Cuentos para educar: “¿Dónde escondemos la felicidad?”

Virgilio Postigo
6 min readJan 4, 2023

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1) Lectura del cuento “¿Dónde escondemos la felicidad?”

En el comienzo de los tiempos hubo una reunión de todos los dioses y charlando entre ellos se les ocurrió crear el universo.

Los dioses de la luz comenzaron a crear las estrellas y todos los objetos brillantes del universo.

Los dioses de las profundidades no querían quedarse atrás. Así que diseñaron los planetas y, dentro de algunos de ellos, océanos profundos.

Había un grupo de dioses encargados de crear la vida, pero no lograban ponerse de acuerdo. La mayoría pensaba que lo mejor era hacer seres que no pudieran pensar por sí mismos.

A uno se le ocurrió que lo mejor era crear una vida pequeña y fugaz. Entonces creó al mosquito. Sin embargo, se volvió tan molesto que decidieron enviarlo al planeta Tierra para que no los importunara.

Otro de los dioses pensó que tal vez sería más divertido si creaba una forma de vida ágil y llena de habilidades, además de hermosa. Entonces inventó al gato. Este era demasiado independiente y pronto se les escapó, sin que supieran a dónde había ido a parar.

Viendo aquello, otro de los dioses sintió que era mejor crear un ser que fuera más amable y cercano. Que acompañara a los dioses a donde fueran y no se escapara a la primera oportunidad, como había hecho el gato. Fue así como pensó en el perro y lo creó.

Uno de los dioses pensó en crear un ser con una mayor inteligencia para que pudiera pensar y un corazón para que pudiera sentir. Pensaba que no tenía sentido crear un universo si no había alguien capaz de admirarlo y comprender su significado. Fue entonces cuando este dios creó hombre. Una vez lo hizo, todos vieron que el nuevo ser estaba desorientado. No sabía qué hacer, ni cómo existir. Entonces a otro de los dioses se le ocurrió entregarle el don de la felicidad para que no estuviera tan inquieto. Cuando lo hizo, el hombre se acostó plácidamente en un prado y se quedó contemplando las estrellas. Pasaron varios siglos y no se movía de allí. No hacía nada. ¿Para qué? Era feliz eternamente. En su corazón había dicha y no necesitaba nada más.

Al ver esto, el dios creador del hombre pensó que su compañero había cometido un error. Darle la felicidad completa al hombre sin tener que luchar por ella no hacía más que convertirlo en alguien pasivo, que no hacía uso ni de la inteligencia, ni de la sensibilidad con las que estaba dotado. Entonces, les propuso lo siguiente a los demás:

— Ya sé, vamos a quitarles la felicidad, y así no les quedará más remedio que desarrollar su mente y su corazón para poder encontrarla de nuevo.

— Pero donde vamos a esconderla. — Preguntó uno.

— Vamos a esconderla en la cima de la montaña más alta del mundo.

— No creo que sea una buena idea, con su fuerza acabarán por encontrarla.

— Entonces… podemos esconderla en el fondo del océano.

— No, recuerda que les hemos dado inteligencia, con la cual, tarde o temprano construirán una máquina que pueda descender a las profundidades del océano.

— ¿Por qué no la escondemos en otro planeta que no sea la tierra?

— Tampoco creo que sea buena idea, porque llegará un día que desarrollarán una tecnología que les permita viajar a otros planetas.

Uno de los dioses, que había permanecido en silencio todo el tiempo y había escuchado con interés las ideas propuestas por los demás dijo:

— Creo saber el lugar perfecto para esconder la felicidad, un sitio donde los hombres nunca la encuentren.

Todos le miraron asombrados y le preguntaron:

— ¿Dónde puede estar ese sitio?

— La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.

Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces el hombre se pasa la vida buscando fuera de sí la felicidad sin saber que la lleva dentro.

2) Actividades que pueden hacer los niños con este cuento

2.1) Responder las siguientes preguntas relacionadas con el cuento

  • ¿Qué otros seres vivos crean los dioses antes que al hombre?
  • ¿Por qué deciden los dioses crear al hombre?
  • ¿Por qué se arrepienten los dioses de haberle dado al hombre la felicidad completa después de haberlo creado?
  • ¿En qué sitios proponen los dioses esconder la felicidad del hombre para que no tenga más remedio que desarrollar su mente y su corazón para volver a encontrarla?
  • ¿Cuál sitio proponen finalmente que sería el ideal para esconder la felicidad del hombre?
  • ¿Por qué crees que ese sitio fue una buena idea?

2.2) Después de haber respondido las preguntas anteriores, hacer un resumen del cuento

2.3) Responder la siguiente pregunta: ¿Qué valores y enseñanzas se pueden aprender de este cuento?

2.4) Hablar con los niños para que os expliquen que constituye para ellos la felicidad, y si ha cambiado esta percepción para ellos de lo que es la felicidad después de haber asimilado las enseñanzas de este cuento.

3) Enseñanzas y valores que se pueden aprender en este cuento

Este cuento nos enseña que todos buscamos la felicidad fuera de nosotros, en mayor o menor medida: la posesión de cosas, el dinero, la pareja, el trabajo, cuando en realidad la llevamos dentro, y, por tanto, lo que tenemos que hacer es buscar la felicidad dentro de nosotros mismos. Los filósofos estoicos opinaban que la felicidad siempre proviene de nuestro interior, nunca del exterior, y que no debemos condicionarla a que nos pasen cosas buenas o malas procedentes de nuestro exterior. Algunas acciones que puedes trabajar con los niños para reforzar el que busquen la felicidad dentro de sí mismos son las siguientes:

  • Que cultiven la serenidad. En esta sociedad donde todos vamos con prisas a todas partes, perseguimos cosas materiales sin un valor real, actuamos de forma reactiva frente a los acontecimientos, y el estrés es uno de los malestares más corrientes, el cultivar la serenidad nos dará herramientas para adoptar una posición desde la que mejorar nuestras vidas. Enseña a los niños que la práctica de la serenidad supone dejar de perseguir cosas vanas como la riqueza o la fama y dejar de sentir temor por otras cosas, como, por ejemplo, el miedo al fracaso, que nos imposibilita perseguir nuestros objetivos o el miedo al dolor, que puede ser muchas veces peor que el propio dolor. Enséñales a ver los acontecimientos desde el presente y utilizando la razón, y no reaccionar de forma reactiva a ellos, sino actuar de forma reflexiva y modelando nuestras acciones.
  • Que acepten la naturaleza de las cosas. Enséñales que muchas veces no hay que luchar contra la naturaleza de las cosas sino aceptarlas, lo cual no significa adoptar una actitud pasiva frente a los acontecimientos, sino aceptarlos como punto de partida, sean buenos o malos, y una vez aceptados decidir qué cosas hay que dejar como están y que cosas deberíamos trabajar por cambiar.
  • Que se concentren en lo que pueden controlar. Enséñales que la mayoría de las veces no podemos controlar el mundo que nos rodea, pero sí la forma en que respondemos a él. Por tanto, debemos enfocarnos en lo que sí podemos controlar: nuestras actitudes; nuestras emociones; nuestros deseos; nuestras opiniones sobre lo que nos ha pasado. El primer ingrediente para la felicidad sería el poder de controlar siempre tu respuesta a los acontecimientos, sean cuales sean tus circunstancias.
  • Que piensen menos en sí mismos y más en los demás. Enséñales que, si quieren ser felices, piensen menos en sí mismos. Que piensen en los demás, en el bien que pueden hacer. Que inviertan en las relaciones con los demás y con estas relaciones serán más felices.
  • Que se convenzan de que tienen todo lo que necesitan. Creemos que necesitamos mucho para ser felices. Necesitamos montones de dinero. Necesitamos poder. Necesitamos fama. Todo esto no es cierto, debes convencerte de que ya tienes todo lo que necesitas para ser feliz. Ya eres rico. Ya tienes un poder increíble: el poder de determinar tus propias necesidades y deseos, la capacidad de decir que no necesitas más. Dar las gracias todos los días por lo que tienes y no desear cosas que no necesitas te puede ayudar a ser más feliz.

4) Origen de este cuento

Esta historia es una adaptación de una historia oriental que nos cuenta lo que ocurre cuando al hombre se le da la felicidad sin tener que luchar por ella. Nos enseña dónde está la felicidad y cómo podemos encontrarla.

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© Virgilio Postigo Cubo. Enero de 2023.

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Este escrito forma parte de una serie de artículos donde incluyo cuentos clásicos adaptados a los niños, para que sean fácilmente entendibles por ellos, para utilizarlos como material didáctico para enseñarles valores y otro tipo de enseñanzas que les sean útiles para la gestión de sus vidas.

También puedes acceder a material didáctico gratuito para niños de mi libro “Nico, el pequeño detective” en el siguiente enlace.

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Written by Virgilio Postigo

Telecommunications Engineer based in Madrid, Spain. Interested in technology, writing, education, psychology, health, environment, and improvement of society.

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