Cómo educar a tus hijos para que tengan una vida feliz

Virgilio Postigo
12 min readDec 8, 2023

Este artículo tiene como objetivo proporcionar algunas recomendaciones para ayudarte a educar a tus hijos con el objetivo de que tengan una vida más próspera y feliz.

Espero que te sea de interés para trabajarlo con tus hijos, primero que lean el cuento que se incluye titulado “¿Dónde escondemos la felicidad?”, y después trabajad el resto de las actividades. La principal lección que los niños pueden aprender de este cuento es la idea de que la felicidad no hay que buscarla fuera de nosotros, sino que hay que buscarla en nuestro interior. Puedes compartir el artículo con las personas de tu entorno que pienses que puedan estar interesadas.

Este artículo es uno de los capítulos del libro titulado“Educa en valores a tus hijos y conviérteles en Superhéroes” que es un manual para asegurar el bienestar y la felicidad de nuestros hijos mediante el fomento y desarrollo de sus valores fundamentales. En el período del 18 al 22 de diciembre pondré para descarga gratuita la versión Kindle de este libro por si quieres empezar a utilizarlo en estas vacaciones de Navidad con tus hijos.

La belleza de la Felicidad (fuente Wikimedia Commons)

1) Lectura del cuento “¿Dónde escondemos la felicidad?”

En el comienzo de los tiempos hubo una reunión de todos los dioses y charlando entre ellos se les ocurrió crear el universo.

Los dioses de la luz comenzaron a crear las estrellas y todos los objetos brillantes del universo.

Los dioses de las profundidades no querían quedarse atrás. Así que diseñaron los planetas y, dentro de algunos de ellos, océanos profundos.

Había un grupo de dioses encargados de crear la vida, pero no lograban ponerse de acuerdo. La mayoría pensaba que lo mejor era hacer seres que no pudieran pensar por sí mismos.

A uno se le ocurrió que lo mejor era crear una vida pequeña y fugaz. Entonces creó al mosquito. Sin embargo, se volvió tan molesto que decidieron enviarlo al planeta Tierra para que no los importunara.

Otro de los dioses pensó que tal vez sería más divertido si creaba una forma de vida ágil y llena de habilidades, además de hermosa. Entonces inventó al gato. Este era demasiado independiente y pronto se les escapó, sin que supieran a dónde había ido a parar.

Viendo aquello, otro de los dioses sintió que era mejor crear un ser que fuera más amable y cercano, que acompañara a los dioses a donde fueran y no se escapara a la primera oportunidad, como había hecho el gato. Fue así como pensó en el perro y lo creó.

Uno de los dioses pensó en crear un ser con una mayor inteligencia para que pudiera razonar y un corazón para que pudiera sentir. Pensaba que no tenía sentido crear un universo si no había alguien capaz de admirarlo y comprender su significado. Fue entonces cuando este dios creó al hombre. Una vez lo hizo, todos vieron que el nuevo ser estaba desorientado. No sabía qué hacer, ni cómo existir. Entonces a otro de los dioses se le ocurrió entregarle el don de la felicidad para que no estuviera tan inquieto. Cuando lo hizo, el hombre se acostó plácidamente en un prado y se quedó contemplando las estrellas. Pasaron varios siglos y no se movía de allí. No hacía nada. ¿Para qué? Era feliz eternamente. En su corazón había dicha y no necesitaba nada más.

Al ver esto, el dios creador del hombre pensó que su compañero había cometido un error. Darle la felicidad completa al hombre sin tener que luchar por ella no hacía más que convertirlo en alguien pasivo, que no hacía uso ni de la inteligencia, ni de la sensibilidad con las que le habían dotado. Entonces, les propuso lo siguiente a los demás:

— Ya sé, vamos a quitarles la felicidad, y así no les quedará más remedio que desarrollar su mente y su corazón para poder encontrarla de nuevo.

— Pero donde vamos a esconderla — preguntó uno.

— Vamos a esconderla en la cima de la montaña más alta del mundo.

— No creo que sea una buena idea, con su fuerza acabarán por encontrarla.

— Entonces… podemos esconderla en el fondo del océano.

— No, recuerda que les hemos dado inteligencia, con la cual, tarde o temprano construirán una máquina que pueda descender a las profundidades del océano.

— ¿Por qué no la escondemos en otro planeta que no sea la tierra?

— Tampoco creo que sea buena idea, porque llegará un día que desarrollarán una tecnología que les permita viajar a otros planetas.

Uno de los dioses, que había permanecido en silencio todo el tiempo y había escuchado con interés las ideas propuestas por los demás dijo:

— Creo saber el lugar perfecto para esconder la felicidad, un sitio donde los hombres nunca la encontrarán.

Todos le miraron con curiosidad y le preguntaron:

— ¿Dónde puede estar ese sitio?

— La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.

Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces el hombre se pasa la vida buscando la felicidad fuera de sí sin saber que la lleva dentro.

2) Actividades que pueden hacer los niños con este cuento

2.1) Responder las siguientes preguntas relacionadas con el cuento

  • ¿Qué otros seres vivos crean los dioses antes que al hombre?
  • ¿Por qué deciden los dioses crear al hombre?
  • ¿Por qué se arrepienten los dioses de haberle dado al hombre la felicidad completa?
  • ¿En qué sitios proponen los dioses esconder la felicidad del hombre para que no tenga más remedio que desarrollar su mente y su corazón para volver a encontrarla?
  • ¿Cuál sitio proponen finalmente que sería el ideal para esconder la felicidad del hombre?
  • ¿Por qué crees que ese sitio fue una buena idea?

2.2) Después de haber respondido las preguntas anteriores, hacer un resumen del cuento, o bien saltar al siguiente punto para revisar las enseñanzas del cuento.

2.3) A continuación revisar con los niños la enseñanza que han aprendido del texto:

  • Por ejemplo, preguntándoles: ¿Qué enseñanza has aprendido de este cuento?
  • También pidiéndoles que os expliquen si han encontrado alguna situación similar a la del cuento y como la han afrontado
  • Revisar con ellos el resumen de las enseñanzas con la ayuda de las explicaciones de la sección 3 de este artículo.
  • Finalmente, proponerles aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria tal como se indica en la sección 4 de este artículo. En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para enseñar a los niños cómo ser felices.

3) Enseñanzas y valores que se pueden aprender en este cuento

La principal lección que los niños pueden aprender de este cuento es la idea de que la felicidad no hay que buscarla fuera de nosotros, sino que hay que buscarla en nuestro interior. Los seres humanos a menudo buscamos la felicidad en cosas materiales o externas a nosotros: la posesión de cosas, el dinero o el desear siempre que nos ocurran cosas buenas; pero la verdadera felicidad proviene de nuestra paz interior. Por tanto, lo que tenemos que hacer es buscar la felicidad dentro de nosotros mismos, y no condicionarla a que nos pasen cosas buenas procedentes de nuestro exterior.

4) Ejemplo práctico: Cómo educar a tus hijos para que tengan una vida feliz

En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para enseñar a los niños cómo ser felices. Algunas acciones que puedes trabajar con los niños para que sean más felices son:

  • Cultivar relaciones significativas. Una de las principales recetas para la felicidad de tus hijos es que cultiven relaciones significativas. Somos seres sociales por naturaleza, y nuestro bienestar está intrínsecamente ligado a la calidad de nuestras relaciones. La alegría de estar con amigos y seres queridos es una fuente inagotable de felicidad. Estas conexiones les proporcionan apoyo emocional, enriquecen su vida y fortalecen su sentido de pertenencia. Un fascinante estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard exploró la vida de más de 700 jóvenes de diversos entornos sociales desde 1938 hasta hoy. Los resultados fueron reveladores: aquellos que se clasificaron como personas felices compartían un denominador común, y era la calidad de sus relaciones interpersonales. La investigación destacó que aquellos más conectados con amigos y familiares no solo viven más tiempo, sino que también logran de manera más exitosa sus metas vitales y mantienen un mejor estado de salud física y mental.
  • Anímalos a que expresen sus emociones. Anima a los niños a identificar sus emociones y sentimientos, y enséñales a expresarlas y gestionarlas. Pídeles que se tomen un momento para reflexionar sobre cómo se sienten y qué los hace sentir de esa manera. Enséñales a reconocer la diferencia entre emociones positivas y negativas, y cómo pueden manejarlas de manera saludable. Ejemplo: Si un niño está enojado porque su amigo no lo invitó a jugar, pregúntale cómo se siente y por qué. Ayúdale a entender que está enojado y que eso es una emoción normal, pero que también hay formas positivas de manejarlo, como hablar con su amigo sobre cómo se siente.
  • Hacer ejercicio físico. Promover el ejercicio físico en los niños es crucial para su desarrollo integral. No solo contribuye al crecimiento muscular y óseo, sino que también ayuda a mantener un peso saludable, fortalece el sistema cardiovascular, mejora la coordinación y habilidades motoras, establece hábitos saludables a largo plazo y promueve el bienestar mental. Además, el ejercicio fomenta la socialización, el trabajo en equipo y eleva la autoestima, brindándoles las herramientas necesarias para una vida activa, saludable y feliz.
  • Fomenta la práctica de la meditación y el mindfulness. La meditación y el mindfulness pueden ayudar a los niños a desarrollar la capacidad de concentración, reducir el estrés y mejorar la salud mental en general. Ejemplo: Si un niño está teniendo dificultades para concentrarse en la tarea que está haciendo, enséñale una técnica de mindfulness como la respiración profunda para ayudarlo a calmarse y concentrarse.
  • Enseña a los niños a encontrar la felicidad en las pequeñas cosas de la vida. Anima a los niños a buscar momentos de alegría en su día a día, como disfrutar de una buena comida, hacer una actividad que les guste o pasar tiempo con personas que los hagan sentir bien. Ejemplo: Si un niño está triste porque no pudo ir al parque de atracciones, anímalo a encontrar la felicidad en las cosas pequeñas, como pasar tiempo con su familia, jugar con sus juguetes favoritos o hacer algo creativo.
  • Enseña a los niños a vivir en el presente. Enseñar a los niños a vivir en el presente es esencial para su felicidad porque les proporciona herramientas para cultivar la atención plena, desarrollar su conciencia emocional y disfrutar del momento actual. Esta habilidad les permite gestionar el estrés, tomar decisiones informadas, fomentar la gratitud y reducir la ansiedad por el futuro.
  • Ayuda a los niños a desarrollar una mentalidad positiva. Enseña a los niños a ver el lado positivo de las cosas, incluso en situaciones difíciles. Anima a los niños a enfocarse en lo que pueden controlar y a dejar ir las cosas que no pueden cambiar. Ejemplo: Si un niño está frustrado porque no puede hacer algo bien, ayúdalo a encontrar algo que sí pueda hacer bien y anímalo a seguir intentándolo. Enséñale que los errores son oportunidades para aprender y mejorar.
  • Cultiva su sentido del humor. El humor y su impacto en nuestro bienestar han sido ampliamente estudiados y los resultados son claros: tener un buen sentido del humor reduce el estrés y aumenta nuestra satisfacción general con la vida. Por lo tanto, riendo ante las adversidades, las personas alegres logran mantener una actitud positiva incluso en tiempos difíciles, lo que les ayuda a enfrentar los desafíos con mayor resiliencia y optimismo.
  • Anímalos a cultivar la serenidad. En esta sociedad donde todos vamos con prisas a todas partes, perseguimos cosas materiales sin un valor real, actuamos de forma reactiva frente a los acontecimientos, y el estrés es uno de los malestares más corrientes, el cultivar la serenidad nos dará herramientas para adoptar una posición desde la que mejorar nuestras vidas. Enseña a los niños que la práctica de la serenidad supone dejar de perseguir cosas vanas como la riqueza o la fama y dejar de sentir temor por otras cosas, como, por ejemplo, el miedo al fracaso, que nos imposibilita perseguir nuestros objetivos o el miedo al dolor, que puede ser muchas veces peor que el propio dolor. Enséñales a ver los acontecimientos desde el presente y utilizando la razón, y no reaccionar de forma reactiva a ellos, sino actuar de forma reflexiva y decidiendo nuestras acciones.
  • Enséñales a aceptar la naturaleza de las cosas. Enséñales que muchas veces no hay que luchar contra la naturaleza de las cosas sino aceptarlas, lo cual no significa adoptar una actitud pasiva frente a los acontecimientos, sino aceptarlos como punto de partida, sean buenos o malos, y una vez aceptados decidir qué cosas hay que dejar como están y que cosas deberíamos trabajar por cambiar.
  • Anímalos a que se concentren en lo que pueden controlar. Enséñales que la mayoría de las veces no podemos controlar el mundo que nos rodea, pero sí la forma en que respondemos a él. Por tanto, debemos enfocarnos en lo que sí podemos controlar: nuestras actitudes; nuestras emociones; nuestros deseos; nuestras opiniones sobre lo que nos ha pasado. El primer ingrediente para la felicidad sería el poder de controlar siempre tu respuesta a los acontecimientos, sean cuales sean tus circunstancias.
  • Anímalos a que piensen menos en sí mismos y más en los demás. Enséñales que, si quieren ser felices, piensen menos en sí mismos. Que piensen en los demás, en el bien que pueden hacer.
  • Anímalos a que practiquen la gratitud. La gratitud es otro hábito que las personas alegres practican a diario. Practica con ellos diariamente a dar gracias por lo que tenéis. Enséñales que tienen todo lo que necesitan. Creemos que necesitamos mucho para ser felices. Necesitamos montones de dinero. Necesitamos poder. Necesitamos fama. Todo esto no es cierto, debes convencerte de que ya tienes todo lo que necesitas para ser feliz. Ya eres rico. Ya tienes un poder increíble: el poder de determinar tus propias necesidades y deseos, la capacidad de decir que no necesitas más. Dar las gracias todos los días por lo que tienes y no desear cosas que no necesitas te puede ayudar a ser más feliz.
  • Ayúdalos a definir su propósito y sus objetivos. Es crucial para la felicidad de los niños tener un propósito o metas porque les proporciona un sentido de dirección y motivación. Establecer objetivos les ayuda a desarrollar habilidades como la planificación, la perseverancia y la autoevaluación, contribuyendo a un crecimiento personal significativo. Además, la consecución de metas brinda una sensación de logro y autoeficacia, fortaleciendo la autoestima y el bienestar emocional de los niños al proporcionarles un propósito que va más allá de las actividades diarias, fomentando así su desarrollo integral y su satisfacción personal.
  • Edúcalos en principios y valores. Cultivar principios y valores en los niños es esencial para su felicidad porque les proporciona una base ética sólida que guía sus acciones y decisiones. Practicar valores como la honestidad, la empatía y la responsabilidad fomenta el desarrollo de relaciones saludables, promueve la autoestima y contribuye a un sentido de pertenencia en la sociedad. Estos principios les ofrecen herramientas para enfrentar desafíos, tomar decisiones éticas y construir una base emocional estable, brindándoles una brújula moral que impacta positivamente en su bienestar y en su capacidad para contribuir de manera constructiva al mundo que los rodea. Este aspecto se trata en los diferentes capítulos de este libro.

En conclusión, la felicidad no es un destino, sino un camino lleno de pequeños momentos y prácticas diarias que, cuando se cultivan conscientemente, pueden llevar a una vida de alegría y satisfacción. Si apreciamos las pequeñas cosas de la vida, practicamos la gratitud, creamos conexiones significativas, incorporamos el humor en nuestra rutina diaria. vivimos en el presente, definimos nuestros objetivos y trabajamos por realizarlos, y cultivamos nuestros principios y valores podremos disfrutar de una vida llena de alegría y felicidad.

5) Origen del cuento “¿Dónde escondemos la felicidad?”

Esta historia es una adaptación de una historia oriental que nos cuenta lo que ocurre cuando al hombre se le da la felicidad sin tener que luchar por ella. Nos enseña que la felicidad tenemos que buscarla en nuestro interior, pero también tenemos que saber que esa búsqueda requerirá de nuestro esfuerzo.

Es uno de los capítulos del libro “Educa en valores a tus hijos y conviérteles en Superhéroes” que es un manual para asegurar el bienestar y la felicidad de nuestros hijos mediante el fomento y desarrollo de sus valores fundamentales.

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© Virgilio Postigo Cubo. 2023.

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Virgilio Postigo

Telecommunications Engineer based in Madrid, Spain. Interested in technology, writing, education, psychology, health, environment, and improvement of society.