Cuentos para educar: “La historia de Kisa Gotami”

Imagen de Kisa Gotami con su hijo muerto (fuente Wikimedia Commons)

1) Introducción

Este escrito forma parte de una serie de artículos denominados “Cuentos para educar” donde presentaré cuentos clásicos adaptados a los niños para ofrecerles una historia divertida y con enseñanzas fáciles de entender. Cada uno de ellos puede utilizarse como material educativo para ayudar a los niños a desarrollar valores y lecciones importantes para la gestión de sus vidas. Puedes utilizarlos con los niños de la manera siguiente:

• 1) Primero que lean el cuento que se incluye y que respondan una serie de preguntas relacionadas con el mismo, repasar las respuestas con ellos.
• 2) A continuación, que hagan un resumen del cuento con sus propias palabras y sin tener el texto delante, revisar el resumen con ellos.
• 3) Por último, contrastar con los niños las enseñanzas que han aprendido del texto. Se sugiere realizarles unas preguntas y explicarles después un resumen de las enseñanzas. También se propone aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria de los niños. En el caso de este cuento, te propongo dos usos: A) Utilizarlo para explicar a los niños la muerte y el proceso de su duelo con el fin de que cuando la pérdida de un ser querido se produzca ya tengan un conocimiento que les permita afrontar de una mejor forma el duelo tras dicha pérdida, y B) Aprovechar este conocimiento sobre la inevitabilidad de la muerte, que puede llegar en cualquier momento, para transmitir la enseñanza de que deberíamos vivir intensamente cada día, como si fuera el último, para que prioricemos el dedicarnos a nuestros proyectos y relaciones importantes y no pospongamos los mismos.

Otro posible uso de estos artículos sería utilizarlos para el fomento a la lectura, y también para el trabajo de la comprensión lectora de los textos, que es un aspecto que la mayoría de los niños tienen que mejorar.

2) Lectura del cuento “La historia de Kisa Gotami”

Cuentan que en un pueblo de la India llamado Shravasti vivía una mujer llamada Kisa Gotami que se casó joven y tuvo un hijo. Un día, el bebé enfermó y murió poco después. Kisa Gotami quería mucho a su hijo y se negó a creer que había muerto.

— ¡Dime algo mi niño! ¡Abrázame como sueles hacer! — dijo llorando — al no obtener respuesta decidió cerrar los ojos, esperaba que aquello fuera una pesadilla y al despertar su hijo le regalara una de sus sonrisas.

Al volver a abrir los ojos su hijo seguía sin moverse, entonces miró al cielo y lanzó maldiciones a los Dioses

— Malditos Dioses ¿Qué os he hecho yo para que me castiguéis de esta manera? ¿En qué os he faltado? — dijo con rabia

Tras no obtener respuesta, tomó el cuerpo de su hijo, lo cargó en la espalda y recorrió con él todo el pueblo, preguntando si había alguien que pudiera obrar algún milagro para devolverle a la vida.

Todos los aldeanos vieron que su hijo ya estaba muerto y que no había nada que hacer. Le aconsejaron que aceptara su muerte y organizara el funeral.

Pero ella, muy apenada, cayó de rodillas y estrechó contra sí el cuerpo de su hijo. No paraba de gritar para que su hijo se despertara.

Un anciano de la aldea se apiadó de ella:

— Kisa Gotami. No podemos ayudarte a devolver tu hijo a la vida. Pero hemos oído que en aquellas montañas vive un ermitaño sabio que obra milagros, quizás debas visitarle para ver si él tiene alguna solución.

Tras oír estas palabras, se dirigió hacia la residencia del ermitaño y al llegar allí le suplicó que le devolviera a su hijo.

Aquel hombre le respondió:

— Pues sí, yo puedo hacer que tu hijo vuelva a la vida, pero antes de hacer eso te tengo que pedir una cosa.

— Mi Señor, haré lo que deseéis para traer a mi hijo de vuelta, pedidme lo que sea — le respondió la mujer

— Necesito comer para darme fuerzas con las que realizar ese milagro. Haz el favor de traerme del pueblo un plato de arroz de una casa donde nadie que resida en ella haya perdido nunca a un ser querido. Tráeme esa comida y tu hijo volverá a la vida.

Y dice la leyenda que se fue muy contenta, porque dijo: esto está hecho.

En la primera casa a la que llamó, una joven se ofreció a darle un plato de arroz. Pero cuando Kisa Gotami le preguntó si había perdido a algún familiar a causa de la muerte, la joven le dijo que su abuela había muerto hacía unos meses.

Preguntó en una segunda casa y le dijeron que hacía unos años murió un marido.

En la tercera casa habían perdido a un tío y en la cuarta a un hijo.

Terminó de recorrer el pueblo y no encontró arroz de una casa donde no hubieran perdido a un ser querido.

La leyenda dice que como todavía era mediodía fue a pedir arroz al pueblo próximo y… ¿qué le pasó?… pues lo mismo. En todas las casas le daban arroz, pero no le servía porque en todas había habido un difunto.

Entonces como ya estaba atardeciendo, fue corriendo al ermitaño y le pidió que por favor le diera una prórroga, que le dejara buscar ese plato de arroz hasta el día siguiente.

Y el ermitaño le dijo:

— Sí, sí… te concedo todo el día de mañana.

Fue a un tercer pueblo, lo recorrió y le pasó igual, no encontró arroz de una casa en la que no hubiera habido ningún difunto.

Kisa Gotami no conocía ningún sitio más al que acudir para conseguir el plato de arroz que le había pedido el ermitaño. Presa de desesperación salió de aquel pueblo sin saber a dónde ir, y, atravesando el bosque tropezó con una raíz y cayó al suelo. Allí mismo se sentó y empezó a llorar con su hijo en brazos. Sintió como el aire le faltaba de los pulmones y su corazón era atravesado por espinas. No creía poder seguir viviendo sin su hijo.

La leyenda dice que Kisa Gotami, al acordarse de los pueblos que había visitado, se dio cuenta que no hay nadie en el mundo que no haya perdido a un ser querido. Así comprendió que la muerte es inevitable y forma parte natural de la vida. Entonces, dejando a un lado su dolor, enterró a su hijo en el bosque, y, se dispuso a seguir por el camino de la vida. Lo primero que hizo fue visitar al sabio ermitaño para agradecerle el haberle enseñado esta lección, éste la consoló y la aceptó como discípula suya. Tras pasar Kisa Gotami un tiempo con el ermitaño, se despidió de él y fue a compartir con las personas de su aldea todas las enseñanzas que le había transmitido. Aquella se convirtió en la aldea más sabia de la región.

3) Actividades que pueden hacer los niños con este cuento

3.1) Responder las siguientes preguntas relacionadas con el cuento

• ¿Cómo se llama la protagonista de ese cuento? ¿De qué país es?
• ¿Qué tragedia le ocurre?
• ¿Para qué lleva a su hijo muerto por las calles del pueblo donde vive?
• ¿Qué le responde el ermitaño de la montaña cuando le pide que haga un milagro para que su hijo vuelva a la vida?
• ¿En cuantos pueblos va la protagonista a pedir lo que le había encargado el ermitaño de la montaña?
• ¿Qué descubre la protagonista al final de esta historia?

3.2) Después de haber respondido las preguntas anteriores, hacer un resumen del cuento con sus propias palabras sin tener el texto delante

3.3) A continuación revisar con los niños la enseñanza que han aprendido del texto:

• Por ejemplo, preguntándoles: ¿Qué enseñanza has aprendido de este cuento?
• También pidiéndoles que os expliquen si han encontrado alguna situación similar a la del cuento y como la han afrontado
• Revisar con ellos el resumen de las enseñanzas con la ayuda de las explicaciones de la sección 4 de este artículo.
• Finalmente, proponerles aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria tal como se indica en la sección 5 de este artículo. En el caso de este cuento, te propongo dos usos: A) Utilizarlo para explicar a los niños la muerte y el proceso de su duelo con el fin de que cuando la pérdida de un ser querido se produzca ya tengan un conocimiento que les permita afrontar de una mejor forma el duelo tras dicha pérdida, y B) Aprovechar este conocimiento sobre la inevitabilidad de la muerte, que puede llegar en cualquier momento, para transmitir la enseñanza de que deberíamos vivir intensamente cada día, como si fuera el último, para que prioricemos el dedicarnos a nuestros proyectos y relaciones importantes y no pospongamos los mismos.

4) Enseñanzas y valores que se pueden aprender en este cuento

Este cuento de ‘La madre que perdió a su hijo’ nos enseña que la muerte es algo inevitable que hay que aceptar, y, en vez de intentar negarla, lo que hay que hacer es reconocer el sentimiento de tristeza que produce esa pérdida y guardar el duelo por la misma.

Otra enseñanza adicional que podemos extraer es que, dado que la muerte es inevitable, deberíamos vivir intensamente cada día, como si fuera el último, para que prioricemos el dedicarnos a nuestros proyectos importantes y no pospongamos los mismos. Ya que si las posponemos a un momento en el futuro a lo mejor ese momento ya no existe y habremos dejado de hacer cosas importantes. Diariamente escucho a personas decir que una actividad importante para ellos ya la harán el fin de semana, o en vacaciones o cuando se jubilen; están posponiendo algo importante que sería mejor que se dedicaran a ello ahora mismo, aunque fuera dedicar un poco de tiempo cada día. El ser conscientes de nuestra mortalidad nos ayudará a no procrastinar en la realización de nuestros objetivos. “Podrías dejar la vida ahora mismo”, recuerda, “deja que eso determine lo que haces, dices y piensas”. Las palabras del emperador y filósofo Marco Aurelio no pretendían crear pánico en las personas, sino establecer prioridades y urgencia en la realización de nuestros objetivos. Aunque sería maravilloso que no existiera la muerte, podemos utilizarla como herramienta. Podemos utilizarla como un estímulo para avanzar. Podemos usarla para ayudarnos a priorizar lo que es verdaderamente importante. Podemos utilizarla para aprovechar el día de hoy.

5) Primer ejemplo práctico: explicar a los niños la muerte y el proceso de su duelo

La primera aplicación que te propongo de este cuento es utilizarlo para explicar a los niños la muerte y el proceso de su duelo con el fin de que cuando la pérdida de un ser querido se produzca ya tengan un conocimiento que les permita afrontar de una mejor forma el duelo tras dicha pérdida. Como el tema de explicar la muerte a los niños es un tema delicado, este tema hay que tratarlo con cuidado con ellos. En todo caso siempre será mejor explicárselo antes de que suceda la pérdida de un ser querido, que puede ser un familiar, un amigo, o incluso una mascota. Si no les damos esta formación antes de que sufran una pérdida, el proceso de duelo será más doloroso para ellos y durará más tiempo del que pueda ser razonable.

1) Lo primero que habría que hacer es encontrar el momento adecuado para tratar este tema con ellos, si ya tienen una cierta madurez se les puede invitar a que lean este cuento y a partir de ahí empezar a explicárselo. También se pueden aprovechar las preguntas que nos hagan sobre este tema para aprovechar y tratar el tema en su conjunto. Si el fallecimiento ya se hubiera producido en ese momento habría que realizar las explicaciones. Durante las explicaciones hay que usar un lenguaje apropiado para su edad y comprensión, hay que escuchar sus preguntas y responderlas de forma clara y veraz, también hay que valorar sus sentimientos y permitirles expresarlos sin juzgarlos.

2) Una vez encontrado el momento adecuado, lo primero que habría que explicarles es el concepto de la muerte, para ello hay que ser honestos y sencillos en la explicación, evitando mitos o conceptos confusos para ellos. Hay que contar que la muerte es inevitable y nos afectará a todos, a nosotros y a nuestros seres queridos y que una vez que alguien muere el proceso es irreversible. En relación con este cuento se puede decir que Kisa Gotami la protagonista del cuento perdió un hijo y ese hijo ya no volverá.

3) A continuación, se les puede explicar el proceso del duelo por la pérdida de un ser querido. Si la pérdida ya se ha producido, hay que proporcionar apoyo emocional a los niños y asegurarse de que se sientan seguros y amados. Es importante recordar que cada persona experimenta el duelo de manera diferente y que no hay un camino correcto. Lo más importante es brindar amor y apoyo a los niños mientras atraviesan estas fases. Es importante acompañar a los niños en su proceso de duelo y ser una fuente de apoyo constante en este momento difícil. Hay que decirles que el proceso del duelo es algo normal que la mayoría de las personas experimentan después de la pérdida de un ser querido, para la explicación del duelo utilizaremos el modelo de Kübler-Ross que es uno de los más comúnmente aceptados:

• Etapa de la negación: Esta es la primera fase del duelo, en ella no se quiere creer que la persona que se amaba se ha ido. Es una forma de protegerse del dolor, sirve para amortiguar la muerte de un ser querido aplazando parte del dolor, pero esta etapa no puede durar mucho porque es contraria a la realidad. Esta fase se representa en la siguiente parte del cuento: Kisa Gotami quería mucho a su hijo y se negó a creer que había muerto. — ¡Dime algo mi niño! ¡Abrázame como sueles hacer! — dijo llorando — al no obtener respuesta decidió cerrar los ojos, esperaba que aquello fuera una pesadilla y al despertar su hijo le regalara una de sus sonrisas.
• Etapa de la ira: Esta es la segunda fase del duelo, es cuando alguien se siente enojado o frustrado porque la persona amada se ha ido. En esta fase son característicos los sentimientos de rabia y resentimiento, así como la búsqueda de responsables o culpables. La ira aparece ante la frustración de que la muerte es irreversible, de que no hay solución posible y se puede proyectar esa rabia hacia el entorno, incluidas otras personas allegadas. Esto es normal y es importante permitir que el niño exprese sus sentimientos. Esta fase se representa en la siguiente parte del cuento: Al volver a abrir los ojos su hijo seguía sin moverse, entonces miró al cielo y lanzó maldiciones a los Dioses — Malditos Dioses ¿Qué os he hecho yo para que me castiguéis de esta manera? ¿En qué os he faltado? — dijo con rabia.
• Etapa de la negociación. Esta es la tercera fase del duelo, es cuando alguien trata de llegar a un acuerdo con lo que ha pasado, como si pudiera haber hecho algo diferente para evitarlo. En esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si…? o pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final, como ¿y si hubiera hecho esto o lo otro? Esto se representa en el cuento cuando Kisa Gotami intenta buscar a alguien que pueda hacer un milagro para devolver a su hijo a la vida, primero los aldeanos, y luego un sabio ermitaño que vive en las montañas.
• Etapa de la depresión. Esta es la cuarta fase del duelo, es cuando alguien se siente triste y abrumado por la pérdida de un ser querido. En ella se manifiestan un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida de un ser querido. Algunas personas pueden sentir que no tienen incentivos para continuar viviendo en su día a día sin la persona que murió y pueden aislarse de su entorno. Es importante en esta fase permitir que el niño experimente y exprese sus sentimientos de tristeza, y también intentar que no se aísle y que haga cosas que le resulten gratificantes para que siente que esas cosas siguen existiendo después de la pérdida. Esta fase se representa en la siguiente parte del cuento: Kisa Gotami no conocía ningún sitio más al que acudir para conseguir el plato de arroz que le había pedido el ermitaño. Presa de desesperación salió de aquel pueblo sin saber a dónde ir, y, atravesando el bosque tropezó con una raíz y cayó al suelo. Allí mismo se sentó y empezó a llorar con su hijo en brazos. Sintió como el aire le faltaba de los pulmones y su corazón era atravesado por espinas. No creía poder seguir viviendo sin su hijo.
• Etapa de la aceptación: Esta es la última fase del duelo, Es cuando alguien finalmente acepta que la persona se ha ido y comienza a encontrar maneras de recordarla y continuar adelante. Una vez aceptada la pérdida, las personas en duelo aprenden a convivir con su dolor emocional en un mundo en el que el ser querido ya no está. Con el tiempo recuperan su capacidad de experimentar alegría y placer. A partir de este momento hay que ayudarles a los niños a recordar a la persona fallecida con alegría y mantener viva su memoria. Esta fase se representa en la siguiente parte del cuento: La leyenda dice que Kisa Gotami, al acordarse de los pueblos que había visitado, se dio cuenta que no hay nadie en el mundo que no haya perdido a un ser querido. Así comprendió que la muerte es inevitable y forma parte natural de la vida. Entonces, dejando a un lado su dolor, enterró a su hijo en el bosque, y, se dispuso a seguir por el camino de la vida.

6) Segundo ejemplo práctico: transmitir la enseñanza de que deberíamos vivir intensamente cada día priorizando nuestros proyectos y relaciones importantes

La segunda aplicación que te propongo de este cuento es aprovechar este conocimiento sobre la inevitabilidad de la muerte, que puede llegar en cualquier momento, para transmitir la enseñanza de que deberíamos vivir intensamente cada día, como si fuera el último, para que prioricemos el dedicarnos a nuestros proyectos y relaciones importantes y no pospongamos los mismos. El priorizar las cosas importantes de la vida, requerirá a su vez reducir el tiempo que dedicamos a otras actividades de menor valor y que suelen conllevar hábitos sedentarios (ver la televisión o jugar videojuegos durante mucho tiempo, navegar en exceso por las redes sociales, etc.). Hay que reducir el tiempo de estas actividades de menor valor, fijando unos límites de tiempo para las mismas, para aprovechar el tiempo que ahorramos para las cosas importantes. A continuación, te propongo algunos consejos que podrían ayudarte a transmitir esta enseñanza de manera efectiva:

• Ser un modelo para seguir: Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que les dicen, por lo que es importante que tú mismo demuestres que vives intensamente y que dedicas tiempo a tus proyectos y a las personas que son importantes en tu vida. De esta manera, estarás transmitiendo el mensaje de manera más clara y coherente. Comparte tus experiencias: sobre cómo has vivido intensamente y cómo has aprendido a priorizar tus proyectos y relaciones importantes, puede ser una manera efectiva de enseñar a los niños. Compartir historias y anécdotas de tus propias vivencias puede hacer que los niños se sientan más motivados y puedan visualizar cómo aplicar estos conceptos en su propia vida.
• Fomentar la creatividad: Es importante que los niños aprendan a expresar sus propias ideas y proyectos importantes en la vida. Fomentar la creatividad y permitir que los niños se expresen de manera libre y auténtica, les dará la oportunidad de descubrir sus propias pasiones y proyectos, lo que, a su vez, les ayudará a vivir cada día intensamente. Esto puede ser algo tan sencillo como invitarlos a diseñar una pintura, escribir una historia o incluso construir algo. Al animarlos a que desarrollen sus propios proyectos importantes, estarás ayudándolos a descubrir su pasión y a valorar el tiempo que dedican a sus proyectos.
• Planificar actividades significativas: Planifica actividades que involucren proyectos importantes y relaciones significativas en la vida de los niños. Esto puede ser una actividad con la familia o amigos, un proyecto de arte o manualidades, o incluso una salida al aire libre. Al planificar actividades significativas, estarás ayudando a los niños a ver la importancia de dedicar tiempo a las cosas importantes en la vida.
• Crear una lista de actividades importantes: Invita a los niños a crear una lista de actividades que consideren importantes y significativas en su vida. Pueden ser actividades relacionadas con la familia, amigos, deportes, hobbies, etc. Después de crear la lista, anímalo a que intente hacer al menos una de las actividades cada día y a reflexionar sobre cómo se sintió al hacerla.
• Practicar la gratitud: Enseña a los niños a ser agradecidos por cada día que tienen y por las personas importantes en sus vidas. Puedes hacer esto en un momento del día donde los niños expresen lo que están agradecidos por ese día. Puedes incentivarlos a que se concentren en los aspectos positivos y los momentos felices que tuvieron ese día. Al fomentar la gratitud, los niños serán más conscientes del valor de cada día y podrán vivir cada día con mayor intensidad y apreciación.

En resumen, para transmitir a los niños la enseñanza de vivir intensamente cada día como si fuera el último, es importante ser un modelo para seguir, fomentar la creatividad, planificar actividades significativas, crear una lista de actividades importantes y practicar la gratitud. De esta manera, estarás ayudando a los niños a ver la importancia de dedicar tiempo a los proyectos importantes y a las relaciones significativas en la vida. Esto te ayudará a transmitir a los niños la enseñanza de que deberíamos vivir intensamente cada día, como si fuera el último, para que prioricemos el dedicarnos a nuestros proyectos y relaciones importantes, y no pospongamos los mismos. No postpongas las cosas importantes que tengas que hacer con tus hijos y hazlas cuanto antes, en particular, disfruta de momentos de calidad con ellos.

7) Origen de este cuento

Este cuento está basado en la historia de Kisa Gotami que es una de las historias más famosas del budismo. Tras perder a su único hijo, Kisa Gotami se desesperó y preguntó si alguien podía ayudarla. Su dolor era tan grande que muchos pensaron que había perdido el juicio. Un anciano le dijo que fuera a ver a Buda. Buda le dijo que podía devolverle la vida si encontraba granos de mostaza blanca de una familia en la que no hubiera muerto nadie. Desesperada, fue de casa en casa, pero, para su decepción, no encontró ninguna que no hubiera sufrido la muerte de un familiar. Finalmente se dio cuenta de que no hay casa libre de mortalidad. Volvió al Buda, que la consoló y le predicó la verdad, convirtiéndose en discípula suya.

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© Virgilio Postigo Cubo. 2023.

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