Cuentos para educar: “Lo que sucedió a un hombre bueno con su hijo”

1) Introducción

Este escrito forma parte de una serie de artículos denominados “Cuentos para educar” donde presentaré cuentos clásicos adaptados a los niños para ofrecerles una historia divertida y con enseñanzas fáciles de entender. Cada uno de ellos puede utilizarse como material educativo para ayudar a los niños a desarrollar valores y lecciones importantes para la gestión de sus vidas. Puedes utilizarlos con los niños de la manera siguiente:

• 1) Primero que lean el cuento que se incluye y que respondan una serie de preguntas relacionadas con el mismo, repasar las respuestas con ellos.
• 2) A continuación, que hagan un resumen del cuento con sus propias palabras y sin tener el texto delante, revisar el resumen con ellos.
• 3) Por último, contrastar con los niños las enseñanzas que han aprendido del texto. Se sugiere realizarles unas preguntas y explicarles después un resumen de las enseñanzas. También se propone aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria de los niños. En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para cultivar en los niños un pensamiento propio e independiente de las opiniones de los demás, que les pueda ayudar a tomar sus propias decisiones y elegir sus propios proyectos.

Otro posible uso de estos artículos sería utilizarlos para el fomento a la lectura, y también para el trabajo de la comprensión lectora de los textos, que es un aspecto que la mayoría de los niños tienen que mejorar.

2) Lectura del cuento “Lo que sucedió a un hombre bueno con su hijo”

Había una vez un buen hombre que cada vez que cada vez que quería acometer cualquier proyecto su hijo le señalaba todos sus inconvenientes, de esta manera le impedía llevar a cabo algunos trabajos que eran buenos para su familia de labradores, como arreglar el corral de los animales o ampliar sus cultivos. Tras soportar el padre durante mucho tiempo las molestas observaciones de su hijo, un día se le ocurrió una idea para evitar más perjuicios a su hacienda, por las cosas que no le dejaba hacer y, sobre todo, para dar una lección a su hijo. Un día de mercado, el hombre le dijo a su hijo que irían los dos al pueblo para comprar algunas herramientas de agricultura que necesitaban y que llevarían un burro para ayudarles a traer la carga.

Camino del mercado, yendo los dos a pie y el animal sin carga alguna, se encontraron con unos hombres que ya volvían. Los hombres les dijeron que no les parecían muy juiciosos ni el padre ni el hijo, pues los dos caminaban a pie mientras el burro iba sin peso alguno. El buen hombre, al oírlo, preguntó a su hijo qué le parecía lo que habían dicho aquellos hombres, contestándole el hijo que era verdad, porque, al ir el animal sin carga, no era muy sensato que ellos dos fueran a pie. Entonces el padre mandó a su hijo que subiese en la cabalgadura.

Así continuaron su camino hasta que se encontraron con otros hombres, los cuales les dijeron que como podía ser que el padre, siendo tan mayor, iba a pie, mientras el mozo, que podría caminar sin fatigarse, iba a lomos del animal. De nuevo preguntó el buen hombre a su hijo qué pensaba sobre lo que habían dicho, y este le contestó que parecían tener razón. Entonces el padre mandó a su hijo bajar del burro y se acomodó él sobre el animal.

Al poco rato se encontraron con otros que criticaron la dureza del padre, pues él, que estaba acostumbrado a los más duros trabajos, iba cabalgando, mientras que el joven, que aún no estaba acostumbrado a las fatigas, iba a pie. Entonces preguntó aquel buen hombre a su hijo qué le parecía lo que decían estos otros, contestándole el hijo que, en su opinión, decían la verdad. Inmediatamente el padre mandó a su hijo subir con él en la cabalgadura para que ninguno caminase a pie.

Yendo así los dos, se encontraron con otros hombres, que comenzaron a decir que el animal que montaban era tan flaco y débil que apenas podía soportar su peso, y que estaba muy mal que los dos fueran montados en él. El buen hombre preguntó otra vez a su hijo qué le parecía lo que habían dicho aquellos, contestándole el joven que, a su juicio, decían la verdad. Entonces el padre se dirigió al hijo con estas palabras:

— Hijo mío, cada vez que unas personas nos han dicho que estaba mal lo que hacíamos yo te he preguntado qué te parecía y tú les has dado la razón. Pero ya has visto que cualquier cosa que hiciésemos era criticada por las gentes: cuando íbamos los dos a pie nos criticaron, cuando tú ibas en el burro y yo a pie nos criticaron, cuando iba yo en el animal y tú a pie nos criticaron, y ahora que vamos los dos montados también nos critican. He hecho todo esto para enseñarte cómo llevar de ahora en adelante tus asuntos, debes estar seguro de que nunca harás algo que todos aprueben, pues si haces alguna cosa buena, los malos y quienes no saquen provecho de ella te criticarán; por el contrario, si es mala, los buenos, que aman el bien, no podrán aprobar ni dar por buena esa mala acción. Por eso, si quieres hacer lo mejor y más conveniente, haz lo que creas que más te beneficia y no dejes de hacerlo por temor al qué dirán, a menos que sea algo malo, pues es cierto que la mayoría de las veces la gente habla de las cosas a su antojo, sin pararse a pensar en lo más conveniente para la persona a la que critican.

El hijo comprendió la lección que le había dado su padre, y a partir de entonces dejó de criticarle en todas sus iniciativas, e incluso le ayudó en alguna de ellas como arreglar el corral del ganado o ampliar los cultivos.

3) Actividades que pueden hacer los niños con este cuento

3.1) Comprensión lectora: Responder las siguientes preguntas del cuento

• ¿Por qué no puede arreglar el labrador de la historia el corral de sus animales?
• ¿Qué le propone el labrador a su hijo un día de mercado?
• ¿Cómo empiezan el viaje al mercado el labrador, su hijo y el burro?
• ¿Cuántas formas diferentes de ir con el burro son criticadas por los hombres con los que se encuentran por el camino?
• ¿Hay alguna forma de ir con el burro que no sea criticada por los hombres con los que se encuentran por el camino?
• ¿Qué le aconseja el padre al hijo?

3.2) Después de haber respondido las preguntas anteriores, hacer un resumen del cuento

3.3) A continuación revisar con los niños la enseñanza que han aprendido del texto:

• Por ejemplo, preguntándoles: ¿Qué enseñanza has aprendido de este cuento?
• También pidiéndoles que os expliquen si han encontrado alguna situación similar a la del cuento y como la han afrontado
• Revisar con ellos el resumen de las enseñanzas con la ayuda de las explicaciones de la sección 4 de este artículo.
• Finalmente, proponerles aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria tal como se indica en la sección 4 de este artículo. En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para cultivar en los niños un pensamiento propio e independiente de las opiniones de los demás, que les pueda ayudar a tomar sus propias decisiones y elegir sus propios proyectos.

4) Enseñanzas y valores que se pueden aprender en este cuento

Este cuento puede enseñar a los niños que, si tienen alguna idea o proyecto que hacer que sea beneficioso para ellos, mientras no sea malo o perjudique a alguien, que lo hagan sin importarle lo que piensen los demás de ello. Hay que animar a los niños a que realicen sus propios proyectos sin importarles lo que opinen los demás, porque cuantos más proyectos realicen más aumentará la confianza en sí mismos y menos dependerán de las opiniones de los demás. Los niños deben aprender a diferenciar las críticas constructivas, que deben escuchar y utilizar para mejorar sus opiniones o acciones, de aquellas críticas que no aportan nada, y que en algunas ocasiones se hacen para causarte daño en vez de ayudarte, y deben ser ignoradas.

En este cuento también se aprende que nada de los que hagamos puede ser del gusto de todos. Por tanto, es inútil que intentemos complacer a todos, y en su lugar, nos centremos en hacer lo que creemos que es correcto y beneficioso para nosotros y nuestros semejantes.

Este cuento también puede ser usado para entrenar a los niños en el proceso de toma de decisiones. En el cuento, el padre le aconseja a su hijo que para tomar buenas decisiones hay que analizar y ver las ventajas y desventajas de las cosas y decidir por la que le dé mayor beneficio a él, y podríamos añadir si es posible que de beneficio también a tus semejantes.

5) Ejemplo práctico: cultivar en los niños un pensamiento propio e independiente de las opiniones de los demás

En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para cultivar en los niños un pensamiento propio e independiente de las opiniones de los demás, que les pueda ayudar a tomar sus propias decisiones y elegir sus propios proyectos, en definitiva, para tomar las riendas de su destino. Algunos consejos para ello pueden ser:

• Fomenta la reflexión: Anima a los niños a pensar en diferentes soluciones o enfoques para resolver un problema. Hazles preguntas como “¿Qué opciones tienes?” o “¿Cómo podrías hacer esto de manera diferente?”.
• Estimula la creatividad: Anima a los niños a pensar fuera de la caja y a ser creativos en la resolución de problemas. Enséñales que hay más de una manera de hacer las cosas.
• Inculca el valor de la independencia: Enséñales a los niños que es importante ser independientes y confiar en su propia capacidad para tomar decisiones. Muéstrales que no siempre es necesario seguir las opiniones de los demás y que pueden pensar por sí mismos.
• Promueve el pensamiento crítico: Enséñales a los niños a cuestionar las cosas y a pensar críticamente sobre la información que reciben. Muéstrales cómo analizar la información y cómo llegar a sus propias conclusiones.
• Valora la diversidad: Anima a los niños a ser respetuosos y tolerantes con las opiniones y perspectivas diferentes a las suyas. Enséñales a escuchar y considerar los puntos de vista de los demás, explicándoles que no deben verse obligados a estar de acuerdo con ellos, pero sí deben conocerlos y respetarlos, y en algunos casos ayudarán a mejorar las ideas propias.

6) Origen de este cuento

El cuento escrito en este artículo es una reescritura, para ser mejor entendida por los niños, del capítulo titulado “Lo que sucedió a un hombre bueno con su hijo” del libro “El conde Lucanor” que es una obra narrativa de la literatura castellana medieval escrita entre 1331 y 1335 por Don Juan Manuel. En este cuento el Conde Lucanor no podía decidirse entre hacer algo o dejar de hacerlo, por temor a las críticas de la gente. Patronio, su consejero le cuenta una historia de un padre con su joven hijo que siempre criticaba todas sus decisiones para al final transmitir la siguiente enseñanza: Por críticas de gentes, mientras que no hagáis mal, buscad vuestro provecho y no os dejéis llevar.

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© Virgilio Postigo Cubo. 2023.

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