Cuentos para educar: “El patito feo”

10 min readJan 3, 2023

1) Introducción

Este escrito forma parte de una serie de artículos denominados “Cuentos para educar” donde presentaré cuentos clásicos adaptados a los niños para ofrecerles una historia divertida y con enseñanzas fáciles de entender. Cada uno de ellos puede utilizarse como material educativo para ayudar a los niños a desarrollar valores y lecciones importantes para la gestión de sus vidas. Puedes utilizarlos con los niños de la manera siguiente:

1) Primero que lean el cuento que se incluye y que respondan una serie de preguntas relacionadas con el mismo, repasar las respuestas con ellos.
2) A continuación, que hagan un resumen del cuento con sus propias palabras y sin tener el texto delante, revisar el resumen con ellos.
3) Por último, contrastar con los niños las enseñanzas que han aprendido del texto. Se sugiere realizarles unas preguntas y explicarles después un resumen de las enseñanzas. También se propone aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria de los niños. En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para animar a los niños a buscar sus amigos y grupos de interés, encontrar su lugar en el mundo, como hizo el patito feo.

Otro posible uso de estos artículos sería utilizarlos para el fomento a la lectura, y también para el trabajo de la comprensión lectora de los textos, que es un aspecto que la mayoría de los niños tienen que mejorar.

2) Lectura del cuento “El patito feo”

Era una preciosa mañana de verano en el estanque. Todos los animales que allí vivían se sentían felices bajo el cálido sol, en especial una pata que, de un momento a otro, esperaba que sus patitos vinieran al mundo.

— ¡Hace un día maravilloso! — pensaba la pata mientras reposaba sobre los huevos para darles calor-. Sería ideal que hoy nacieran mis hijitos. Estoy deseando verlos porque seguro que serán los más bonitos del mundo.

Y aquella tarde se cumplieron sus deseos, cuando todo el campo estaba en silencio, se oyeron unos crujidos que despertaron a la futura madre.

¡Sí, había llegado la hora! Los cascarones comenzaron a romperse y, muy despacio, fueron asomando una a una las cabecitas de los pollitos.

— Pero ¡qué preciosos sois, hijitos míos! — exclamó la orgullosa madre — . Así de lindos os había imaginado.

Sólo faltaba un pollito por salir. Se ve que no era tan hábil y le costaba romper el cascarón con su pequeño pico. Al final también él consiguió estirar el cuello y asomar su enorme cabeza fuera del cascarón.

— ¡Mami, mami! — dijo el extraño pollito con voz chillona.

¡La pata, cuando le vio, se quedó espantada! No era un patito amarillo y regordete como los demás, sino un pato grande, gordo y negro que no se parecía nada a sus hermanos.

— ¿Mami?… ¡Tú no puedes ser mi hijo! ¿De dónde habrá salido una cosa tan fea? — le increpó.

— ¡Mami, mami! Pero si yo hago lo mismo que mis demás hermanitos — dijo el patito feo mientras se ponía a seguir a los demás patitos que nadaban uno detrás del otro.

— ¡Aléjate de mis pollitos! ¡Vete de aquí si no quieres que te golpee con el pico! — dijo mama pato mientras agitaba sus alas con violencia para proteger a sus polluelos de aquel impostor.

Y el pobre patito, asustado, se alejó del estanque mientras oía las risas de sus hermanos, burlándose de él.

Durante varios días, el patito feo deambuló de un lado para otro sin saber a dónde ir. Todos los animales con los que se iba encontrando le rechazaban por su aspecto y nadie quería ser su amigo.

Un día llegó a una granja y se encontró con una mujer que estaba barriendo el establo. El patito pensó que allí podría encontrar cobijo, aunque fuera durante una temporada.

— Señora — dijo con voz tímida —, ¿sería posible quedarme aquí unos días? Necesito comida y un techo bajo el que vivir.

La mujer le miró de reojo y aceptó, así que, durante un tiempo, al pequeño pato no le faltó de nada. A decir verdad, siempre tenía mucha comida a su disposición. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que un día, escuchó a la mujer decirle a su marido:

— ¿Has visto cómo ha engordado ese pato? Ya está bastante grande y lustroso. ¡Creo que ha llegado la hora de que nos lo comamos!

El patito se llevó tal susto que salió corriendo, atravesó el cercado de madera y se alejó de la granja. Durante quince días y quince noches vagó por el campo y comió lo poco que pudo encontrar. Ya no sabía qué hacer ni a donde dirigirse. Nadie le quería y se sentía muy desdichado.

¡Pero un día su suerte cambió! Llegó por casualidad a una laguna de aguas cristalinas y allí, deslizándose sobre la superficie, vio una familia de preciosos cisnes. Unos eran blancos, otros negros, pero todos esbeltos y majestuosos. Nunca había visto animales tan bellos. Un poco avergonzado, alzó la voz y les dijo:

— ¡Hola! ¿Puedo darme un chapuzón en vuestra laguna? Llevo días caminando y necesito refrescarme un poco.

— ¡Claro que sí! Aquí eres bienvenido. ¡Eres uno de los nuestros! — dijo uno que parecía ser el más anciano.

— ¿Uno de los vuestros? No entiendo…

— Sí, uno de los nuestros. ¿Acaso no conoces tu propio aspecto? Agáchate y mírate en el agua. Hoy está tan limpia que parece un espejo.

Y así hizo el patito. Se inclinó sobre la orilla y… ¡No se lo podía creer! Lo que vio le dejó boquiabierto. Ya no era un pato gordo y chato, sino que en los últimos días se había transformado en un hermoso cisne negro de largo cuello y bello plumaje.

¡Su corazón saltaba de alegría! Nunca había vivido un momento tan mágico. Comprendió que nunca había sido un patito feo, sino que había nacido cisne y ahora lucía en todo su esplendor.

— Únete a nosotros — le invitaron sus nuevos amigos —. A partir de ahora, te cuidaremos y serás uno más de nuestro clan.

Y feliz, muy feliz, el pato que era cisne se metió en la laguna y compartió el paseo con aquellos que le querían de verdad.

3) Actividades que pueden hacer los niños con este cuento

3.1) Responder las siguientes preguntas relacionadas con el cuento

¿De qué color eran los otros pollitos de la pata al nacer? ¿y de qué color era el patito feo al nacer?
¿Qué hizo la pata cuando vio que el patito feo era diferente del resto de sus polluelos?
¿Cuándo se marcha el patito feo del estanque de los patos a quién encuentra que quiera ser su amigo?
¿Por qué se escapa el patito feo de la granja donde le acogen?
¿Cuántos días estuvo vagando el patito feo por el campo tras escaparse de la granja?
¿De qué color eran los cisnes con los que el patito feo se encontró en una laguna?
¿Cuál de los cisnes le da la bienvenida al patito feo?
¿Por qué se pone feliz el patito feo al final del cuento?

3.2) Después de haber respondido las preguntas anteriores, hacer un resumen del cuento

3.3) A continuación revisar con los niños la enseñanza que han aprendido del texto:

Por ejemplo, preguntándoles: ¿Qué enseñanza has aprendido de este cuento?
También pidiéndoles que os expliquen si han encontrado alguna situación similar a la del cuento y como la han afrontado
Revisar con ellos el resumen de las enseñanzas con la ayuda de las explicaciones de la sección 4 de este artículo.
Finalmente, proponerles aplicar las enseñanzas del cuento a un ejemplo de la vida diaria tal como se indica en la sección 4 de este artículo. En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para animar a los niños a buscar sus amigos y grupos de interés, encontrar su lugar en el mundo, como hizo el patito feo.

4) Enseñanzas y valores que se pueden aprender en este cuento

El cuento del patito feo es una historia sobre la importancia de ser uno mismo, nos enseña que hay que aceptarnos a nosotros mismos, y en caso de que otros nos critiquen tener fuerza para sobreponernos a dichos ataques. El patito feo es rechazado por los demás patos y se siente solo y desdichado, hasta que finalmente se pone feliz cuando descubre que en realidad es un cisne y ve que otros cisnes le acogen en su grupo, al final encuentra su identidad y su lugar en el mundo. Algunas de las enseñanzas que se pueden sacar de este cuento son:

No debes juzgar a las personas por su apariencia exterior ya que les puedes hacer daño. El patito feo es rechazado por los demás patos debido a su apariencia diferente, pero finalmente se descubre que es un cisne y tiene sus propias cualidades únicas. Se puede extender esta enseñanza a no juzgar a los demás por su aspecto, raza, género, ideas, religión, etc. Hay que enseñar a los niños que todo el mundo tiene derecho a ser diferente tal como es, sin que tenga que ser juzgado por los demás. Y que no deben juzgar, ni criticar, ni burlarse de los demás. Que deben tratar a los demás como les gustaría que les trataran a ellos. Cuando vean en el colegio a unos niños criticando o burlándose de otro niño, tienen la oportunidad de decir que aquello está mal, y convencer a los niños agresores que cambien su actitud, y si no lo consigue decírselo a los profesores para que gestionen ellos la situación.
En caso de que te juzgue alguna persona hay que actuar con entereza y sobreponerse a esas críticas. Hay que educar a los niños para cultivar en ellos la fuerza suficiente que te permita sobreponerse a las críticas de quienes las realicen. Hay que estar atentos a las señales que puedan traer los niños a casa y averiguar si alguien se mete con ellos, y si esto sucede tratar de revertir la situación, hablando con los padres del niño o con los profesores y explicando a los niños el proceso de arreglar la situación. En primer lugar, intentar convencer a esas personas que critican que están actuando erróneamente, y si no se convencen de su error pues simplemente no hacerles caso, alejarse de esas personas tóxicas y buscar relacionarte con personas que merezcan la pena. El patito feo recibe las críticas y rechazo de muchos otros animales, pero él va siguiendo su camino, sin rendirse, buscando su identidad (descubrir que es un cisne) y su lugar en el mundo (una familia o amigos que le quieran). En el caso de los niños tienen que buscar los amigos que les permitan tener relaciones sanas de compañerismo.
No debes tratar de ser alguien que no eres. El patito feo imita a los demás patos para intentar que le acepten en la familia de patos y eso no le funciona, finalmente encuentra la felicidad cuando acepta quién es y se convierte en el cisne que siempre había sido. Muchas veces intentamos ser alguien que no somos para que nos acepte un grupo de personas, pero si necesitas hacer eso quiere decir que ese no es el grupo de personas que te conviene. En el caso de los niños tienen que buscar los amigos que les permitan ser como son y alejarse de otros niños que no lo permitan.
La aceptación de uno mismo es importante. El patito feo se siente infeliz hasta que finalmente acepta quién es y encuentra su lugar en el mundo. Antes de que te acepten los demás tienes que aceptarte a ti mismo, todos tenemos aspectos que mejorar sobre los que podemos trabajar, pero estas mejoras deben partir primero de una aceptación de uno mismo.
La amistad y la aceptación son valores importantes. Aunque el patito feo es rechazado por los demás patos y otros animales, finalmente encuentra amigos y aceptación entre los cisnes. No obstante, podría haberse hecho amigo de otros animales diferentes de esos cisnes si se hubiera encontrado con animales buenos que le hubieran aceptado tal como es.

5) Ejemplo práctico: animar a los niños a buscar sus amigos y grupos de interés

En el caso de este cuento, la aplicación que te propongo es utilizarlo para animar a los niños a buscar sus amigos y grupos de interés, encontrar un lugar donde encajar y donde poder ser aceptados por los demás, como hizo el patito feo.

El cuento del patito feo puede ser una fuente de inspiración para enseñar a los niños sobre la importancia de buscar y encontrar amigos y grupos de interés. Aquí te presento algunas ideas que pueden ser útiles para aplicar con ellos:

Explica el mensaje del cuento: El cuento del patito feo es una historia sobre aceptación y encontrar un lugar en el mundo. Explica a los niños que el patito feo se sentía diferente y no pertenecía a su familia de cisnes, pero finalmente, tras mucho buscar, encontró un lugar donde encajaba y donde era aceptado por los demás.
Fomenta la exploración: Anima los niños a explorar diferentes actividades y pasatiempos que puedan interesarles. Esto les dará la oportunidad de encontrar personas con intereses similares y hacer amigos.
Anima a los niños a ser amables: El patito feo fue rechazado por ser diferente, pero también fue amable con otros animales que encontró en su camino. Enséñales a los niños a ser amables y respetuosos con los demás, incluso si son diferentes.
Fomenta la comunicación: Es importante que los niños aprendan a comunicarse efectivamente para hacer amigos. Anima a los niños a hablar con otros niños y a hacer preguntas para conocerlos mejor.
Organiza actividades en grupo: Organiza actividades en grupo donde los niños puedan socializar y hacer amigos. Esto puede ser una actividad escolar, un club, un deporte o una excursión, entre otros.
Promueve la diversidad: Habla a los niños sobre la diversidad y la inclusión. Anima a los niños a interactuar con personas de diferentes orígenes culturales y étnicos.

En resumen, la historia del patito feo puede ser una gran fuente de inspiración para enseñar a los niños sobre la importancia de buscar y encontrar amigos y grupos de interés. Fomenta la exploración, la amabilidad, la comunicación, organiza actividades en grupo y promueve la diversidad. De esta manera, los niños podrán encontrar un lugar donde encajar y donde poder ser aceptados por los demás.

6) Origen de este cuento

El patito feo es un cuento escrito por Hans Christian Andersen, escritor y poeta danés, sobre un patito particularmente más grande, torpe y feo que sus hermanitos, los cuales le molestaban por lo feo que era. Sin embargo, al crecer, se convierte en un bello cisne que, por un reflejo en el agua se da cuenta de que se convirtió en ese maravilloso animal.

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