadas estaban ahora cubiertas de basura y escombros. Las casas, que solían estar llenas de vida y color, ahora estaban descuidadas.

Llivan caminó por las calles, sintiéndose cada vez más desesperado y preocupado por lo que había sucedido en su ausencia. Fue entonces cuando un grupo de hombres lo atacó por la espalda. Llivan luchó con todas sus fuerzas, pero finalmente cayó al suelo, superado por el número de sus agresores que lo redujeron y lo ataron a un árbol.

— Te hemos reconocido, Llivan… ¡¿Cómo te atreves a volver?!… ¡Tú, que hace años nos traicionaste!

Llivan se dio cuenta de que estaba ante el grupo que había expulsado a los ancianos y enrojeció de ira.

— ¿Qué yo os traicioné?… ¡Sois una panda de desvergonzados y cobardes! … ¡Soltadme ahora mismo!

Se rieron de sus palabras, y allí mismo lo juzgaron, lo acusaron de traición y lo condenaron a una muerte horrible al día siguiente. Esa noche, antes del sacrificio al que iba a ser sometido Llivan, los jefes hicieron una gran fiesta y, como ocurría todas las noches, se emborracharon con chicha hasta quedar dormidos. Llivan permaneció atado al árbol y bajo la vigilancia de una bella indígena a la que asignaron su cuidado.

La joven no dejaba de mirarle, sin atreverse a decir una palabra, hasta que la curiosidad pudo más que el miedo.

— ¿Quién eres tú y por qué te han condenado a una muerte tan horrible? — le preguntó.

— Me llamo Llivan y crecí en este poblado, pero cuando hace años desterraron a los ancianos me fui con ellos para ayudarlos. Hoy he regresado a este lugar que tanto amo, pero nada más llegar he sido capturado por estos miserables.

— Llivan… Llivan… Sí, claro, me acuerdo de ti. Bueno, en realidad todo el mundo en el pueblo conoce tu historia.

Entonces la joven le contó cómo el pueblo había sido arruinado por el gobierno de aquellos hombres malvados. Los problemas habían comenzado desde el momento que expulsaron a los ancianos: todos querían ser gobernantes, nadie quería trabajar; se aburrían porque no había quien contara historias al anochecer ni quién organizara celebraciones ni fiestas y, cuando alguien enfermaba, moría sin remedio porque nadie conocía el secreto de las plantas curativas cuyo conocimiento se había ido con los ancianos. Llivan se entristeció al oír todo aquello

— ¡Creo que ha llegado la hora de poner fin a esta indecencia! Si me ayudas a escapar lo solucionaré… ¡Te lo prometo! — le dijo Llivan a la joven.

Venciendo su miedo a los cabecillas, gracias a la esperanza que le había dado Llivan, la joven desató las cuerdas que lo retenían y lo llevó a su casa. Aquella noche Llivan mandó reunir a todos los habitantes decentes de la aldea, cuando estuvieron todos juntos les habló:

— Amigos, este era un pueblo próspero hasta que un día estos miserables que os gobiernan se hicieron con el mando. Echar a los ancianos fue un error, pero creo que todavía hay solución. Necesito que cada uno de vosotros coja una rama de ortiga del campo.

No sabían que pretendía Llivan, pero obedecieron sin rechistar; después, se fueron en busca de los cabecillas tal como les ordenó Llivan y los encontraron en la casa en que se solían emborrachar tirados en el suelo, profundamente dormidos a causa de la bebida. Llivan dio la orden de actuar:

— Quitadles la ropa, ni se darán cuenta.

Los habitantes de la aldea tampoco comprendieron esta orden, pero la obedecieron ya que Llivan les había devuelto la esperanza.

Al despertar, al amanecer, los tiranos se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo, estaban desnudos y ninguno de sus sirvientes estaba a su alrededor para atenderlos, como era su costumbre. Salieron furiosos a castigar a quienes les habían humillado, entonces, se toparon con una multitud de hombres, mujeres y niños de la aldea, cada uno con una rama de ortiga en sus manos. De repente, la figura de Llivan emergió en el centro de la multitud, decidido a acabar con la tiranía que había invadido su pueblo.

— ¡Es el momento! ¡Golpeadlos con las ramas! — les ordenó.

Todos golpearon fuertemente con ellas a los cabecillas, cada golpe de la rama de ortiga sonó como una bofetada, y los malvados gobernantes comenzaron a gritar de dolor mientras sus cuerpos se volvían rojos y ardían por la picadura de la ortiga.

— ¡Por favor, dejad de golpearnos! — dijo uno de ellos. al no poder soportar más el dolor.

Entonces, Llivan ordenó parar los golpes y alzó la voz:

— Hace años cometisteis la injusticia de expulsar a nuestros mayores, y además habéis arruinado a nuestro pueblo con vuestro mal gobierno. ¡Sois unos auténticos irresponsables!

— ¡Perdón, perdón! — gritaron los cabecillas que se habían puesto de rodillas para suplicar que les dejaran de golpear.

— A partir de ahora respetaréis a todas las personas por igual, y realizareis los trabajos más duros de la comunidad hasta que el pueblo vuelva a ser un lugar floreciente. Viviréis presos hasta que vuestro daño sea reparado y vuestro arrepentimiento sea sincero.

Los cabecillas aceptaron el castigo para evitar que les siguieran golpeando, y los habitantes de la aldea empezaron a aplaudir y gritar de alegría.

— Gracias amigos — dijo Llivan —, pero falta lo más importante: que regresen los ancianos que un día tuvieron que abandonar sus hogares por la injusticia de estos hombres. Mañana, una vez que hayamos organizado el encarcelamiento de estos hombres partiré a buscarlos.

Varios días después, los ancianos regresaron a su antiguo pueblo y fueron recibidos con aplausos, abrazos y besos. Llevaron a cada uno a sus antiguas casas que habían sido preparadas para acoger de nuevo a sus antiguos habitantes.

La vida en la aldea finalmente volvió a ser tranquila y feliz como antes. Sus habitantes aclamaron a Llivan como héroe y, fue elegido gobernador del pueblo por unanimidad. Se sintió emocionado y honrado de poder liderar y trabajar para el bienestar de su comunidad, y dio gracias a los ancianos por todas las cosas que le habían enseñado.

Pero eso no fue todo lo que el destino tenía preparado para Llivan. Durante la primavera, se enamoró de la hermosa joven que lo había liberado y salvado de una muerte segura. Juntos, construyeron un futuro mejor para la aldea y formaron una familia numerosa. Desde ese día, la gente del pueblo no dejaba de hablar de su amor y su valentía. Su historia se convirtió en un legado que se transmitió de generación en generación.

2) Actividades que pueden hacer los niños con este cuento

2.1) Responder las siguientes preguntas relacionadas con el cuento

¿Quién es el protagonista de la historia?
¿Dónde se desarrolla la historia?
¿Cómo vivían los indios Nasa en el poblado antes de que unos jóvenes malvados tomaran el poder?
¿Qué opinaban los jóvenes irresponsables sobre los ancianos del poblado?
¿Qué decisión tomaron los jóvenes con respecto a los ancianos?
¿Cómo reaccionaron los ancianos cuando les informaron que debían abandonar el pueblo?
¿Quién decidió oponerse a la decisión de los jóvenes?
¿Por qué se rebeló Llivan contra los jóvenes?
¿Qué les dijo Llivan a los ancianos para animarlos a seguir adelante?
¿Qué hicieron Llivan y los ancianos durante los siguientes meses?
¿Qué habilidades y conocimientos aprendió Llivan de los ancianos?
¿Qué anhelaba Llivan después de unos años viviendo con los ancianos?
¿Cómo reaccionaron los ancianos cuando Llivan les habló sobre su deseo de formar su propia familia?
¿Qué le había ocurrido al poblado de Llivan durante su ausencia?
¿Qué le ocurrió a Llivan al volver a su antiguo poblado?
¿Cómo consiguió Llivan librarse de la muerte a la que le habían condenado?
¿Cuál fue el plan de Llivan para vencer a los tiranos del pueblo?
¿Cómo termina la historia?

2.2) Después de haber respondido las preguntas anteriores, hacer un resumen del cuento, o bien saltar al siguiente punto para revisar las enseñanzas del cuento.

2.3) A continuación revisar con los niños la enseñanza que han aprendido del texto:

Por ejemplo, preguntándoles: ¿Qué enseñanza has aprendido de este cuento?
También pidiéndoles que os expliquen si han encontrado alguna situación similar a la del cuento y como la han afrontado
Revisar con ellos el resumen de las enseñanzas con la ayuda de las explicaciones de la sección 3 de este artículo.
Finalmente, proponerles aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria tal como se indica en la sección 4 de este artículo. En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es enseñar a los niños a actuar con responsabilidad.

3) Enseñanzas y valores que se pueden aprender en este cuento

Este cuento puede enseñar a los niños varias lecciones valiosas, como:

La importancia de pensar por nosotros mismos e identificar qué es lo correcto: Este cuento puede enseñar a los niños la importancia de pensar por sí mismos como hizo Llivan, no dejarse influir por la presión del grupo y utilizar nuestro pensamiento crítico para identificar qué es lo correcto, que en este caso es defender a los ancianos. Los jóvenes que bebieron demasiado y decidieron expulsar a los ancianos del pueblo fueron influenciados por la falta de juicio y la falta de respeto hacia los más mayores. Llivan, por otro lado, tenía una perspectiva más madura y sabía que los ancianos eran una parte valiosa e importante de la comunidad a los que había que agradecer todo lo que habían hecho por el poblado.
La importancia de actuar con responsabilidad: Llivan actúa con responsabilidad y solidaridad al ofrecerse a acompañar a los ancianos para ayudarles a buscar un nuevo hogar. Al abandonar su poblado actual para realizar esta acción responsable está demostrando que no le importa renunciar a cosas que ama o posee frente a algo más importante como es hacer lo correcto. Llivan también actúa con responsabilidad al darse cuenta de lo mal que viven los habitantes de su antiguo pueblo bajo el gobierno de unos tiranos y, en vez de escapar de la situación, decide actuar para expulsar a esos irresponsables del poder con el fin de que pueda mejorar su comunidad. Es importante que los niños aprendan a ser responsables y contribuyan de manera positiva a su comunidad y su entorno.
La importancia del coraje y valentía para hacer lo correcto: Llivan es el único que se opone a la expulsión de los ancianos, a pesar del riesgo que esto implica. Su coraje y valentía para enfrentarse a los jóvenes y proteger a los ancianos puede enseñar a los niños a ser valientes y a defender lo que creen que es justo, incluso cuando esto implique ir en contra de la mayoría. También actúa con valentía al expulsar del poder, junto con la ayuda de su comunidad, a los irresponsables que están gestionando mal su antiguo poblado.
La importancia de la perseverancia y el no rendirse ante las dificultades: A pesar de los desafíos que enfrentan, Llivan y los ancianos no se rinden y trabajan duro para construir un nuevo hogar y cultivar una cosecha para alimentarse. Esto puede enseñar a los niños a tener perseverancia y a trabajar duro para lograr sus metas. También les puede enseñar a no rendirse ante las dificultades que encuentren en su camino.
La importancia de la cooperación y el trabajo en equipo: Después de que Llivan se une a los ancianos, trabajan juntos para construir un nuevo hogar y cultivar la tierra. Cada uno aporta sus habilidades y conocimientos, y trabajan juntos para superar los obstáculos. Esto puede enseñar a los niños la importancia de cooperar y trabajar en equipo para lograr objetivos comunes.
La importancia del respeto hacia los ancianos y el valor de sus enseñanzas: Los ancianos del cuento eran considerados una carga para la comunidad por unos jóvenes irresponsables que deciden expulsarlos de su poblado. Sin embargo, otro joven llamado Llivan defiende que los ancianos habían sido fundamentales en la construcción de la comunidad y en el bienestar de esta. Es importante que los niños aprendan a respetar a los ancianos y valorar su experiencia y sabiduría. El protagonista, Llivan, les recuerda que los ancianos merecen respeto y cuidado por todo lo que han aportado al pueblo. Además, en el cuento, Llivan aprendió de los ancianos y su experiencia le resultó de gran valor. Es importante que los niños aprendan a escuchar y aprender de las personas mayores, ya que tienen mucho que enseñar y ofrecer.
La importancia de la gratitud y la apreciación: Llivan muestra su gratitud hacia los ancianos por todo lo que han hecho por él y por el pueblo. Esto puede enseñar a los niños a ser agradecidos y a apreciar a las personas que han contribuido positivamente a sus vidas.

4) Ejemplo práctico: Enseñar a los niños a actuar con responsabilidad

Enseñar a los niños a actuar con responsabilidad es una parte fundamental de su educación. Aquí te dejo algunos consejos que pueden ayudarte:

Enséñales que nuestros actos tienen consecuencias: Ayuda a tus hijos a comprender que sus acciones tienen consecuencias, tanto positivas como negativas. Explícales cómo sus decisiones pueden afectar a los demás y enséñales a pensar en las consecuencias de sus actos antes de realizarlos. Muestrales que las acciones responsables de Llivan de ayudar a los ancianos y librar a su poblado de los tiranos tiene consecuencias positivas. Sin embargo, la acción irresponsable de los jóvenes de expulsar a los ancianos tiene consecuencias negativas para todos los habitantes del poblado, que ven como su vida empeora al perder un activo tan importante como los ancianos, con su sabiduría y experiencia.
Dales realimentación sobre sus acciones: Hazles saber cuándo están haciendo algo bien y dales realimentación constructiva cuando hayan cometido un error. Enséñales cómo pueden hacerlo mejor la próxima vez.
Celebra el comportamiento responsable y sanciona el irresponsable: Celebra los logros de tus hijos cuando actúan con responsabilidad en sus decisiones y acciones. Reconoce su esfuerzo y éxito (al realizar sus tareas, al hacer una buena acción, etc.), y hazles saber que te sientes orgulloso de ellos. Esto les ayudará a sentirse motivados y a continuar actuando con responsabilidad en el futuro. Por el contrario, si tienen un comportamiento irresponsable (como no realizar sus tareas o hacer una mala acción), aparte de explicarles por qué no es correcto, puedes sancionarles, por ejemplo, con la pérdida de privilegios hasta que mejoren su actitud. En el cuento los habitantes del poblado aplauden a Llivan por el éxito de su plan para vencer a los tiranos del pueblo y le nombran su gobernador. Por el contrario, los tiranos del pueblo se ven castigados a arreglar todo lo que han arruinado en el pueblo, y a vivir recluidos hasta que no hayan reparado sus errores y se hayan arrepentido sinceramente de sus injustas acciones.
Fomenta la autonomía: Ayuda a tus hijos a desarrollar la capacidad de tomar decisiones y a asumir responsabilidades por sus elecciones. Deja que los niños tomen decisiones por sí mismos siempre que sea posible. Esto les dará una sensación de control y les enseñará a tomar responsabilidad por sus decisiones. En el cuento Llivan abandona su poblado, saliendo de su zona de confort, para hacer lo correcto que es ayudar a los ancianos, al hacer eso crece como persona porque tiene que hacer cosas que nunca había hecho antes y enfrentarse a todo tipo de adversidades.
Asígnales tareas a los niños: Asigna tareas adecuadas a su edad y capacidades, como cuidar de sus mascotas, ordenar su habitación o hacer su cama. Enséñales cómo hacerlas y hazles responsables de completarlas. Hazles saber que su contribución es valiosa.
Establece expectativas claras: Debes establecer expectativas claras para tus hijos en cuanto a sus comportamientos y responsabilidades. Explícales lo que esperas de ellos y ayúdalos a comprender la importancia de sus acciones.
Fomenta la resolución de problemas: Enseña a tus hijos a resolver problemas de manera responsable y proactiva. Anima a tus hijos a buscar soluciones creativas y a no tener miedo de pedir ayuda si la necesitan. En el cuento Llivan usa su responsabilidad e iniciativa para librar al poblado de los tiranos que lo dominan.
Sé consistente en tu enfoque: Asegúrate de ser consistente en tu enfoque a la hora de enseñar a tus hijos a actuar con responsabilidad. Si cambias tus expectativas o enfoque constantemente, puede confundir a tus hijos y dificultar su aprendizaje.
Sé un buen modelo para seguir: Cumple con tus responsabilidades y compromisos, y muestra una actitud proactiva en la solución de problemas. Los niños aprenden de sus padres y cuidadores, así que asegúrate de ser un buen modelo para seguir en cuanto a responsabilidad.

La responsabilidad es aquello que nos permite tomar el control sobre nuestras vidas para actuar en un sentido u otro. La libertad nos da opciones, pero es la responsabilidad la que nos dice que somos nosotros los que debemos analizar las opciones, elegir la mejor para nosotros, y para la sociedad, y realizarla. De hecho, la libertad corre el peligro de degenerar en arbitrariedad a no ser que se viva con responsabilidad. Para evitar esto, el psiquiatra y filósofo Viktor Frankl aconseja que la estatua de la Libertad de la costa este de Estados Unidos de América se complemente con una estatua de la Responsabilidad en la costa oeste ¿estamos dispuestos a construirla?

5) Origen del cuento “La historia de Llivan”

Este cuento es una adaptación de una historia popular colombiana titulada “La historia de Llivan”. La historia está ambientada en un pueblo Nasa, los indios Nasa son un pueblo indígena que habita en el departamento del Cauca en la zona andina del suroccidente de Colombia. -

Es uno de los capítulos del libro “Educa en valores a tus hijos y conviérteles en Superhéroes” que es un manual para asegurar el bienestar y la felicidad de nuestros hijos mediante el fomento y desarrollo de sus valores fundamentales.

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